Sentí como de a poco era consciente de mí misma. Mi cuerpo estaba débil y cansado, sin fuerza.Un dolor de cabeza, como si un cuchillo se clavara en mi sien, hizo que frunciera el ceño.Abrí los ojos con cuidado, parpadeando un poco, confundida, para acostumbrarme a la luz.Un techo fue lo primero que ví. Era de madera... para nada igual al de mi casa. Y antes de que pudiera entrar en pánico recordando todo lo sucedido, una voz habló.-Al fin despiertas-En seguida miré al dueño de esa potente y gruesa voz. Estaba sentado en una silla al revés, apoyando su torso en el respaldo de la misma. Sus brazos tatuados estaban cruzados sobre el borde superior y su mirada me atravesaba más de lo que deseaba. Un escalofrío me recorrió. Se notaba desde lejos que era una persona segura y poderosa.- ¿Quién eres? ¿Qué quieres de m&i
Leer más