Esas palabras calaron en mis huesos con una fuerza violenta y traspasaron mi alma con ímpetu, formando una tormenta descontrolada en mi interior, al mismo tiempo que mis pensamientos deliraban en medio del dolor profundo y mi respiración se volvía casi imposible de controlar porque tal vez por primera vez en mi vida, estaba sintiendo la traición en su forma más genuina y más dolorosa.Los brazos de Mell me intentaron frenar, pero mis pasos fueron más rápidos y pude alejarme un poco antes de que ella pudiera alcanzarme. Quería gritar, quería llorar, quería dejarme vencer por mis emociones y darle paso a la furia que con cada segundo crecía más en mis venas y me recorría hasta llegar a mi corazón.Sin saber cómo, mis piernas débiles y temblorosas me condujeron hasta la oscuridad, aunque no fue necesario adentrarme tanto entre los arbustos, porque la silu
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