La distancia entre la casa de Julia y la casa de Román era de menos de 100 metros, pero pudo haber sido la de un paso de acuerdo a la inmediatez en la que el chico estuvo presente en la puerta de Julia, efectivamente había logrado estar ahí antes de que ella se terminara su cigarrillo, y no solo eso, sino incluso antes de que ella tuviera tiempo de procesar lo que estaba sucediendo, era obvio que Julia estaba un poco ebria, pero no lo suficiente como para que realmente fuera obvio para Román, ni al punto donde sus acciones estuviera siendo controladas por el alcohol en su organismo, pero lo suficiente como para desinhibirla, apagó su cigarro en la suela de su zapatilla y lo dejó en un cenicero improvisado que creó con un vaso, una servilleta y un poco de agua, se levantó y observo al chico iluminado bajo la luz amarilla del poste de la carretera, con una expresión que insinuaba que seguía medio dormido, un p
Leer más