Alonso y Lucrecia estaban emocionados con la idea que habían tomado de Carrick y Julianne, cincuenta días sin papá y mamá. Que eran días de Cash y Julianne sin teléfono, sin más hijos, sin trabajos y eso sonó magnifico para los papás de diez hijos, no es como que no los quisieran, es que no querían verlos sonaba mal pero era real. Lo más importante era el de sus hijas pequeñas, Alonso jr estaba de vacaciones de la universidad, pero nadie quería que él les hiciera el favor de cuidar a dos niñas en edad escolar porque podían acabar los tres en la playa o en alguna fiesta. Estaban sus mejores amigos y hermanos, pero todos tenían demasiados hijos, además, tanto Vega como Vera odiaban estar fuera demasiados días y más sin sus papás; a la primera le daba estreñimiento y la segunda no podía dejar de llorar cuando le obligaban a ir a un lugar sin sus padres. Alonso abrazó a su esposa y ella sonrió. —Cuatro semanas, cuatro hermanos mayores. —Esto
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