Joel.Luis me dio la enhorabuena tan pronto como le conté la noticia, aquella mañana, y me aseguró que se portaría bien, y sería un niño bueno con Maribel, para que yo pudiese seguir mis estudios.Estábamos a punto de brindar con champagne, y aquel delicioso pastel que había comprado para la ocasión, cuando llamaron a la puerta.Era Alicia, no podía ser otra persona, no esperaba a nadie más, ya que Maribel aún estaba en Valencia, con su padre, el cual se estaba recuperando del infarto.Me encaminé hacia la puerta, con una enorme sonrisa en el rostro, ilusionado, y confundido al mismo tiempo, pues aún recordaba sus palabras de la noche anterior. “tengo que ir al estudio” me había dicho.Aunque, no le di demasiada importancia a ello, quizás… quizás se había librad
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