Los días siguientes transcurrieron con rapidez y el tiempo dio paso a una semana nueva. La culminación del proyecto final para el profesor Collins me había absorbido el tiempo por completo y era poco lo que podía estar con Alex, no obstante, él era tan paciente que incluso me llevaba comida a casa y cenábamos juntos cada noche.Sus mimos y cuidados eran lo mejor, mi corazón y mi alma rota se lo agradecían, Alex había recogido cada pedacito y los estaba uniendo nuevamente, estaba regresando mis ilusiones y volviendo a darle vida a un corazón marchito y haciendo que cada momento a su lado fuese inolvidable.No podía negar lo mucho que me encantaba, era un hombre especial, una persona demasiado noble y dulce, tenía cada virtud de mi hombre ideal y, además, amaba tanto a mi bebé… era imposible no sentir cosas hermosas por él, cuando ni siquiera tenía que e
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