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Todos los capítulos de Apostando al destino: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Prólogo
Desde muy temprano la sensación de ser asechada persigue a Victoria y el creer que pueden salir del país sin inconvenientes, no la tranquiliza. Desde la última llamada que recibió de su hermana Alma, no ha podido conciliar el sueño, sus palabras resuenan en su cabeza y le golpean profundo el corazón. “Hasta el momento todo marcha según lo planeado, pero hay algo que no he considerado. Él ha vuelto a aparecer, aún no ha hecho contacto conmigo, pero creo que me ha encontrado. Sé que es mucho lo que voy a pedirte, pero no confío en nadie más. Pase lo que pase ¡Por favor! No dejes que se la lleve. Mi vida ahora está perdida y estoy consciente de que moriré en cualquier momento. Pensarás que soy cruel al decirte esto por teléfono, cuando aún no le he dicho a Arlene que es mi hija. Supongo que después de todo será mejor que se quede todo así. Has hecho un gran trabajo como madre, yo nunca habría podido lidiar con un
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Capítulo 1
Arlene El salón principal del Hotel Wilson Park Lima, de propiedad de la familia Molina, se vestía de gala para recibir el año nuevo, en una de las celebraciones más esperadas del año. A esa majestuosa fiesta obviamente que tendría que asistir su mejor amiga, yo; Arlene Jackson, la princesa de Lima, la chica más deseada por todos y la que nunca fue capaz de mirar a nadie que no fuese de su misma clase social. Par algunos sigo siendo la misma presumida y cruel líder de las diosas de la universidad, pero eso quedó enterrado hace algunos meses, Estoy estrenando una nueva manera de vivir y mi primer objetivo es dar ese primer paso para conquistar a mi querido maestro Armando Vásquez. Un hombre joven, inteligente, de buena apariencia, que ha mostrado gran sensibilidad, sexy, con cierta intriga en su vida, lo que lo hace muy interesante. Sin duda un hombre solitario y misterioso que cualquiera quiere cazar.Y ahora presente en la fiesta
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Capítulo 2
Meses después Los días han trascurrido más que geniales, debo confesar que temía que todo se fuera a la m****a, ¡pero no! He hablado con mis padres seguido y lo que más he amado son las video llamadas en los diferentes puntos del país. Quitándole lo duro de los entrenamientos a los que me ha sometido como si me preparara para la guerra, debo decir que estas semanas han sido de ensueño.Y hoy nos encontramos en el puerto de Manaos a punto de subir a un crucero por el río negro y tener una última aventura recorriendo la Amazonia antes de volver a casa. —Llegó el momento de hablar de algo muy importante. —Me lleva a un lado apretándome fuerte del brazo. ¡Joder! De esta manera tan brusca cualquiera deja sus más profundos pensamientos y vuelve a la realidad. Dejo salir mi agudo grito de dolor, pero parece no importarle, me arrastra hasta un pequeño callejón, como escondiéndose. —
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Capítulo 3
Arlene No pienso en lo que pasara conmigo al salir del auto, solo activo mi instinto de supervivencia como me lo enseñó Armando, sin miedo, sin dudas y a lo que Dios quiera. Por suerte empiezo rodando por una pequeña colina, ¡mierda! En las películas de la tele no se ve si hay rocas, ramas, insectos, espinos. ¡Maldita sea! Pero son ellos o mi vida, no quiero acariciar la idea del lugar la que iré si me atrapan. Mi corazón está acelerado, estoy muriendo de miedo y terror al escuchar a los malditos autos detenerse y al estúpido, cara de mono gritar “¡Vamos, sepárense y busquen a esa maldita perra! ¡Muévanse, que estamos retrasados!”Solo trato de cubrir mi cara y aguantar el dolor de los raspones, ¡créanme que poner la mente en blanco no ayuda! Pero si lo hace el miedo a ser asesinada. Me leva
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Capítulo 4
Alex —Perú Hace unos días Armando se puso en contacto conmigo; cosa extraña, pues dijo que solo lo haría cuando estuviese en peligro. Pero no se escuchaba como un desesperado agente descubierto; sino como un hombre preocupado por el futuro de su mujer.—Quiero que me prometas que llegado el momento cuidaras de Arlene.—¡Espera! ¿Estás comprometido? —Me resulto extraño que en su trabajo tan arriesgado decidiera darse un tiempo para el amor, cuando había renunciado a ese sentimiento.—Ella es especial y está en peligro. Te enviaré algunas direcciones y contactos en Colombia. Por ahora estamos en Brasil, pero no por mucho. Memoriza o codifica los datos, tienes que deshacerte de todo.—¿Estás enviándome una misión acaso? No estoy de vacaciones, sabes que…—No te preocupes por el jefe, hablaré con él.— ¿En qué líos te metiste ahora?—En los peores mi amigo, los del corazón.
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Capítulo 5
  ARLENEEn manos de Ramiro Gaviria o “Tiberio” como se le conoce en la zona, en estos días he llegado a conocer mucho de mi padre; el famoso Dios de la heroína. Ahora sé perfectamente de donde ha salido cada centavo de la fortuna que amasado y lo que pretende hacer conmigo y pues, en cualquiera de los dos bandos estoy perdida. Lo que aún no sé es quien es mi madre y es un tema que no me quita el sueño, en estos momentos lo que me interesa es buscar la mejor manera de escapar. Estos días me han servido para estudiar y analizar el panorama, he sido buena niña, he dicho solo lo que quiere escuchar y después de ver todas las posibilidades para lograr un buen escape; al fin puedo decir que tengo una pequeña probabilidad con un mínimo margen de error. Ya estoy lista para irme de este maldito infierno.Según Tiberio, parece que mi famoso padre tiene gente infiltrada en sus filas, por eso corrió
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Capítulo 6
  Alex —tres semanas después Los días han transcurrido rápido y no puedo decir que me he aburrido, mis grandes nuevos amigos se han encargado de desvelarme todos los días para torturarme con los rudos entrenamientos, obviamente que mi preparación me ha ayudado a deslumbrarlos con mi rápido aprendizaje. ¡Joder! Puedo presumir que soy un maldito genio.¡Si tan solo supieran quien soy en realidad!En fin, he recorrido la hermosa Cartagena y sus alrededores en mi propio automóvil, digamos que me han dado libertad para trasladarme y no por confianza, sino porque saben que no puedo escapar.¡Qué locura! No quiero hacerlo, ahora que sé que Arlene está en la ciudad desde hace varios días huyendo de Tiberio. Tal como lo dijo Armando, la pequeña princesa se las ingenió para escapar de sus garras y ahora tanto ellos como nosotros la buscamos.La gente de Dionisio ha peinado el área al centí
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Capítulo 7
  En cuanto entramos por la parte de atrás del Club Placeres, coloco el seguro a la puerta. Y la miro silenciando mis labios con un dedo, dejándole entender de que no debe hacer ruido, los hombres están afuera y lo primero que hicieron fue intentar abrirla. Nos quedamos mirando la puerta unos segundos hasta que la voz de mi contacto nos sobresalta—¡Ah, eres tú! —Al girar notamos que nos apunta con una escopeta. — ¿Quién es ella? —Su voz ronca de sargento no va con esa cara linda con exceso de maquillaje. Arlene me apriete la mano, quizás fue solo por la tensión del momento, porque un segundo después se aparta dejando un gesto de desagrado.—Es la mujer de la que te hable. —respondo caminando al interior del local, no sin antes arrastrar conmigo a la pequeña gatita.—Puedo caminar sola —aparta su mano enojada.—Y es tan desagradable como la describiste. —Agrega Luca con su voz dulce, caminando delante meneando las caderas.— ¿Qué?
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Capítulo 8
Alex Deja de forcejear, su cuerpo se relaja, es entonces que insisto en repetir que no quiero entregarla con su padre. Su mirada cambia y creí que podíamos empezar a tener esa charla amena; pero me equivoqué. Me hizo creer eso y sin esperarlo me deja un rodillazo en la entrepierna que me aleja lo suficiente para dejarme ese agradable golpe en la mandíbula. ¡Joder! Pierdo un poco el equilibrio por lo inesperado del movimiento. La veo saltar como liebre en dirección a la salida. Cuando creo que se saldrá con la suya; Luca aparece para salvar la situación.Antes de que sus manos tocasen la puerta, se abre y veo la cara sonriente de mi buen amigo. “ No dejes que vaya” grito reincorporándome.Mi contacto reacciona como un ninja y sin soltar la bandeja que trae en las manos. Levanta la pierna sin importar su falda corta y ceñida que se levanta dejando ver su bulto entre las piernas bajo
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Capítulo 9
Dionisio   No puedo creer que haya perdido más de tres docenas de mis mejores hombres en una búsqueda que la teníamos ganada. La tenía tan cerca simplemente estos incapaces la perdieron y se atreven a ponerse frente a mí suplicando clemencia por su vida cuando el precio por el fracaso es la muerte y mi decisión jamás es cuestionada. —No requiero en mis filas a una bola de inútiles como ustedes —saco mi arma y les a punto —Tengo jóvenes que se preparan desde hace mucho para ocupar sus lugares. Así que si no tienen un argumento válido, morirán. Muevo el arma apuntando a la fila de izquierda a derecha, viendo como el miedo en aquello cobarde sale a flote. Y de repente inicio con el primero de la izquierda; un tiro perfecto en la frente termina con la vida de… ¡Al diablo! Ahora me doy cuenta de que ninguno de estos perro tiene nombre en cuanto se puso el uniforme, solo fue un número más en mi cuartel.
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