La listaGinaEscuchaba un pitido, un sonido incesante que me iba a hacer explotar la cabeza. Me senté sobre la cama, aturdida, y me quité el cabello que se encontraba esparcido por mi cara. Tenía sed, mucha sed. Volví a oír el sonido infernal y me di cuenta de que se trataba de mi teléfono. Me puse de pie. Cuando visualicé mi desnudez, volví a sentarme. Las imágenes, todas, una por una de la noche anterior, llegaron a mi cabeza.Agarré mi móvil con rapidez y pedí el no haber hecho lo que pensaba que hice. Aún tenía la llamada entrante de Adrián, pero primero debía verificar los mensajes salientes. Me llevé la mano a la boca ante la sorpresa de lo que vi; anoche no solo me pasé de tragos, estaba realmente ebria y los hechos lo dejaron más que comprobado.El teléfono volvió a sonar y sa
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