—No lo puedo creer… ¿Usted es Lucas Black, de la familia Black? ¿Dueños de la revista de modas BlackFusion?. — Pregunté anonadada.—Así es… — Asintió él, poniéndose serio.—Espere un momento… — Comencé a sopesar. — ¿Es el mismo Lucas Black que tomó la gerencia de la revista, solo unos pocos meses antes de que esta se cerrara por un desfalco?. — Repetí con impertinencia, pero era obvio que preguntaría eso, estábamos en una entrevista de trabajo y sus antecedentes eran cruciales.—Sí, así es… — Volvió a afirmar con mayor énfasis, acomodándose en el asiento, notablemente incómodo.—Wow… Ahora todo tiene sentido… — Musite para mí misma, mientras continuaba revisando el expediente.—Disculpe… ¿Pero qué es lo que tiene sentido?. — Preguntó Lucas entre dientes.—Bueno… — Levanté la vista, mirándolo a los ojos con mucha seriedad. — El que un hombre como usted, con tantos estudios y experiencia, esté solicitando un puesto como asistente. — Volví a bajar la mirada. — Siendo franca,
Me tomé solo un par de minutos para calmarme, no tenía tiempo que perder, necesitaba actuar y necesitaba moverme, porque ya sentía mis músculos agarrotados de tanto estrés, así que salí de mi oficina, hacia el escritorio de Gina y apenas la vi, ella me mostró un papel, era el número de teléfono del señor Huan Yue, el gerente de la importadora de telas Lanatex.—Me lo dejó el señor Black. — Murmuró Gina, sonrojándose.Resople con disgusto, me pareció muy estúpida su actitud, «Ni que el tipo estuviera tan bueno» sopese, «Si se veía algo interesante, pero solo eso, porque su actitud no lo ayuda mucho».Así que, por lo menos el señor Black tuvo la decencia de dejar el número del gerente de la empresa importadora, siquiera esa era una preocupación menos, aunque no era algo tan relevante como para agradecerle.—Gina, márcale al gerente, voy a arreglar esto de una buena vez. — Ella asintió y marcó el número, luego de un buen rato de repiquetear, me extendió el auricular.—Buen día, ¿
Me arreglé lo mejor que pude en el poco tiempo que tuve, aunque no había descansado prácticamente nada en las últimas treinta y seis horas y traía unas bolsas que difícilmente pude disimular con maquillaje, no podía detenerme cuando sentía que había tanto en juego.—Sean bienvenidos… — Se nos acercó una camarera. — Les traigo el menú…—Estamos esperando a alguien, en cuanto estemos completos, ordenaremos… — Explicó Lucas a la joven.—Bien… ¿Desean usted y su esposa pedir algo para tomar mientras esperan?. — Preguntó la chica con la libreta en la mano, lista para anotar.¿Esposa? ¿Cómo pudo esa chica pensar que ese hombre podría ser mi esposo?, eleve una ceja, incómoda con la confusión, no era por ofender, pero mis estándares apuntaban mucho más alto.—Disculpe, pero él no es… — Intenté aclarar la situación, cuando Lucas me interrumpió.—Sí, tomaremos una copa de vino cada uno. — Ordenó, la chica anotó y se marchó.Me quedé pasmada, al tiempo que Lucas me dirigía una mirada
Solté un manotazo tan fuerte sobre la enorme espalda de Lucas, que estaba a mi lado, que me dejó la palma de mi mano ardiendo. Lucas se levantó de la cama de un respingo, sobresaltado, intentando alcanzar el punto en dónde lo azote, para sobarse.—¡¿Me puedes explicar qué carajos fue lo que sucedió aquí?!. — Vocifere, molesta, tanto con él, como conmigo misma.—¡Primero dime tú! ¡¿Qué coñ0 pasa contigo?! ¡¿Por qué me golpeaste de esa manera?!. — Grito él, mirándome enojado y volteando a cada tanto hacia su espalda para ver la marca roja que le dejé.—¡Yo no te golpee, te desperté…! ¡Ahora dame una explicación, Lucas Black! ¡¿Qué sucedió entre nosotros?!. — Indague frustrada.Lucas arrugó el entrecejo por un instante, parecía confundido, pero luego de un segundo pareció comprender.Él elevó una ceja y comenzó a detallarme de arriba para abajo, su vista se detuvo en mi busto, que había olvidado por completo, estaba al descubierto. Al notar lo que él hacía, sentí como se me subie
Los problemas no se detenían, apenas había terminado de solucionar el pedido errado de telas y ahora me enteraba de que los gerentes y algunos inversionistas de la empresa querían pedir mi renuncia como CEO.—¡¿Qué?! — Me levanté de mi asiento, atónita, ante la noticia que me acababa de dar mi asistente, Gina. — ¡¿Pero quiénes se creen?! ¡Yo soy la dueña de esta empresa! — Escupí con rabia, soltando un manotazo sobre el escritorio.—Si lo pueden hacer… — Lucas, quien hasta ahora se había mantenido como un simple oyente, dio un paso hacia adelante, interviniendo. — Señora Golf, si los gerentes y los inversores no creen que el CEO esté capacitado para su cargo, pueden pedir su renuncia, aunque se trate del dueño… Eso no significa que vaya a perder la empresa, solo que no podrá dirigirla.—¡¿Qué?! — Entonces, ¿Si podían sacarme de mi puesto?Me quedé un segundo pensativa, «Bueno, si me sacan de la gerencia, eso me libraría de una gran responsabilidad, me daría la libertad que tant
Todos en el salón, nos quedamos sorprendidos, mi corazón no paraba de latir como si hubiera recibido una descarga de adrenalina, la reacción de Lucas y sus palabras, se sintieron tan bien y tan reconfortantes.Me hizo sentir algo que nunca antes había sentido y no sabía definir, era una sensación de calidez, una especie de calor que me recorría en mi interior.—Señores… — Intervine, acercándome a Lucas, sintiéndome protegida por él y por sus palabras. — Sé que debido a los malos momentos que atraviesa la empresa, ustedes no confían en mis capacidades, pero les aseguro que estoy poniendo mi máximo esfuerzo… No entregaré la empresa sin luchar y demostrarles a todos que estoy en mi lugar y que no es, donde ustedes piensan, luciendo bonita y divirtiéndome… — Me erguí, con pedantería, junto a Lucas.—Bien… Tiene su plazo, señora Golf… — Escupió Praga con rabia. — Tiene seis meses y más le vale que obtenga ganancias, o tendrá que enfrentar una demanda de mi parte y estoy seguro de que
Lucas me miró fijamente, sus oscuros ojos chispeaban atrayéndome y dejándome absorta por un momento, ¿Qué era lo que él quería lograr haciéndome esa pregunta con tanta insistencia?—¿Qué…? — Balbucee tontamente, moviéndome hacia atrás nerviosa.Necesitaba crear más espacio entre nosotros, sentía que este hombre tenía cierto poder sobre mí, él me hacía tener sensaciones que no había experimentado antes.—Bueno… Intentaste acostarte conmigo, creo que para demostrar lo irresistible que eres y que lo puedes conseguir todo con tu belleza… Además, intentaste seducir a toda la junta de inversionistas y gerentes, creo que por el mismo motivo… — Lucas se dio cuenta de mi incomodidad y también se alejó un poco. — Es evidente que usas tus… “Encantos”… — Recalcó esa palabra. — Para conseguir lo que quieres y me da curiosidad saber, ¿Hasta dónde eres capaz de llegar? — Comentó elevando una ceja con cierta malicia. Me acomodé en mi asiento, tomando mi copa de champán muy casual, no pensaba d
Sentí como me faltó el aire por un instante, debido a la fuerza y la presión que los labios de Lucas ejercieron sobre los míos, obligándolos a qué se abrieran para darle paso a su lengua, la cual saboreó hasta lo más profundo de mi garganta.Nunca había sido besada de esa manera, con tanto ímpetu y con movimientos tan salvajes e intensos, esa presión, mientras su cuerpo prácticamente arropaba el mío frente a todos, fue excitante.Eso me gustó.Ya me lo había imaginado así, cuando pensé que me había acostado con Lucas, me imaginé varias veces como habría sido nuestro encuentro casual de una noche y aunque intenté recrear diferentes escenarios, volvía a lo mismo: Él tomándome con fuerza, deseo y un ardor que me hacía estremecer.Sentí un escalofrío recorrer mi columna, Lucas separó sus labios de los míos y su rostro se deslizó hacia mi oído lentamente al tiempo que yo intentaba recuperar mi aliento, su respiración en mi cuello me erizó la piel.—Acompáñame. — Él me susurró.Compl