Capítulo 28
Jenna casi se ahoga con su bebida cuando Marco la llamó la esposa de Angelo. Ese comentario la tomó por sorpresa, y, al instante, Angelo comenzó a frotarle la espalda con una sonrisa, pero esta vez se sintió diferente, como si estuviera insinuando algo. Jenna lo miró fijamente, confundida.

"Sí, papá".

"Mañana llamaré a mi amigo. Él es dueño de Montessori, una de las escuelas más grandes aquí en Elaraquinn. Inscribiré a mis nietos allí, y deberían tener su propio guardaespaldas. No quiero que les pase nada malo", dijo Marco.

"Papá, relájate, yo soy su padre", le respondió Angelo.

"Lo sé, pero quiero mantenerme ocupado por mis nietos. Si pudiera, viviría aquí con ellos todo el tiempo".

"Eso es imposible, papá", le replicó Angelo.

Marco le respondió con una sonrisa: "Está bien, entonces simplemente los visitaré todos los días".

Jenna observaba la escena con una sonrisa cálida. La devoción de Marco hacia sus nietos la conmovía profundamente, hasta el punto de que sus ojos se llenaron de lá
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP