Todos en el salón, nos quedamos sorprendidos, mi corazón no paraba de latir como si hubiera recibido una descarga de adrenalina, la reacción de Lucas y sus palabras, se sintieron tan bien y tan reconfortantes.Me hizo sentir algo que nunca antes había sentido y no sabía definir, era una sensación de calidez, una especie de calor que me recorría en mi interior.—Señores… — Intervine, acercándome a Lucas, sintiéndome protegida por él y por sus palabras. — Sé que debido a los malos momentos que atraviesa la empresa, ustedes no confían en mis capacidades, pero les aseguro que estoy poniendo mi máximo esfuerzo… No entregaré la empresa sin luchar y demostrarles a todos que estoy en mi lugar y que no es, donde ustedes piensan, luciendo bonita y divirtiéndome… — Me erguí, con pedantería, junto a Lucas.—Bien… Tiene su plazo, señora Golf… — Escupió Praga con rabia. — Tiene seis meses y más le vale que obtenga ganancias, o tendrá que enfrentar una demanda de mi parte y estoy seguro de que
Lucas me miró fijamente, sus oscuros ojos chispeaban atrayéndome y dejándome absorta por un momento, ¿Qué era lo que él quería lograr haciéndome esa pregunta con tanta insistencia?—¿Qué…? — Balbucee tontamente, moviéndome hacia atrás nerviosa.Necesitaba crear más espacio entre nosotros, sentía que este hombre tenía cierto poder sobre mí, él me hacía tener sensaciones que no había experimentado antes.—Bueno… Intentaste acostarte conmigo, creo que para demostrar lo irresistible que eres y que lo puedes conseguir todo con tu belleza… Además, intentaste seducir a toda la junta de inversionistas y gerentes, creo que por el mismo motivo… — Lucas se dio cuenta de mi incomodidad y también se alejó un poco. — Es evidente que usas tus… “Encantos”… — Recalcó esa palabra. — Para conseguir lo que quieres y me da curiosidad saber, ¿Hasta dónde eres capaz de llegar? — Comentó elevando una ceja con cierta malicia. Me acomodé en mi asiento, tomando mi copa de champán muy casual, no pensaba d
Sentí como me faltó el aire por un instante, debido a la fuerza y la presión que los labios de Lucas ejercieron sobre los míos, obligándolos a qué se abrieran para darle paso a su lengua, la cual saboreó hasta lo más profundo de mi garganta.Nunca había sido besada de esa manera, con tanto ímpetu y con movimientos tan salvajes e intensos, esa presión, mientras su cuerpo prácticamente arropaba el mío frente a todos, fue excitante.Eso me gustó.Ya me lo había imaginado así, cuando pensé que me había acostado con Lucas, me imaginé varias veces como habría sido nuestro encuentro casual de una noche y aunque intenté recrear diferentes escenarios, volvía a lo mismo: Él tomándome con fuerza, deseo y un ardor que me hacía estremecer.Sentí un escalofrío recorrer mi columna, Lucas separó sus labios de los míos y su rostro se deslizó hacia mi oído lentamente al tiempo que yo intentaba recuperar mi aliento, su respiración en mi cuello me erizó la piel.—Acompáñame. — Él me susurró.Compl
Sin lugar a dudas, ningún hombre me había tocado o besado, ni mucho menos cogido, como lo hizo Lucas Black, y de hecho, superó mis expectativas porque fue mejor de lo que me imaginé.Y aunque el pensamiento de que me había acostado con mi empleado, lo que demostraba mi falta de ética laboral, no abandonaba mi mente, no pensaba dejar que la noche se arruinara.Jamás me arrepentiría de lo sucedido esa noche, pero quedaba la duda, ¿Qué sucedería después entre nosotros? ¿Cómo sería nuestra relación laboral de ahora en adelante? Porque luego de mi tormentoso divorcio, yo no estaba dispuesta a iniciar un romance.Eso era algo que tenía que conversar seriamente con Lucas, pero eso sería por la mañana…Luego de reposar por un largo rato, Lucas me invitó al jacuzzi, dónde volvimos a reanudar nuestra anti-ética jornada laboral, haciéndolo con mayor rudeza y entusiasmo que la vez anterior.Jamás esperé que el sex0 duro, fuese lo mío, digo, siempre disfruté del sex0, pero esto, estaba en otr
Relata Lucas:Eva se había marchado sin dejarme terminar de hablar, pero simplemente, no pude detenerla. Me contuve e intenté entenderla, ella debía estar muy confundida y asustada, después de todo lo que sucedió entre nosotros y lo que vio, probablemente me habría creído un pervertido y me odiaría.Supuse que lo mejor, por el momento, era darle su tiempo para asimilar la situación, pero no pensaba dejar esta conversación allí.Me fui a casa y aunque estaba muy agotado, no esperaba la hora para salir nuevamente hacia la empresa, Eva me había dicho que me esperaba en la oficina para trabajar y eso significaba, que por lo menos, tenía la intención de volver a verme.Fue decepcionante esperar todo el día por su llegada, cada vez que escuchaba unos tacones pisando fuerte por el pasillo frente a mi oficina, no podía evitar ponerme ansioso, pero no era ella, pues ese día, ella no llegó.Necesitaba verla, me sentía inquieto e incómodo y solo pensaba en Eva, en todo lo que hicimos y en
Ambos, Gina y Ethan, se quedaron trabados cuando vieron la delicada escena: a Lucas prácticamente sobre mí, con su rostro a unos centímetros del mío. Mis ojos se abrieron de par en par, ¿Qué carajos hacía Ethan aquí?—¡Eva…! — Gritó mi ex al tiempo que su rostro se ponía rojo. — ¡¿Me puedes explicar qué carajos es lo que pasa aquí?!Lucas se irguió, acomodando su traje, sin quitarle la mirada ceñuda a mi ex.—¿Ethan? — Me enderecé, intentando recuperar la compostura. —¡¿Quién es este hombre, Eva?! — Vocifero Ethan con el entrecejo arrugado.—Lucas es… — Inspiré todavía turbada con lo que acababa de suceder con Lucas y retomé mostrándome muy seria. — Ethan, el señor Lucas Black, es mi asesor… Señor Black, él es Ethan Weber, mi exesposo. — Señalé sintiendo como me ruborizaba. No me sentía avergonzada por lo que había sucedido entre Lucas y yo, sino por haber sido descubierta y para colmo, tener que presentarle a Lucas mi ex. Lucas solo asintió, manteniendo su fría expresió
Emití un fuerte gruñido, la rabia me carcomía desde lo más profundo de mi interior, caminé por la oficina bufando y maldiciendo, omitiendo por completo a Lucas que seguía allí, en silencio.Las últimas palabras de Ethan me habían enceguecido tanto, que en medio de un ataque de malcriadez infantil, tomé un montón de papeles de mi escritorio y los lancé por todos lados, así como algunos adornos.¿Por qué el mundo estaba en mi contra? ¿Acaso yo no merecía una oportunidad?Sí, había sido una completa perr@ muchas veces en mi vida, pero ya me sentía cansada, sentía que había pagado mucho de lo que había hecho, aunque nadie lo sabía, llevaba en mi interior, mi propio infierno, personalizado. Entonces, ¿Tenía que seguir pagando por el resto de mi vida?Me tiré en mi asiento, miré a Lucas que seguía inexpresivo y seguía detallando cada uno de mis movimientos, me morí de la vergüenza.Yo no me consideraba una mujer débil y no me gustaba mostrarme como tal ante nadie. Recosté mis brazos y
Mi mano se mantenía con firmeza sobre su pecho, creando cierta distancia entre nuestros cuerpos, mi respiración agitada comenzaba a recuperar su ritmo regular, mientras que yo, no me atrevía a ver la expresión de Lucas.—¿Qué…? ¿No puedes…? ¿Estar conmigo? — Preguntó él, pausadamente. — ¿Lo dices por aquella vez que te ofendí en el hotel? Porque esa no fue mi intención, y…—¡No! No, Lucas… — Levanté mi rostro, instantáneamente. — No se trata de eso… Yo… — Mi mano sobre su pecho temblaba y él pudo sentirlo.—¿Estás segura de que esto es lo que quieres, Eva? — Murmuró ejerciendo una pequeña presión. — ¿Eva? — Repitió, notando que yo me había quedado algo tensa, me estremecí ante su insistente acercamiento.Como si se tratara de un juego y como si mis palabras no hubiera sido suficiente, Lucas bajó sus manos hasta mi trasero y lo elevó por encima de mi escritorio para sentarme sobre el tope, mientras que él se metía en medio de mis piernas.Su movimiento fue tan rápido y experto