Era una tarde atareada en la vida de Julia Santos, mientras salía de su clase de calculo II en la facultad de ingeniería conversaba con algunos de sus compañeros que se dirigían al estacionamiento trasero del campus, Miguel un compañero de Julia le preguntó si quería que le diera un aventón a casa y aunque ella se sintió agradecida por la oferta le respondió que hoy ella había traído el auto que su padre le había regalado por su cumpleaños 18 hace solo unos meses, aunque a Julia no le gustaba mucho conducir disfrutaba de esta nueva independencia que venía con ser su propia chofer. Se despidió de sus amigos y cada uno se dirigió a su auto, Julia se detuvo frente a su puerta para chequear como se veía en la ventana, vio su abundante cabello negro y rizado luciendo espectacularmente, aunque sus ojos se veían cansados con dos bolsas negras debajo de ellos, y se preguntó si quizás era demasiado el tiempo que estaba ocupándose durante el día a día y si debía tratar de dormir más, ya que solo unas semanas antes había aceptado un trabajo dentro de la universidad como tutora oficial de la facultad, pero junto con su recién descubierta independencia vino la necesidad de poder generar su propio ingreso de dinero, ella nunca había sido una que disfrutara depender de sus padres para tomar decisiones, pero nunca había conocido nada distinto al vivir bajo las ordenes y merced de ellos durante sus primeros 18 años de vida, al darse cuenta que se había perdido en el flujo de sus pensamientos rápidamente entra a su Spark LS hatchback y lo enciende, aquí viene la parte menos divertida de tener un auto manual, y es conducirlo, al menos para Julia, sale fácilmente del estacionamiento en vista que al tardarse un poco más que sus compañeros pudo salir sin ningún otro auto siendo conducido alrededor de ella mientras se iba, durante el camino se dejó llevar un poco y en vez de preocuparse por realizar los cambios que tanto le costaban comprender decidió ir a un ritmo fijo, manteniendo su auto en la 2da velocidad mientras iba por el canal lento de la autopista que la llevaba de su universidad a los suburbios donde vivía, aunque su auto podía ir más rápido Julia constantemente decidía mantenerse por debajo de los 40km/h y aunque pretendía que esto la relajaba al conducir veía los autos y sentía la presión de cada conductor trasero que le tocaba la bocina y la pasaban acelerando bruscamente a su lado, esto la avergonzaba pero no estaba precisamente deseando empezar a conducir más velozmente, de nuevo julia se encontraba perdida en el flujo de sus pensamientos, al darse cuenta bajó la mirada para chequear algo que había llamado su atención y era la pantalla de su teléfono que justo se había encendido para mostrar que recibía una llamada de ¨ Alessio Tutorías ¨ su jefe, por decirlo de alguna manera y recordó que hoy luego de la clase de Calculo II le correspondía hacer tutorías personalizadas con un chico de 1er semestre, entonces levantó el teléfono y contestó muy apenada – Alessio, olvidé completamente que debía dar tutorías y salí del campus, pero ya mismo tomaré el retorno y estaré ahí a tiempo- Alessio que conocía a Julia, a quien el describiría como aplicada, responsable pero olvidadiza solo se rió y le dijo – llamaba justo para recordarte en caso de que fueras olvidado- y colgaron, Julia se tomó el siguiente retorno que se venía y al tomar rumbo hacia la universidad en contra de su deseo de no cambiar tanto de velocidades fue acelerando para llegar a tiempo, no le importaba que la vieran como algo a quien había que recordarle las cosas con frecuencia, pero lo que nunca quería ser era alguien que hacía a los demás perder su tiempo así que estaría allí antes de que el chico al que le daría tutorías, en su camino poco fue el tiempo que tomó para pensar y dejar su mente llevarse, en menos de cinco minutos estaba de vuelta en el estacionamiento trasero de la universidad y estacionó rápidamente, dirigiéndose con paso apresurado a la biblioteca donde exactamente en 7 minutos, a las 13:00hs llegaría el chico al que le había estado dando tutorías 3 veces a la semana las últimas semanas, Marco algo, y al cruzar el campus, pasar la facultad de ingeniería, un conjunto de edificios cerca de la parte trasera, y la facultad de idiomas, un edificio con grandes ventanas polarizadas, y mientras pasaba frente a ellas solo podía preguntarse si estarían otros estudiantes viéndola, juzgándola, burlándose, pero dada la situación solo siguió su paso y no dejó que estos pensamientos intrusivos la hicieran bajar la velocidad de su paso o cuestionar su manera de caminar, y al darse cuenta estaba justo al lado del edificio principal, donde se encontraba la biblioteca, entró y en la recepción no había más que el recepcioncita un señor mayor de cara amable pero carácter fuerte, quien ni siquiera se inmutó cuando Julia pasó delante de su escritorio y le deseó las buenas tardes, y entró a través de la puerta de la biblioteca, y bajo la iluminación lúgubre de esta pudo observar unos 4 estudiantes dispersos en las distintas mesas organizadas para estudiar, no conocía a ninguno de ellos y si lo hacía pues tampoco los recordaba, se sentó en la mesa más cercana a la puerta que estaba desocupada y tomó su teléfono, viendo que aún tenía 5 minutos antes de la llegada de Marco, decidió revisar sus redes sociales, en w******p vio varios mensajes de amigos y grupos de estudio y recreativos a los que no les dio mucha importancia, el primer mensaje en llamar su atención fue uno de su madre preguntándole si vendría a almorzar o llegaría para la cena, su madre sabía de sus tutorías y su horario de clases que parecía ser armado en aleatorio, en el que en días como hoy, pasaría la mañana y la tarde en la universidad sin suficiente tiempo libre para ir a su casa, así que le informó que estaría ahí a la hora de la cena pues tenía un bloque de tutorías y luego una clase de Algebra Lineal a las 15:00hrs, y pasaría por casa de su padre pues habían quedado ese día, seguido recordó que temprano antes de salir de casa se había tomado una selfie y publicado en su story de i*******m, por lo que recordando lo mal que se veían sus ojeras en el reflejo de la ventanilla de su auto decidió borrarla, pero antes vio en la barra de notificaciones que un chico cuyo icono del perfil encontró atractivo y justo debajo de esa notificación vio que el mismo chico había reaccionado y respondido a su story, su usuario no le pareció reconocido pero la respuesta que había enviado parecía de alguien que ya la conocía desde antes, leyó en su mente – Julia te has puesto guapísima – que respuesta tan básica para empezar una conversación, dio tap en su perfil y vio el nombre antes de siquiera ver sus publicaciones Román López, y se vino a su mente su molesto vecino de casa de su padre que hace un tiempo se había ido a estudiar fuera del estado, y no podía haber adivinado por sus fotos, al verlas se dio cuenta que aunque seguía siendo claro que era el mismo chico ahora ya no parecía un inmaduro niño, más bien parecía mayor que ella incluso, no tenía tantas fotos, 9 fueron las que pudo encontrar y ver lo atractivo que se veía, en la playa con sus amigos, en el lago con una amiga, y subiendo una montaña, parecía tener una vida muy interesante allá en la ciudad donde estudiaba, se encontró pensando que ojala la chica de sus publicaciones que parecía estar más presente en sus fotos que cualquier otra persona no fuera su novia, pensó también en responder su mensaje y fue interrumpida cuando la voz de Marco la hizo levantar su mirada.
El resto de la tarde siguió su curso como cualquier otro día, la tutoría fue exitosa de manera media Marco logró sentirse cómodo con el tema, su clase de algebra incluyó un examen sorpresa, que realmente no fue sorpresa para nadie, el profesor solo seguía el mismo esquema todos los semestres y ya la voz se había corrido acerca de sus exámenes sorpresa la 2da semana de cada cuarto del semestre y Julia condujo de manera paciente a casa de su Padre, de nuevo sin ningún tipo de apuro y al llegar su padre estaba sentado en el jardín dentro de la casa, su padre un hombre de tez oscura, cara de perro molesto y de espíritu joven con ojos que lo reflejaban, podía parecer intimidante a primera vista, pero estaba lejos de ser algo similar, al verla estacionarse en la acera frente a la casa se levantó para abrirle la puerta de la reja que estaba al frente de la casa en la que alguna vez vivió su familia, una casa grande y espaciosa donde Julia podía recordar a sus primos, amigos de la infancia e incluso a Román jugando, corriendo y divirtiéndose hace tantos años atrás, se bajó del auto un poco nostálgica, hacia algunos meses que no venía a casa de su padre, que aunque no quedaba a más de 25 minutos en auto de su casa, y apenas un poco encima de 45 minutos de su universidad, no era un destino que fuera muy concurrido para ella, se arrepentía de ello, sabía que su padre amaba verla ir, pero la distancia de Julia con sus padres se había hecho mucho más grande desde que empezó la universidad, pero no se había dado cuenta de cuanta hasta que al bajarse de su auto no recordaba haber venido ni una vez ella conduciendo, cosa que confirmó al acercarse a la entrada y escuchar decir a su padre mientras le abría y saludaba con un abrazo
– Deberías usar tu auto pare visitar a tu papá más seguido, es primera vez que te veo conduciéndolo desde tu cumpleaños, ya había olvidado como se veía.- Dijo en un tono gracioso que escondía pesar
- Pa sabes que lo intentaré, es que con la universidad y el trabajo se me ha hecho imposible tener una organización para hacerlo.- Aunque esto era cierto, respondió con bastante pena pues sabía que no le tomaba tanto tiempo- Quisiera que todo fuera más fácil.
- Pues justo de eso quería hablarte cariño, ven sentémonos. – Julia se extrañó, no entendía a que podría estar haciendo referencia su padre, y lo siguió con bastante curiosidad en sus movimientos.
- Pues si querías crear algún tipo de incertidumbre en mi lo lograste Pa, cuéntame, ¿de que quieres hablarme?- La curiosidad era alta pero tampoco pensaba que pudiera estar pasando la gran cosa.
- Julia, últimamente tu madre y yo hemos estado hablando sobre ti, sobre tu futuro... durante los últimos meses, desde que empezaste la universidad la nostalgia de que estés tan ausente- Julia al oír esto lo interrumpió
- Ouch - resopló
- Cariño sabes que no te estoy tratando de hacer sentir mal, solo que como padres podemos notar esa ausencia, incluso aunque no viva contigo y tu madre, yo la siento, y por ello empecé a verme con tu madre de nuevo, sé que puede caer como una sorpresa pero ella y yo, creo, estamos contemplando la idea, bueno… yo le ofrecí- parecía estar tratando de escoger sus palabras muy bien, pero los nervios lo hacían tropezarlas.- Le propuse a tu madre que vuelva a casa, aquí, contigo, que estemos todos juntos de nuevo, su compañía ha sido iluminadora para mi, todo lo que no entendía antes, ahora si lo entiendo, y para mi sorpresa tu madre parece sentirse igual conmigo ahora, y la primera condición para seguir adelante con esto es que tu estés de acuerdo, sé que hemos estado separados por varios años, pero esto no le pasa a todo el mundo, que el amor renazca así… no sé como vayas a tomarte esto, y créeme que me ha costado ser lo suficientemente valiente como para decirte.- En sus ojos había esperanza, y miedo, miedo a que su hija pudiera no estar de acuerdo, o incluso en contra de verlos juntos de nuevo, y no ayudaba que lo único que veía era a su hija con una expresión que transmitía confusión, pero poco a poco pudo empezar a observar la formación de una sonrisa, cuando Julia lentamente articuló
- Pa, cualquier cosa que los haga felices. Sé que no estaba en mis planes mudarnos, mucho menos pensaba que viviríamos los 3 juntos de nuevo, y eso me alegra. Tengo que hablar con mamá pero creo que mientras ustedes estén de decididos… todo funcionará.- La cara del padre de Julia se iluminó y tuvo una gran sonrisa al decir
- Julia, estoy tan feliz de oírte decir esto, es lo que más quería. Todo el tiempo que necesites, sé que habrán muchas dudas que tengas. – Dijo con mucha emoción
- Es que antes de irme quiero saber con lujo de detalles, como mis padres se enamoraron de nuevo- rió sonando interesada en serio en oír la historia.
Julia dejó la casa de su padre a las 20:12hs exactamente, tras haber hablado con su padre por poco más de dos horas, recordó que tenía que cenar con su mamá, ella insistió en que su padre fuera con ella pero el quería darle el espacio para que hablara con su madre sobre todo lo discutido esa tarde, y aunque Julia estaba muy feliz de verdad no le provocaba tener esa conversación esta noche, el cansancio la consumía y solo quería recostarse, poner algo de música y quizás pasar el rato con su mejor amiga Diana, pero su instinto le decía que sería imposible. Julia pasó el camino sintiendo como sus pies estaban cansados y sus zapatos se sentían incómodos luego de pasar todo el día sin llegar a casa, llegó a casa y estacionó su auto en el garaje, no pudo evitar pensar que probablemente ya no viviría en esta pequeña casa de los suburbios que su madre heredó de su familia, y donde había vivido por más de diez años ya desde la separación de sus padres, ya casi eran las 21:00hs, su madre seguro estaría curiosa, ya ella sabía con qué motivo su padre la había citado, así que a Julia no le sorprendió encontrarla sentada en la sala de estar fingiendo leer una revista que ha estado en la pequeña librera de la sala de estar por tanto tiempo que podrías pensar que vino con la casa, y le dijo
- ¿cómo están las noticias del 2009? – en tono burlón
- Juls, me interesan un poco más las noticias que recibiste hace un rato, la cena está casi lista, si quieres toma asiento mientras la sirvo. – La manera de expresarse de su madre ignoraba completamente cualquier tono ligero que Julia pudiera haber tenido la intención de tener.
Julia rompió el hielo antes que su madre tuviera lista la mesa
-Mami, sé que para ti esto es algo muy preocupante, pero puedes contar con todo mi apoyo.- Su madre vio con asombro la decisión con la que su hija le hablaba de esto que por tanto tiempo le había preocupado aceptar. Se sentó con alivio en una silla próxima a la de Julia y le dijo con la cabeza abajo sostenida solo por su mano derecha.
-Es que ha pasado tanto tiempo, cuando tu padre y yo nos separamos nunca pensé que estaría con el de nuevo, sorprendentemente cuidarte fue suficiente y nunca me cuestioné mi decisión de seguir soltera, y me preocupa pensar que quizás es muy tarde, que a lo mejor ya mi tiempo paso y estoy siendo inmadura al pensar que puedo volver a una relación que ya en el pasado no funcionó…- Julia no supo qué decir, el repentino desahogo de su madre, así que se levantó de su silla, con el cuerpo un poco entumecido de ver a su madre insegura de las posibilidades de que su amor funcionase, pero Julia confiaba en sus padres, y caminó hasta detrás de la silla donde estaba sentada norma y la abrazó, y solo dijo
-Yo creo en ustedes, yo confío en ti, y tú mereces amar y ser amada sea como sea te plazca.
La mudanza, y adaptación a la nueva vida de la reunida familia Santos había sido muy orgánica, debido a la naturaleza de las vidas de todos, entre los estudios de Julia, sus tutorías, los empleos de sus padres pudieron disfrutar de manera muy buena vivir juntos sin problemas de convivencia, mientras que poco a poco Julia y su madre Norman fueron dejando de lado la casa de la familia de Norma y empezaban a tratar esta casa como su hogar de nuevo, el cuarto de Julia era el que por el descuido había necesitado más reparaciones así que ella dormía en el cuarto de huéspedes mientras en sus días libres junto a su padre arreglaban esta habitación que parecía un museo de su infancia, donde su padre poco movía las cosas que ella durante sus visitas dejaba en el cuarto, hacía tantos años que no dormía en este cuarto, pero ya habían pasado dos
Cualquier ápice de ebriedad o mareo que Julia pudiera sentir desapareció con la sorpresa, había descartado completamente la posibilidad de que viniera Román y de todas maneras no lo esperaba en su puerta delantera antes de un aviso, pero no le molestaba en lo absoluto.- Estás hermosísima, increíble lo que has hecho con tu cabello, aunque la verdad estabas hermosa ya.- comentó Román con sus ojos brillosos, y tomó la mano de Julia para saludarla, le dio un beso en la mejilla y abrazó, ella devolvió el abrazo y se embriagó con el olor del perfume del chico, que mientras la abrazaba dijo- Es un placer verte después de tanto tiempo.- Hueles muy bien, y también es un placer verte.- Respondió Julia, Román rió y asintió mientras ella se separaba y le indicaba que pasara.- No te esperaba tan tarde.- La risa de
La distancia entre la casa de Julia y la casa de Román era de menos de 100 metros, pero pudo haber sido la de un paso de acuerdo a la inmediatez en la que el chico estuvo presente en la puerta de Julia, efectivamente había logrado estar ahí antes de que ella se terminara su cigarrillo, y no solo eso, sino incluso antes de que ella tuviera tiempo de procesar lo que estaba sucediendo, era obvio que Julia estaba un poco ebria, pero no lo suficiente como para que realmente fuera obvio para Román, ni al punto donde sus acciones estuviera siendo controladas por el alcohol en su organismo, pero lo suficiente como para desinhibirla, apagó su cigarro en la suela de su zapatilla y lo dejó en un cenicero improvisado que creó con un vaso, una servilleta y un poco de agua, se levantó y observo al chico iluminado bajo la luz amarilla del poste de la carretera, con una expresión que insinuaba que seguía medio dormido, un p
Al Julia recostarse en su cama aún sentía el efecto del alcohol sobre ella y se preguntó si podría adjudicarle a ello el hecho de que todo esto con Román haya sido tan surreal, incluso se cuestionaba qué la había hecho ignorar la molestia que sentía porque Román la había plantado sin siquiera dar una explicación muy clara, le molestaba pensar que no le envió un mensaje, y en el fondo aunque no lo quisiera admitir le molestaba que no hubiera considerado invitarla. Si, ella sabía que al final del día no tenían compromiso el uno con el otro de invitarse a todos lados, pero si quería pasar el día con ella realmente… sabía que a sus padres le agradaba Julia y no sería extraño verla allí para su despedida, pero solo con tenerlo frente a ella y después de unas pocas palabras de excusas y disculpas lo había dejado de lado, y
Julia había tenido un par de meses ocupados, la universidad y las tutorías, e incluyendo los exámenes finales que habían tenido lugar las últimas semanas de noviembre realmente no había dejado que su mente extrañara a Román López, y efectivamente había funcionado, incluso ella estaba usando la distracción cuando inevitablemente olas de pensamientos sobre el tema la invadían, simplemente si él llegaba a su mente ella se ocuparía de tal forma que no tuviera tiempo de dejar que esas olas disturbaran la paz que sentía. Paz… aunque ella tratase de engañarse a si misma sabía que esta así llamada paz no era más que ella ignorando sus verdaderos sentimientos, y eso había estado con sus amigos y consigo misma, desde aquella llamada con Diana no hubo mucha mención del tema o del chico por parte de ninguna de las dos, de hecho al Diana tratar de conversar con su amiga del tema la reacción de esta era fingir que no era importante aunque en el fondo sentía su corazón sufrir con el distanciamient
Román iba a su casa como quien no quería la cosa, cuando pensó que quizás Julia ya estaba por entrar de vuelta a su casa cuando instintivamente vio hacia atrás, buscando tener otro vistazo antes de irse del rostro de la chica que hacia su corazón latir extremadamente rápido y sus palabras entorpecerse, al verla se dio cuenta de que ella también lo veía a el, ella había volteado al mismo tiempo, su reacción fue totalmente natural cuando le sonrió y alzó la mano despidiéndose una vez más, esta noche había sido fantástica, todavía no podía creer que la había besado, una cosa era besar una chica medio ebrio en una fiesta, pero esta vez tuvo el valor de hacerlo sobrio, el no podía imaginarse que una chica como ella se fijara en el, claro mucha gente decía e incluso Román sabía que físicament
Will llegó por Julia poco más de diez minutos luego de que terminara la discusión entre ella y Román, poco después de que el fuera de vuelta a la fiesta de los Smith, pero las lagrimas en los ojos de Julia no habían cesado así que antes de levantarse de las silla donde esperaba se limpió un poco las lagrimas y al subir al auto ambos se desearon un feliz año nuevo mutuamente, en el camino bajó la ventanilla y con una seña le preguntó si estaba bien que fumara dentro del auto y el asintió así que ella encendió un cigarrillo, al verse en el espejo retrovisor mientras expulsaba una bocanada de humo pudo darse cuenta de sus ojos hinchados y rímel corrido, era obvio que su amigo se había dado cuenta también y sintió como el ambiente realmente había estado tenso desde que salieron de su casa, ella noto que Will tenía intenciones de preguntar qu&
La madrugada del primero de enero no salió como Román había planeado, después de su encontronazo con Julia volvió a casa de los Smith, donde al cabo de una hora casi todas las personas de su edad se habían ido a otras fiestas, el no había hecho planes pensando que estaría con Julia, su optimismo no tuvo el mejor de los resultados, solo quedaban adultos y un chico de su edad, al que conocía de vista pues vivía a unas calles pero nunca los habían presentado. Este chico lo observaba demasiado, como si quisiera acercarse a la mesa en la que Román estaba sentado solo mientras consideraba irse a su casa ya a dormir, aunque sería deprimente desperdiciar la noche estaba ya listo para levantarse e irse cuando él se le acercó y lo saludó.- ¿Qué tal? ¿También pensaste que esta sería una gran fiesta? – preguntó mientras