—Esperamos que te sientas mejor pronto—le dije. —Si hermanita espero que te sientas mejor mañana para ir a visitar a la abuela—agregó Naran. —Bueno hermano vámonos para seguir dibujando en la sala—dije con tranquilidad. Aquel lunes fue bastante agradable pues me la pase dibujando con mi hermano menor mientras nuestra madre se encontraba en la cocina preparando la comida para la hora en que llegara papá. Por lo que no volví a salir y ese día transcurrió con normalidad a la par de que, hacía actividades con mi hermanito. Vimos el televisor, dibujamos, comimos lo que se nos preparó así hasta que la noche llegó para cenar. Ese lunes podría decir que fue el último día en el que estuvimos completos como familia bajo el techo de nuestro hogar ya que a partir del martes de esa semana en específico algo comenzó a pasar. El martes mi hermana Dulce despertó durante la madrugada con problemas respiratorios. Todos creímos que fue el aire acondicionado que estuvo encendido todo el día anterior. A
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