—Siempre supe que manejaría mejor esto del divorcio.—¿Por qué lo dices? Mi hermano te amaba… te ama.—No me refiero a eso.—¿Entonces?—Martín sabe lo que es el fracaso. No lo digo a mal, de hecho siempre lo admiré por eso.No miento. Martín es una persona defectuosa, como todos. Sin embargo, dentro de esos fallos lleva una resistencia de la que me enamoré perdidamente. Para él no hay imposibles, o mejor dicho, los hay, pero que existan no le parece motivo suficiente como para dejar de luchar por lo que se propone.De niño quiso ser karateka; entendió que era malo para los golpes. En la adolescencia probó suerte en la actuación, solo para descubrir que podía memorizarse veinte mil guiones, mas era incapaz de sacarse la cara de tabla cuando los interpretaba. Intentó ser pintor y tablajero, abogado y ha
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