Llevo media hora esperando a que Marcela abra la puerta.La llamé, como siempre, pero no me respondió. Seguro volvió a quedarse dormida, su hijo más pequeño a veces no la deja dormir por las noches.Y es que, como era de no imaginarse jamás, volvió a ser madre. Sí, tiene tres hijos. Pablito tiene tan sólo ocho meses de vida, por alguna razón, no siguió con el padre de este. Aunque el tipo si estaba enamorado, aún la busca. Lo compadezco, porque yo también pasé por eso, hasta que me enteré de que salía con otro.Saco mi teléfono otra vez para llamarla, pero justo recibo un llamado de Soledad, su madre.-Armando, querido. Te estoy esperando con la niña para que pases por ella. Está desesperada, ¿no vendrás? – maldigo en mi interior y me voy corriendo al auto -.-Señora Soledad, buenos dí
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