EmmaEstaba asustada, no lo iba a negar, esto era tremendamente nuevo para mí, y no sabía exactamente qué era lo que tenía que hacer, pero dejé que las cosas siguieran su curso y me fui dejando llevar por el deseo que tenía hacia Aiden, a pesar de tener las manos totalmente temblorosas y el corazón latiéndome a mil por segundo.Jamás había dejado que nadie me viera desnuda, salvo por mis padres cuando era solo una pequeña, y ahora ya le había dado el sí a mi novio para que me tocara, para que me hiciera suya. Siempre tuve inseguridades con mi cuerpo, siempre sentí que no tenía todo lo que a los chicos les podía gustar. Por ejemplo, varias veces, en los ratos libres en el colegio, llegaba a escuchar cuál es el estereotipo de mujer que a los chicos les gusta, y claramente eso implica tener mucho culo y muchas tetas, algo que yo casi no t
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