4. Una noche increíble
Durante el camino no he podido decir absolutamente nada, pero él tampoco me ha dado ningún indicio que quiera entablar algún tipo de conversación conmigo, sé claramente que todo esto está completamente mal, pero me es imposible no sentir estas ganas que me queman por querer estar entre sus brazos. Tomare todo esto como una simple aventura, disfrutare del momento y después pasare de página. Una vez que entramos a su departamento, continuo en silencio mientras miro a mi alrededor el lugar donde él vive —¿Quieres una copa de vino? — Me ofrece ya con una botella de un vino blanco que tiene muy buena pinta y dos copas en su mano. Si hay una cosa que me
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