Alonso se lo había preguntado infinidad de veces si lo estaba haciendo bien y la respuesta era no. No hacía muchas cosas bien, pero no lo hicieron con él. Su papá se había esforzado en decepcionar incontablemente su matrimonio. Verónica era el amor de su vida, sin embargo, su papá había tenido un número incontable de amoríos, desplantes y formas crueles para intentar decepcionar a Bianca, la cual, no se daba por vencida, lo seguía intentando, intentaba ser la esposa que Alessandro quería o deseaba, pero no lo conseguía. Cuando se divorciaron, Alonso se sentía aliviado, estaban por detenerse las peleas, los gritos, conspiraciones y celos. La locura pararía, sin embargo, era consiente de que él estaba perdiendo a su papá y sobre todo, fue consiente del dolor en el que se había sumergido Bianca. —¿Có
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