El accidente

Richard aun no podía creerse lo que estaba viviendo. Su cuerpo temblaba por la conmoción. Ver a Miriam en aquel estado alarmante de por sí le disparaba todas sus alarmas rojas, pero saber que ahí estaba su pequeño de tres años, ahí en ese tétrico lugar, vulnerable y rompiendo en llanto, de seguro era lo más espeluznante de todo.

—¡Jack! ¡Mi pequeño Jack! ¿Estás bien, hijo? — exclamó eufórico y las lágrimas querían agolparse en sus ojos y le comenzaban a nublar la vista.

El pequeño lloraba a gritos y parecía azonzado por el impacto, pero Richard no estaba seguro de qué tan grave había sido aquel trauma para él.

James llegó al lado de Richard y entre los dos jalaron fuerte para poder abrir la compuerta del piloto y Tatiana corrió para ayudar a sacarla. La mujer estaba perdiendo sangre.

Mientras tanto, Richard abrió la puerta del asiento trasero y en cuanto la abrió, su pequeño hijo seguía llorando y se hizo hacia atrás, como si hubiese visto un monstruo.

—Hijo… Soy yo, tu papá.
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP