¡No me grites!

No estoy entendiendo nada, me odia y luego me besa, no sé qué sentir o qué creer, a veces pienso que me quiere y a veces creo que solo me usa.

Me alejo del beso, volteo y miro mis manos.

- Nat, ¿porqué viniste?

Me toma de los hombros mientras habla y me acerca a su cuerpo.

- No te iba a dejar allí encerrado.

- Pero podrías haber enviado a alguien más.

- No quería que alguien lo supiera, podrían malinterpretar el asunto y tu nombre podría terminar enlodado.

- Gracias por siempre preocuparte por mi.

- Es mi trabajo.

- Es más que eso.

- No. - Respondo firme y decidida.

- Lo es, y tú lo sabes.

- No sé a qué te refieres.

- Mírame - Dice volteando mi cuerpo para que quedemos de frente y mirándonos. Dios, quisiera comerlo a besos, pero el no siente lo mismo por mi.

- Jason, yo quisiera...

- Dime todo lo que quieras y yo lo haré realidad.

- Sólo quisiera saber que pasó, porqué estabas aquí con Iván.

- Lo golpeé.

- ¿Porqué?

- Por imbécil.

- No creo que sólo sea por eso.

- No, pero eso será l
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP