Quiero entender porque Selena es incapaz de levantarse un poco más tarde. Ella madruga para desordenar su ropa y ver que encuentra para un nuevo día de clases. Se maquilla, discute con su cabello y maldice cuando el delineador trata de hacerla ver como un panda, yo en cambio solo me levanto, me ducho, coloco mi ropa, botas, peino mi cabello o coloco una coleta. No le doy importancia a arreglarme para ir a clases, solo son unas horas de cansancio.
Pensé que nunca terminaría de arreglarse, hoy Sel se ira a su casa, mis padres llegan por la noche y ella necesita darle calor a su cama. Aunque la veré el fin de semana, se quedara conmigo, no nos separamos nunca, este sábado tendremos fiesta y prefirió quedarse conmigo el fin de semana.
Nos vamos en su coche al instituto, espero ya pronto tener el mío, mis padres dicen que no me quieren dar uno porque piensan que en una noche me escapare y me iré del pueblo, muy buena jugada de su parte, porque saben cómo soy y si lo haría.
Selena enciende la radio y comienza a escucharse Hometown Glory de Adele, me relajo al escucharla y perderme en mis pensamientos.
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– ¿Prometes que siempre estaremos juntos? No quiero que cambies nunca.
–Lo prometo Allie, nunca cambiare, eres mi mejor amiga y la niña a la que cuando estemos grandes querré y cuidare de los dragones –hace ese gesto de guerrero, niego.
–Oh, vamos Dante, los dragones no existen, solo están en los cuentos de princesas –ambos sonreímos, compartimos de nuestro helado.
–Allie tu eres una princesa y cuando vuelva, prometo matar dragones por ti –rio un poco y niego. –Lo prometo, All...
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Me quede dormida en el camino, por lo menos desperté antes de llegar al estacionamiento, si no, podría jurar que Selena me hubiera jalado del cabello para despertarme. No es tan cariñosa que digamos y no fuera sido agradable estar en clases con dolor de cabeza.
Nos dirigimos a la clase de biología, al menos estaré hoy con Nick y Selena y no veré la estúpida cara del tarado de Dante, lo menos que quiero es su presencia y sus conversaciones un tanto fuera de lugar.
–Tomen asientos chicos, hagan grupo de cuatro por favor –dice la profesora mientras entra al salón.
Selena, Nick y yo nos unimos y ubicamos a Claire, una compañera que en ocasiones hace grupo con nosotros. Comenzamos a hablar sobre la fiesta del sábado, aunque yo no diga mucho, ellos y todo el salón tenían ese tema de conversación. La profesora comenzó a escribir en la pizarra y yo tomaba apuntes, mientras Selena y Nick peleaban para ver quien tiene la mejor letra y escribir toda la actividad que debíamos entregar, mientras, Claire y yo sacábamos la solución de todas las preguntas.
Selena termino por escribir todo el trabajo, mientras con su mirada ahorcaba a Nick. La clase término entregamos el trabajo y nos dirigimos a la cafetería, Claire se nos unió y nos dispusimos a comer para luego ir a la clase de química.
– ¿Allison Benz? –pregunta un chico de lentes.
–Sí, soy yo... –le miro un poco confundida.
–El profesor Mitch necesita que al terminar vayas a su oficina.
No es extraño que el profesor pida de mi presencia, soy una de sus mejores estudiantes en literatura y está tratando de conseguirme una beca para la universidad.
Asiento y continuo con mi desayuno, ninguno de los chicos pregunta que sucede porque todos saben muy bien como es todo.
Termino mi desayuno y los chicos se adelantan al salón, mientras yo voy a la oficina del profesor Mitch. Selena y Nick le dirán al profesor guapo de química que llegare al rato, aunque sé que lo dirá Selena, el profesor de química es el hombre de los sueños de todas las estudiantes y Sel no perderá tiempo en hablarle.
Toco la puerta de la oficina y antes de entrar escucho otra voz al otro lado de la puerta, quizás deba esperar a que me llamen. Le digo al profesor aun con la puerta cerrada que me avise para entrar, pero me dice que lo puedo hacer así que entro y para mi sorpresa, mi gran, gran sorpresa, esta Dante.
¿Qué demonios estoy pagando yo? ¿Qué mal he cometido? ¿Por qué a mí? ¿Por qué?
–Aquí estoy profesor, me dijeron que necesitaba verme –digo mientras cierro la puerta.
–Sí, Allison, por favor toma asiento... –dice mientras señala la silla que está al lado de Dante.
–Usted dirá profesor ¿Para que soy buena?
–Sé que te sonara extraño, porque nunca te he pedido este favor, pero necesito que seas la tutora de Dante Nuñez... – ¿eh? ¿Qué demonios está pasando? –Tiene las peores calificaciones en literatura y tu sin duda eres una de mis mejores estudiantes –dice mientras une sus manos en puños suaves.
–Su, tu... ¿Tutora?
Digo sin poder creerlo, esto no lo esperaba, primero trato de ignorarlo y no encontrármelo en los pasillos y ahora debo ser su tutora de literatura, esto es imposible.
–Sí, si Dante no sube sus notas en literatura lamentablemente será expulsado del grupo de futbol y tendrá que venir en verano para así lograr graduarse con toda la promoción, él prometió dar todo de sí mismo para aumentar sus notas, pero necesito de tu ayuda, ¿Puedes?
No le diré que no al profesor, puedo sentir que me necesita y si me busco a mi es porque sabe que podré ayudarlo. Acepto la tutoría y me deja sola con Dante para planificar los días que le daré clases, puedo sentir como mi aura de asesina se expande por mi cuerpo.
–Y bien bonita tutora, hablemos del horario, solo te pido que no choque con mis horas de entrenamiento –dice mientras se acomoda en su silla. – ¿Ok?
–Primero, no me digas bonita y segundo no soy tu amiga, solo soy una compañera que te hará tutoría de literatura... –digo mientras me levanto de la silla. –Envíame tus horarios de entrenamiento y yo luego te haré llegar los días donde estudiaremos literatura.
–Ok prometo no decirte más cosas, pero te recuerdo que si eres mi amiga Allie... –siento que se levanta de su silla y apresuro abrir la puerta cuando dice algo que me deja como hielo. –Debo proteger a Allie de los dragones ¿Lo recuerdas? –chiteo, y niego.
–¿Debo proteger a Allie de los dragones recuerdas? –niego repetidas veces. –Que hipócrita e infantil sonaste, Dante, te recuerdo que cuando volviste me dijiste que ya no era más tu amiga y que aquellas palabras solo fueron cosas de niños tontos... –me volteo y lo miro con lágrimas agolpadas en mis ojos. –Para mí nunca fueron palabras de niños, para mi fueron promesas y si me vas a proteger de esos supuestos dragones, pues, protégeme de ti mismo, porque tú eres el peor dragón de todos los cuentos, malo, despiadado y sin una pizca de amabilidad.
–Allison...
–Idiota.
Salgo de la oficina limpiando un poco mis mejillas, un día prometí en su rostro que nunca me vería llorar, pero que él diga esas palabras como si nada, me da tanto coraje. Prometimos hacer como si nunca fuimos amigos, que él haría su vida y yo la mía y que mi querer por él acabaría al siguiente día, el querer que aún sigue intacto y que nunca desvanecerá, Dante me conoce también y aunque fue un amor de niños y quizás un crush de adolescentes, para mí nunca dejo de ser tan real, en tiempo atrás.
Voy a la enfermería fingiendo que me siento mal, me dan el permiso para irme a casa y al salir tomo un taxi. No me siento bien del alma, en el camino a casa le envió un texto a Selena para que no se preocupe.
Unos minutos después, llego a casa y me voy directo a mi cuarto, no quiero pensar, quiero dormir y levantarme sin este dolor en el pecho. No quiero querer a Dante, quiero borrar de mi mente su estúpida promesa de años atrás, ahora que seré su tutora debo ser fuerte y arrogante como es él.
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El recuerdo aparece, me golpea con fuerza en mi mente, es como una película que se repite una y otra vez en mi cabeza, es imposible olvidar la primera vez que nos vimos. Él fue agradable un gran amigo, podía reír y divertirme con él, ser yo misma, a medida que el tiempo pasaba mi amistad con él fue sincera, pero no todo termino como debió hacerlo.
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–Hola, ¿Porque lloras? –se acercó poco a poco, llevaba una pelota de futbol en sus manos.
–Perdí mi muñeca favorita... –dije mientras limpiaba mis mejillas
–Vamos, yo te ayudo a buscarla... –extendió su mano y yo sin dudarlo la tome.
–Está bien, gracias.
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Solo tenía 7 años cuando fui al parque con mis padres y perdí mi muñeca favorita, Dante llego y me ayudo a buscarla, nunca la conseguimos y sin embargo él hizo que me olvidara de eso. Era algo material y no importaba o eso creía, hubiera elegido mil veces llorar por mi muñeca que estar ahora llorando por ese tarado.Cada domingo que íbamos al parque me encontraba a mi mejor amigo Dante, siempre jugábamos y a la hora de despedirnos siempre nos íbamos triste, pero sabíamos que pronto llegaría nuestro día de parque y nos veríamos nuevamente. Pasaron tres años y nuestras madres se hicieron buenas amigas en todo ese tiempo, no fue hasta que teníamos diez años que los padres de Dante se tuvieron que ir del pueblo por cuestiones de trabajo y volvieron seis años después.Cuando Dante volvió al pueblo fue inscrito en el mismo instituto que
El día se pasa entre bromas con mis padres. Estamos muy emocionados por el embarazo de mamá que decidimos hacer una apuesta, papá y yo decimos que será niño y mamá dice que una niña, el que pierda debe hacer una gran cena por la celebración de saber el sexo del bebe.Cuando Dante vino, mamá me pregunto quién era y no me creía al decirle su nombre, mamá supo que dejamos de ser amigos incluso me vio llorar cuando ocurrió la ruptura de la amistad.Estoy en mi habitación esperando a Selena, me envió un texto diciendo que vendría, sabía que no se quedaría tranquila, así que debo prepararme para contarle todo.Me pongo a ver la tv y escucho la voz de Selena saludando a mis padres, debo respirar profundo para su ronda de preguntas. De seguro ya hasta las enumero en su cabeza, para no pasar ninguna por alto, pero para evitar eso le contare t
Papá y mamá están con sus invitados, mientras yo estoy en el jardín esperando a Selena, no pudo esperar a contarle sobre el chico nuevo, así que decidió venir a casa. Comienzo a disfrutar de la brisa y veo bailar las hojas de los árboles y un sonido de coche me saca de mi disfrute.Selena llega con una bolsa llena de golosinas y chocolate, cuando hace esto es porque se quedará a dormir en casa y tendremos noche de películas. Me acompaña en la mecedora, mientras me pregunta por la primera tutoría con Dante, le cuento y me felicita por haber estado neutral.Ambas pasamos a escuchar un carraspeo, nos vemos y luego a nuestro frente, me asombro un poco.–Hola chicas, disculpen, ¿Se encuentra en esta casa la nueva familia que se mudó al vecindario? –Sel no evita poner sus ojos con asombro, al verlo es Tadeo el chico nuevo.–Oh, hola, ¿Qué h
Dante NuñezEl chico popular y guapo del instituto, el líder del equipo de fútbol, al que todos le envidian su forma de vivir, quisiera decirles que no tengo nada para que me envidien. Solo soy un chico tratando de disfrutar su último año de clases y olvidarme de tanta mierda que llevo sobre mis hombros, mierdas que solo yo construí y que la vida me dio a mí no tan corta edad.Tengo aproximadamente dos horas en el maldito computador buscando un libro que me ayudé con la tutoría, prometí encontrar uno, leerlo y luego analizarlo para entregarle todo listo a Allison. Ya mi desespero aumenta y prefiero ver la tele, mañana continuare mi búsqueda, debo esforzarme, no quiero fallarle al profesor, al equipo y a ella.Enciendo la tv, pero prefiero ver mi móvil, la enciendo para no sentirme solo en la habitación –cos
Nick y Claire están juntos. Cuando llegamos al instituto, los vimos tomado de la mano, lo que está a la vista no necesita anteojos como dicen por allí, por fin suena el timbre de salida y corro a mi casillero a dejar mis cosas. Quiero irme inmediatamente, la clase de matemática estuvo interesante, pero quiero volver a casa.En los pasillos solo se escucha sobre la fiesta de mañana, Nick, Claire y Selena están decidiendo la hora para irnos, yo no participo porque no me importa mucho, solo iré para no romper la promesa.–Allie, ¿Te parece a las 8pm? –pregunta Nick y asiento sin antes agregar algo importante.–Nosotros a las 8, Selena a las 5pm, ella se toma tanto tiempo arreglándose que debemos decirle 3 horas antes para que esté lista –todos ríen con mi comentario y mi compañera me quiere dar con el casillero. – ¿Qué? Es verdad.&
– ¡Oh Dios mío! –el grito de Selena logra que corra de regreso y la encuentro sobre mi cama y meneándose con una canción que ahora suena. –Esta canción, saca todo de mí, ¡todo! –es Don’t Cha de Pussycat Dolls, y ella esta entregada al papel.–Sel... ¿podrías ver lo que me he probado? –asiente, pero no voltea, me quedo como idiota esperando que la música haga lo suyo en ella. De pronto voltea y me mira perpleja, sonríe.– ¡Diosa! ¡Te cómo!–Ay por Dios...–Debes utilizarlo con tu pantalón blanco, el que tiene rotos en las piernas, con ese quedara perfecto, ah y no puedes olvidar tus tacones –no es en serio lo que dice ¿verdad?– ¿Qué? ¿Tacones? –asiente sonriente, niego. –Logre conseguir algo que no mostrara mis l
Allison Benz¿Así se siente cuando tomas? ¿Así es como todo te da vueltas? ¿Esta es las ganas de vomitar que te atacan?Menudo dolor de cabeza que se me ha pegado, veo un reloj sobre una mesita que no tengo ni idea de quién es y son las cuatro quince de la madrugada. Miro alrededor y puedo deducir que es la habitación de un chico, siento un brazo a mi alrededor y sonrió, –si, como una idiota sonrió–. Se de quien se trata y al voltear con mucho cuidado, busco observarlo mejor y no despertarlo.Comienzo por sus ojos los cuales tiene cerrado, sus cejas densas, su nariz un tantito ancha y respingada, sus labios, sus mejillas y esas escandalosas pestañas que desearía tener. Su pecho sube y baja con tranquilidad, siento ese jodido nudo en mi garganta y lo espanto de inmediato.¿Por qué? Yo solo me pregunto por qué cambio t
Bajo y escucho la voz de Nick, mamá y mi nana, quizás estén en la cocina, me dirijo directo hasta allá y allí están preparando el desayuno. Saludo a mamá y abrazo por detrás a mi nana, Nick me saluda elevando la barbilla mientras yo le guiño el ojo, al menos yo estoy tranquila cuando Selena lo vea, quizás le tire todos los huevos a la cabeza.– ¿Mi amor que tal la fiesta? Nick me dijo que se la pasaron muy bien –mamá está cortando fresas para comer con hotcakes, mientras Nick exprime naranjas para el jugo.–Oh sí, no son tan malas que digamos, creo que disfrutare de mi último año –mamá sonríe y escuchamos los pasos de Selena. –Nick es mejor que corras ¡Ahora! –digo mientras él no entiende.– ¡Oye tú! Idiota, ven ahora mismo hablar conmigo, te advierto que no creo que salg