Capítulo 6

Papá y mamá están con sus invitados, mientras yo estoy en el jardín esperando a Selena, no pudo esperar a contarle sobre el chico nuevo, así que decidió venir a casa. Comienzo a disfrutar de la brisa y veo bailar las hojas de los árboles y un sonido de coche me saca de mi disfrute.

Selena llega con una bolsa llena de golosinas y chocolate, cuando hace esto es porque se quedará a dormir en casa y tendremos noche de películas. Me acompaña en la mecedora, mientras me pregunta por la primera tutoría con Dante, le cuento y me felicita por haber estado neutral.

Ambas pasamos a escuchar un carraspeo, nos vemos y luego a nuestro frente, me asombro un poco.

–Hola chicas, disculpen, ¿Se encuentra en esta casa la nueva familia que se mudó al vecindario? –Sel no evita poner sus ojos con asombro, al verlo es Tadeo el chico nuevo.

–Oh, hola, ¿Qué haces aquí? ¿Tú eres parte de los Gorman? –digo sorprendida y Selena frunce el ceño confundida.

–Hermano, ¿Qué tal te fue? –dice André mientras cierra la puerta detrás de él.

Y claramente si es hijo de Amanda y Tomas, es rubio como su mamá, pero su rostro es como el de su papá, que buenos genes tiene esta familia. André es guapo y Selena no quita su mirada de él, siento un pellizco en mi hombro y es de Selena pidiendo una explicación o que le presente a los chicos.

–Hola chicos, bienvenidos al vecindario, soy la mejor amiga de Allie, mucho gusto, Selena –esta chica no puede ser más lanzada o imprudente, André sin dudas le alboroto las hormonas.

–Hola Selena, soy André y él es mi hermano Tadeo –mientras ellos estrechan sus manos yo le sonrió a Tadeo. –Un placer.

–Igual... –suspiro y sonrió. –Deberíamos entrar... –ambos asienten y eso hacemos.

Entramos a la casa, mamá pide a mi nana hacer una gran cena para darle la bienvenida a los vecinos. Yo por mi lado, me voy a la habitación con Selena para cambiarme de ropa mientras ella no deja de hablar de lo lindo que es André. Me coloco un vestido de flores, unas sandalias bajas y dejo mi cabello suelto.

Al bajar una vez más y unirnos con la visita, ya los vecinos están riendo con las cosas que papá dice. No cabe duda, que Tadeo esta muy guapo, es un chico muy lindo y es inevitable no aceptarlo, sus ojos son hermosos, y su cabello rubio brilla como una cosecha de trigo, le sonrió y me dirijo a la cocina a buscar algo de tomar. Selena se quedó hablando con el chico sexy, como lo apodo, creo que ya se ha olvidado de Charlie Puth.

–Me podrías dar un vaso con agua –me sobresalto del susto, Tadeo hablo tan cerca de mi oído que mi piel se erizo. –Disculpa Allison, no quise asustarse... –dice mientras sonríe.

–Tranquilo, soy algo miedosa, déjame servirte el agua... –sonrió y mientras ubico otro vaso.

Estoy buscando un vaso en uno de los gabinetes, soy algo baja para tomarlo e intento alcanzarlo, luego siento un tonificado pecho en mi espalda y un brazo sobrepasa el mío, ¿Que rayos está ocurriendo? Tadeo coloca el vaso en mi mano y lleva las suyas a mi cintura, soy diminuta ante él.

–Que sorpresa ¿no? Vernos hace un largo rato sin saber que terminaríamos compartiendo una comida –dice muy cerquita de mí, me alejo de a poco.

–Si claro, que sorpresa... –paso a su lado en su totalidad, llego hasta la nevera. – ¿Estás seguro que quieres agua? También tenemos jugo.

–El agua está bien –esboza una sonrisa le imito. –Eres muy linda, Allison.

–Gracias, tú también eres muy guapo, sinceridad, ante todo –termino de servir el agua y me acerco para entregársela, el repentino roce de sus dedos con los míos.

–Sí, sinceridad, ante todo, ¿no?

–Sí, claro...

Y la firmeza de su mirada con la mía, es muy, muy intensa, ¿Qué es esto? ¿Qué ocurre?

Estar en esta posición con Tadeo, deja mucho que pensar, solo espero que nadie entre a la cocina, no sé cómo sería mi cara y me iría corriendo a mi cuarto de la vergüenza. Su mirada me quita el aliento, su respiración me saca de mis pensamientos y el olor a mora me hacen delirar.

–Tadeo, eh, aléjate por favor... –digo mientras deseo que en realidad algo pueda ocurrir, ¿what?

–Está bien, Allison, lo siento... –dice mientras juega mordiéndose los labios, esto no puede ser.

–Gracias, de verdad que hablo en serio, esto es muy... –sus manos de pronto afianzan a mis caderas y un ligero apretón me deja perpleja. –Casanova... –le miro fijo. –Conmigo no es así –ríe.

Estamos a solo un movimiento de besarnos, su aliento a chicle de mora golpea mi rostro y nuevamente me debilita. Ahora sí quiero sus labios, ¿that fuck, Allie? Lo miro a sus ojos azules y sonrió un poco de lado, incitando a que quizás me bese, –me lleva la que me trajo– él traga con dificultad y muerde sus labios, sin dudas no aguanto más.

– ¡Oye Allie! Quería... ¿Qué sucede aquí? –esa voz nos saca de golpe de nuestro momento, yo empujo con fuerza a Tadeo y él solo mira al suelo y sonríe.

–Na–Nada... ¿Qué quieres Sel? –digo mientras meto mi cara ardiendo en la nevera.

–Yo nada, pero tú si quieres algo por lo que veo... –a veces quisiera que Sel dejara de ser tan imprudente.

–Si claro que quiero algo, agua, por eso vine a la cocina... –me falta el aire, creo que me desmayare y Selena no ayuda con sus comentarios.

–Si claro Allie, bueno venía a decirte que iré al supermercado a comprar algunas cosas para tu mamá, ¿Quieres ir? André ira también –dice mientras mira a Tadeo para incitarlo a que venga.

–Está bien, vamos... –digo colocando el vaso de agua en la mesa, nunca había tenido tanta sed.

Nos vamos en el coche de Sel, pero André se ofreció a manejar. Ella va de copiloto y yo en la parte trasera con Tadeo, no puedo mirarlo, aunque él no quita su mirada sobre mí, puedo notarlo viendo por el rabillo del ojo –obvio–, me incomoda tanto, todo por lo que paso en la cocina, aun no entiendo como pude desear un beso de este chico que apenas conozco, ni siquiera han pasado veinticuatro horas, Allison, por Dios.

..

Llegamos al supermercado y no tengo ánimos de bajar del coche, André, Sel y Tadeo bajan, yo decido quedarme escuchando música y pensar en lo que ocurrió. Aun no entiendo porque en el fondo agradecí que Selena apareciera en el momento justo, sentí que si besaba a Tadeo traicionaba a Dante, –aunque eso es ridículo–, él ahora sale con Nikki y yo no tengo porque evitar besar a alguien por querer guardar respeto a una persona que me olvido hace mucho tiempo.

Comienza a sonar Big Girls Cry de Sia y me pierdo en mi mundo, vuelve la melancolía y los recuerdos. Por qué, ¿por qué si soy una chica de diecisiete años debo sufrir por un chico que no me nota? Que me ilusiona con palabras que para él son de quizás, caridad. Siento las lágrimas agolparse en mis ojos cuando comienza a sonar el coro.

Veo a lo lejos que los chicos ya vuelven con las cosas que compraron y yo limpio rápido mis ojos evitando que se derramen en mis mejillas. Sé que Selena lo notara, pero no quiero que los chicos me vean como una loca, entran al auto y Sel frunce el ceño confundida al verme y me entrega un chocolate. Sabe que adoro los chocolates y se tomó la molestia de comprarlo, asiento agradeciéndole por el dulce y al voltear miro a Tadeo observándome y con quizás ganas de preguntar que me paso.

Le sonrió de lado y volteo la vista a la carretera, puedo notar que mi amiga me mira por el retrovisor y le doy esa mirada de en casa te cuento.

–Dios que canción tan deprimente, colocare otra cosa... –dice Sel mientras busca algo más animado, la voz de Charlie Puth se escucha cuando comienza a sonar Marvin Gaye.

Yo sonrió al escuchar lo desafinado que canta Selena y como mira a André, Dios esta chica lo está acosando, él ríe y canta con ella. La diferencia es que él sí canta muy afinado, Selena parece una foca en pleno apareamiento, es un horror escucharla, que alguien por favor le diga que pare de cantar.

Yo me pierdo viendo los árboles, ya están quedando sin hojas, su hermoso vestuario se está cayendo, mientras las calles se llenan de ellas. Un pequeño toque en mi dedo meñique me despega de la ventana, es la mano de Tadeo y él me está mirando con una sonrisa de lado. Coloca un chocolate relleno de fresas a mi lado para que pueda tomarlo, mueve sus labios diciendo que lo disfrute, lo miro y asiento.

¿Acaso tengo en mi frente un letrero que diga soy una adicta del chocolate? Si lo tengo, bueno, que vengan muchas más. Ambos sonreímos y Dios, que hermosa y cálida sonrisa tiene Tadeo. No había notado que en sus mejillas aparecían hoyuelos cuando su sonrisa ensancha.

..

Llegamos a casa y puedo oler la rica comida que está preparando mi nana, entramos y le entregamos las cosas a mamá. Mis padres se están divirtiendo con los vecinos, mamá y Amanda ríen como si fueran amigas de toda la vida, papá y Tomas están hablando de sus negocios, mientras que nosotros decidimos jugar un juego de mesa para pasar el rato y esperar la cena.

El móvil de Selena sonó al mismo tiempo que el mío y nos miramos sabiendo que es Nick quizás no sabe que estamos juntas y nos contara algo.

De: Nick.

Chicas debo contarles algo.

Selena y yo nos miramos y respondemos al mismo tiempo.

Para: Nick.

¿Si, que sucede Nick?

En un minuto llega el siguiente mensaje, Selena y yo gritamos de asombro y todas las miradas están en nosotras, reímos como locas y decimos no lo puedo creer al unísono volvemos nuestras miradas al móvil para responderle a Nick.

De: Nick.

Chicas, acabo de llegar de una cita con Claire, ella es increíble.

Yo lo sospeché por las miradas que en ocasiones ellos se daban. Le respondí que mañana en el instituto nos tenía que contar todo con detalles, lo mismo hizo Selena, volvimos al juego y Tadeo estaba con el ceño fruncido –extraño–. Mi móvil está por apagarse y decido ir a llevarlo a mi cuarto, subo las escaleras apresurada porque ya servirán la cena y yo sin dudas muero de hambre.

Conecto el móvil al cargador y me giro para irme de inmediato al comedor, al salir salto del susto al ver que Tadeo estaba frente a mi puerta con los brazos cruzados y con el ceño fruncido de enojo o confundido, ya ni entiendo el estado de ánimo de este chico.

– ¿Que sucede? ¿Buscas el baño? –digo mientras cierro la puerta detrás de mí.

–¿Quién es el chico que te escribió? ¿Acaso es la persona por la que llorabas cuando estabas en el coche? –dice con voz de enojado y además como sabe que es un chico. – ¿Y bien? –chiteo y le miro asombrado.

– ¿Cómo sabes que me escribió un chico? Ni siquiera viste mi móvil –digo cruzando mis brazos y frunciendo el ceño enojada. – ¿Qué ocurre contigo? ¿Ahora eres el chico que recién me conoce y ya me está celando? No tenemos ni veinticuatro horas conociéndonos, que espeluznante... –rio un poco.

–Selena me dijo que era Nick, ¿Quién es Nick? –si supiera quien es Nick se ahorraría este interrogatorio. – ¿Te escucho?

–A ver Tadeo, ¿acaso eres un toxico? –enarca una ceja. –Creo que yo no tengo porque darte explicaciones a ti, apenas nos conocemos, repito... –digo mientras decido salir del pasillo, pero él toma mi brazo y jala con fuerza. –No seas bruto, no me jales así.

–Dime quien es Nick o no respondo Allie –un momento ¿Acaso me está amenazando?

– ¿Que? ¿Qué ocurre contigo? –digo realmente molesta. – ¿Por qué te tomas esta atribución? Apenas y nos conocemos, que creepy...

–Yo... –hace una pausa. –Lo siento por esto.

– ¿Eh?

Tadeo repentinamente me toma con sus manos mi pequeña cabeza, me encamina a la pared y mientras me besa, si señores, me beso. Puedo sentir como sus labios furiosos besan los míos, en cada movimiento comienza a tornarse más dulces y me besa con calma.

Intento apartarlo, pero este se aferra más a mí, cierro con fuerza mis ojos y me dejo llevar por esto tan repentino que me está pasando. Un centenar de cosas se pasean por mi mente y de pronto se esfuman, lo hacen en el momento en que me beso a más profundidad con este nuevo chico y no lo sé, pero, ¿Esta esto bien?

En un momento paramos a tomar aire, nos separamos, miro al suelo y no puedo decir nada. Primer día de haberlo conocido y ya nos besamos, ¿Qué me está pasando? Si este es el principio no quiero imaginar el final. Lo que, si me quedo completamente claro, es que, al sentir sus labios, efectivamente Dante desapareció de mi mente por un minuto.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo