Todos los capítulos de Munata Awki (El Amor que Mereces 1): Capítulo 1 - Capítulo 10
36 chapters
Prólogo
Siete años atrás… Marcela está en el baño de la universidad, mientras yo espero sentado sobre el tronco de un árbol asesinado. No dejo de mover las rodillas, porque es la primera vez que pasamos por esta situación.Ella y yo somos novios desde hace cinco años, nos conocimos al entrar en la enseñanza media. Yo era un chico lento, “pavo” como le dicen aquí. Ella era una chica tímida, pero muy hermosa. Con su pelo castaño oscuro y sus ajos café oscuro.Mi pelo rubio oscuro y mis ojos azules les llamaba la atención a las chicas, pero a ella no.Hasta que un día, en una fiesta en la casa de uno de mis amigos, logré entablar una conversación decente. Ninguno de los dos quería estar ahí, porque no éramos de fiestas ruidosas, mas bien prefe
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Capítulo 1
Hoy… Luego de una terrible semana en la obra, Felipe y Matías me han invitado a salir con ellos.Ellos son mis amigos desde el colegio. Fue en casa de Felipe donde se llevó a cabo la fiesta en la que rompí el hielo con Marcela.Lamentablemente, ella y yo ya no somos pareja. De hecho, llevo solo desde que rompimos. El único amor que me queda es mi niña hermosa, mi Sol.Me doy una ducha rápida, me visto y me voy al encuentro con los chicos. Les advertí que sería una salida corta y sin alcohol para mí, porque mañana me toca visita con mi hija.Quisiera verla todos los días, porque, a pesar de mi trabajo, podría hacerlo. Sin embargo, Marcela no me lo permite, regularizamos las visitas y una pensión de alimentos de forma legal, como si un juez tuviera que obligarme a cumplir como padre. No se me permite verla má
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Capítulo 2
Llevo media hora esperando a que Marcela abra la puerta.La llamé, como siempre, pero no me respondió. Seguro volvió a quedarse dormida, su hijo más pequeño a veces no la deja dormir por las noches.Y es que, como era de no imaginarse jamás, volvió a ser madre. Sí, tiene tres hijos. Pablito tiene tan sólo ocho meses de vida, por alguna razón, no siguió con el padre de este. Aunque el tipo si estaba enamorado, aún la busca. Lo compadezco, porque yo también pasé por eso, hasta que me enteré de que salía con otro.Saco mi teléfono otra vez para llamarla, pero justo recibo un llamado de Soledad, su madre.-Armando, querido. Te estoy esperando con la niña para que pases por ella. Está desesperada, ¿no vendrás? – maldigo en mi interior y me voy corriendo al auto -.-Señora Soledad, buenos dí
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Capítulo 3
Luego de nuestra siesta, Sol está más contenta. Voy a la cocina por algo para beber y para comer. Decido que este es el mejor momento para preguntarle si quiere conocer a una nueva amiga.-Princesa – le digo mientras le doy un vaso de jugo y un sándwich -, ¿te gustaría conocer a una nueva amiga?- ¿De mi edad o la tuya? – deja el vaso y el plato sobre la mesita frente a nosotros, me mira fijamente y con los brazos cruzados -.-De la mía – le sonrío y le doy una mordida a mi merienda -.- ¿Es una novia? – me dice algo molesta y toma su vaso de la mesita -.- ¿Qué?... ¡No! – le digo batiendo las manos, consigo no derramar mi jugo -. Ni siquiera yo la conozco mucho – le digo pensativo, frunzo el ceño -, pero es agradable. Podría ser una buena amiga para ambos.-Mmm… ya me dio curiosidad, papi – se sie
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Capítulo 4
Me despierto con mi hija saltando en la cama, veo la hora con decepción: son las 7:30 de la mañana.-Hoy es mi día, hoy es mi día – grita a todo pulmón -.-Está bien princesa, pero ¿podrías dejar de saltar y dejarme dormir un poco más? – le digo tapándome hasta la cabeza, como si eso ayudara a no sentir su escándalo -.-No. Es mi día – siento que deja de saltar, se lanza sobre mí y me descubre el rostro -. Quiero desayuno y salir a pasear.-Sol, es temprano para salir a pasear – es una mezcla de súplica y queja, mientras ella comienza a saltar otra vez -.-Pero no para el desayuno – se deja caer en la cama y me mira feliz -. Veamos una película.Su carita de felicidad es tan motivante, que me levanto y me voy a preparar el desayuno. Pan tostado con queso, leche con chocolate para ella y jugo para mí.Leer más
Capítulo 5
Tras nuestra celebración de ayer, paseando todo el día, mi hija y yo llegamos a casa para no hacer nada. Hasta que recordé luego que ella se durmiera que debía preparar su ropa para el día siguiente.Salí de la cama y me fui directo a plancharla. La dejé ordenada en su pieza y me fui otra vez a descansar. Al poner la alarma en mi teléfono, me di cuenta que Valeria me había escrito:“Espero que hayan tenido un lindo día. Mañana nos vemos en la obra, ojalá todo salga bien. Besos para Sol”Le respondí de inmediato:“Gracias, ha sido un día espectacular, con ella siempre lo son. Nos vemos mañana, todo saldrá bien ;)”Puse el teléfono en silencio, apagué la luz de la mesita y me acomodé en la cama. Cuando estaba al fin quedándome dormido, sentí que mi pequeña m
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Capítulo 6
En el camino trato de calmarme, sé que no puedo culpar de todo a Marcela. Yo también soy responsable de esto, debí darme cuenta antes. Al menos no me han dicho nada de la higiene de mi hija, eso debe ser porque ella tiene la costumbre de bañarse todos los días luego de llegar del colegio. Desde que aprendió a hacerlo sola, adquirió cierta independencia.Aparco fuera de la casa de Soledad, respiro profundo nuevamente y me bajo. Entro y llamo a la puerta, tratando de buscar las palabras más suaves para no generar conflicto. Escucho la risa de Marcela tras la puerta, frunzo el ceño, porque a esta hora debería estar trabajando.-Hola – me dice pálida y mira hacia dentro. Se interpone entre la puerta y yo -. ¿Qué haces aquí? Sabes que no puedes visitar a Sol cuando se te dé la gana.-Por más que quisiera ver a mi niña, no vengo por eso. Pero su
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Capítulo 7
Tras lo que fue una semana tranquila, en comparación a la manera en la que inició, hoy me preparo para salir con mis amigos. En media hora debo pasar por Valeria y nos reuniremos en el restaurante de Felipe, en donde será la cena de celebración.Ayer por la tarde, la señorita Donoso me ha escrito para decirme que Sol tuve un cambio radical desde el martes. Eso me alegra, pero al costo de no poder hablar con mi hija ni uno de estos días. Tampoco puedo presentarme en casa de Marcela ya que, al no corresponderme visitas, puede llamar a la policía por hostigamiento. Sí, esa es la realidad de muchos padres que quieren a sus hijos.Al menos, logré que comience a preocuparse un poco más de mi niña. Sol es una niña preciosa y merece verse siempre bien vestida, limpia y con sus peinados que le fascinan.Tomo mis documentos, una chaqueta y apago las luces de la casa. Pongo la alarma y me d
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Capítulo 8
Tras otra semana de trabajo bastante duro, termino el viernes con las ganas de ver mañana a mi princesa. Estos días sólo he sabido de ella por Soledad, porque ahora Marcela ni siquiera se molesta en contestar mis llamadas o mis mensajes. Aunque ya estaba preparado para eso, cada vez que la enfrento acerca de la manera que cuida de Sol pasa esto.Me voy directo a la cocina por algo para tomar. Saco un refresco y me siento un rato en el sofá, mientras busco algo para ver en la televisión. De pronto, suena mi teléfono y veo que es Marcela.-Marcela, hola, ¿cómo está mi niña?-Ella está bien, Armando. Está bien cuidada – me dice en un tono desagradable -. Te llamo porque mañana no podrá ir a su visita contigo.- ¡¿Qué, por qué?!-No grites, por favor. La invitaron a un cumpleaños y ella quiere ir.-Yo la llevo
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Capítulo 9
El fin de semana me pareció eterno. Ya quería que fuera lunes, para meterme en el trabajo y espantar la pena de no ver a mi niña.Avisé que mañana por la mañana me ausentaré, iré al tribunal o buscaré un abogado, lo que sea. El llamado de Sol me hizo entender que ella no lo está pasando bien con todo esto. Marcela la está obligando a relacionarse con personas que ella no quiere. Estoy seguro de que ni siquiera le preguntó si quería conocer a esas personas.Muchas veces los padres cometen el error de imponer a los hijos las relaciones con personas nuevas, que no son esenciales en la vida de los niños, pero que por apariencia o estatus social se nos hace indispensable involucrarlos.En mi caso, le pregunté si quería conocer a Valeria. Porque no quería imponerle a alguien, si me hubiese dicho que no, pues era no. Mi amistad con Valeria se hubiese l
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