Abigail

A la mañana siguiente, el aroma del chocolate caliente de mamá, y la conversación en voz baja de mis padres, me hizo levantarme, a pesar de la estrecha cama, Lucian dormía como un bebé, así que no le hice ruido, salí de puntillas con mis pantuflas en la mano, ya afuera me las puse y fui a la cocina, ajustado mi bata.

-buenos días – les dije a ambos

-buenos días ¿Qué tal dormiste? – pregunto mamá

-excelente –

-¿Dónde está tu novio?- pregunto mi padre

-durmiendo – respondí mientras me saboreaba el chocolate que me estaba sirviendo mamá

-¿aun? Pero si anoche se durmió muy temprano, tu mamá me dijo que es un muchacho muy madrugador –

-Pa, Lucian, si es alguien muy trabajador, solo que como deportista para el tener sus horas de sueño es importante, solo que desde que me conoce, casi todo el tiempo está preocupado por mí, no siempre puede dormir todas sus horas, así que déjalo dormir mas –

-tu hija tiene razón deja dormir al pobre muchacho – yo solo me reí cuando mi mamá regaño a mi