Mientras que Melany se tocó justo donde Ángel la besó. ¿Qué es esta sensación? ¿Por qué siento esta calidez? Melany no se ha dado cuenta de que es porque Ángel la besó con amor y sinceridad. El amor que siente este joven es tan puro como el agua. Muy lejos de ellos, Fabricio se despertó después de que unos hombres le notarán los portones de su villa. Luego la casa fue cogida a balazos. —¡Fabricio! El hombre que entró gritaba el nombre de Fabricio.¿Pero qué sucede? Fabricio salió a dar la cara, mientras que Horacio hizo un cese al fuego. ¿Qué pasa? ¿Por qué vienes y tiras bala a diestra y siniestra? ¡No te hagas, basura! ¡Acabaste con varios de los hombres! ¡Dime cuándo obtuviste tanto poder! Pese a que Fabricio no tenía idea de lo que sucedió, vio una oportunidad única. —¡¿Lo hice y qué? Eso es para que veas qué puedo hacerles frente. Fabricio simplemente hizo una señal y sus pocos y cobardes hombres se posaron frente a él. —¡Cómo te das cuenta, aquí solamente tengo unos cuento
En ese momento, el joven Rockefeller desvío la mirada y le contestó. —Ella está bien, volverá en unos días, quizás una semana o más, por el momento quiere que te hagas cargo de todo. Ángel le informó sobre Melany y solamente lo hizo, porque ha visto que Lucrecia se lleva bien con la chica. —¡Como usted lo ordene! Lucrecia cambió el semblante después de tener noticias sobre la señora Hilton. Le alegró enterarse de que está bien. Lucrecia, puedes cancelar mis citas de la tarde, me iré a casa temprano y, por favor, no me pases ningún mensaje. Ángel se puso de pie y salió de su oficina. No se sentía en condiciones como para continuar. Quizás era por la decisión de Melany. Conforme pasan los días Ángel se vuelve más gruñón, no ha tenido noticias de Melany, la última vez que la vio fue en el hospital, desde entonces no ha vuelto a verla. Una semana después, Ángel estaba por salir cuando Yeimy lo detuvo. —¡Hermano, quiero decirte algo! Ella se paró en la entrada y no lo dejo salir.—¡Da
Afortunadamente, Ángel ha hablado de más, y esta vez, no se calló nada. —Señora Hilton, el otro día le pregunté sobre su falta de memoria, y ahora le aconsejo que veas a un médico. Solamente le diré que usted vivía para el patinaje artístico. Al escucharlo, Melany se detuvo y miró las cortadas que Ángel tenía en la palma de la mano. —¡Patinaje artístico! He tenido sueños referentes a eso, pero… Aquellas heridas le recordaron a las que veía en sus sueños, sin embargo, no lo recuerda muy bien. ¡Toc, toc! En ese instante, un golpe en la puerta los interrumpió. —¡Tío! Luis entró sin pedir permiso; después de todo, Ángel le solapa lo que sea. —¿Qué te pasó? Tío, estás herido. El niño se detuvo a un lado de la asistente. —Fue solo un accidente, no es para tanto, mi asistente me está curando. Ángel le extendió su mano y lo invitó a sentarse en su regazo. Mientras que Melany, quedó inmóvil, y por un momento sintió envidia. Ella iba a tener un niño y lo perdió por un accidente o eso es
Por suerte, el niño la reconoció, en cuanto la vio.—¡Salí por un vaso de agua, pero no logré regresar! Luis se sintió apenado, nunca ha visitado el edificio y se perdió. —¡Suele pasar, no le digas a nadie, pero en mi primer día, también me perdí, no encontraba mi oficina! Melany le mintió para que el niño no se sintiera mal. —¡Te llevaré con tu tío, así que no sueltes mi mano! Los tacones de Melany la hacían verse aún más alta, y en cuanto se puso de pie, el niño levantó la cabeza y le dijo. —¡Eres muy amable! Por suerte estás al lado de mi tío. El niño se refirió a que vio a Melany curar las heridas de su tío. —¡Sí, a veces suele ser un poco estricto, pero en el fondo siento que es bueno! Melany caminaba de la mano del niño. —¡Mi tío es el mejor de mundo, en los días libres vemos película y comemos palomitas, a veces me lleva al parque de diversiones, y en otras ocasiones, salimos a pescar, aunque eso no me agrada mucho, es muy aburrida, solo te sientes y esperas que el pez muer
—¡Señora Corrales, gracias por recibirme con tanto entusiasmo, ella es Melany! En ese momento, Ángel se sentía relajado y su rostro lo decía todo. Ese lugar le trae paz y le transmite buena vibra. —Es muy hermosa, ¿es tu novia? La edad y los años, se notaban en la piel de aquella señora. A pesar de ello, camina como una señora de 40.—¡No, señora, yo soy su asistente! Melany contestó con rapidez, para que no hubiera malentendidos. —¡Qué lástima, porque eres muy hermosa! Y tú, eres un mentiroso, dijiste que nunca traerías a nadie que no fuera importante. —¿Señora Marta, qué cosas dices? No recuerdo haber dicho tal cosa. Ángel abrazó a la viejecita y caminaron juntos a la cocina. —¡No digas esas cosas delante de ella, luego la ahuyentas! Ángel susurró lo dicho, pero Marta es una señora muy introvertida. —¡Pequeño bribón, andas lanzando el anzuelo a ver qué picas! Ella le pinchó las costillas con el codo. —Que no te escuché, Ángel volvió a hablar bajo. Mientras que Henry entretenía
Quince minutos después, el cansancio la venció y cuando Ángel volteó, se dio cuenta de que se había dormida. Así que la cubrió con su abrigo, y bajó el aire acondicionado. —Rubén, conduce más despacio, no tengo prisa. Ángel también reclinó el asiento y cerró los ojos.*******Mientras tanto, en el aeropuerto, un joven salió del lugar y abordó un taxi. El joven era de piel trigueña, sus ojos son de color café, y la barba bien recortada. —¡Caballero, déjame en el hotel Empire, escuché que es el mejor del lugar! Al parecer, ese joven nunca ha visitado Estados Unidos..—¡No le mintieron, pero una noche en ese hotel, cuesta un ojo de la cara, es un hotel de cinco estrellas! El conductor del taxi detalló minuciosamente al joven y pensó que probablemente podría estafar al muchacho, pues se nota que tiene dinero. —¡Cada vez que mi familia viene, se hospeda en ese hotel, ellos son los mejores abogados, y por supuesto que yo les seguí los pasos! Los panes del chofer se vinieron abajo, jamás
—Con que usted es, Luciano Siller, sinceramente, no creo que puedas hacer nada, por hoy. Esta audiencia está en proceso, y estoy siendo señalado duramente, lo que indica que hoy no acaba. En ese momento, la mirada gélida del hombre se encontraba puesta sobre Marta Crawford. Esa señora lo ha apuntado sin piedad, pero solita se está abriendo la puerta al infierno. *******Afuera del juzgado, Melany se bajó de un taxi y sostenía unos documentos en la mano. Necesitaba con urgencia la firma de Ángel y tuvo que salir a buscarlos. La joven subió los escalones con normalidad, y al entrar al edificio pasó por una inspección de seguridad y la dejaron entrar sin problema.Es una institución pública, así que había varias personas esperando a ser atendidas por diferentes casos. Así que siguió caminando y buscando a su, jefe. De repente, escuchó unos gritos que provenían de uno de los pasillos. y lo que le llamó la atención, fue escuchar el nombre de Ángel Rockefeller.—¡Usted es un hombre sin c
Fabricio, cómo no me voy a cansar, si nunca estabas en casa, siempre viajabas a la quinta y me dejabas sola por semanas, y cuando volvías, era como que no lo hicieras, nunca me tocaste, creo que te daban asco mis besos.—¡Melany, eso no es cierto! Si no te tocaba es por el problema que tengo. —¡Pero te juro que…! —¡Ay, Fabri, no me jures nada, estoy harta de tus juramentos! En ese instante, Fabricio se detuvo debido a que el semáforo se puso en rojo.¿Sabes qué? ¡Hasta ahora, mi día no ha sido tan malo y no pienso arruinarlo por ti! Melany aprovechó el cambio del semáforo para salir y azotar la puerta.—¡Ánimo, Melany, Fabricio, deberá pagar por todo, algún día lo verás llorar lágrimas de sangre! Se dijo, mientras daba grandes zancadas. La joven caminaba con la frente en alto y la brisa que sopló, le dio en el rostro. —¡Eso se sintió muy bien! Por otro lado, Ángel movía la pierna con impaciencia, sus nervios son ineludibles. Pues la contraparte arremete sin piedad alguna. —¡Su s