Cuando le rompen el corazón a alguien, este se encierra en su cuarto, come helado o dulce, para apaciguar el dolor, sin embargo, hay otros que prefieren beber para ahogar las penas. Diferentes métodos, mismos resultados.
En este caso, yo opte por beber hasta no recordar. ¿Para hacer qué? Casarme, algo que todos hacen hoy en día ¡Qué gran idea!
Oh, pero el hecho no acaba allí, no feliz con la situación elijo casarme con uno de los hombres más influyente de la actualidad, y solteros más codiciados, ¿dije que era multimillonario? Simplemente fabuloso. Viva el sarcasmo.
“¿Enserio Rae?” me pregunte a mí misma.
—Señorita, no hay ningún error, ustedes dos llegaron y solicitaron el servicio de matrimonio con la autenticación por un juez, y su esposo pago en efectivo. —dice la mujer, que me llamo anteriormente. Cuando leí el documento pensé que era una broma de mal gusto, pero tal parece que no era así—. Incluso hay fotos de ustedes dos.
¡Santa madre!
—Dile que te las mande. —susurra la pelinegra a mi lado.
Estaba en mi apartamento, cuando vi el certificado, le mandé una foto y en seguida vino. La situación ya parecía reality show solo faltaba que saliesen las cámaras en donde todos gritasen “¡Es una broma!”
—¿Me las podría m****r? —repito, para que la mujer me escuchase.
—Claro, se la envío. —dice.
Escucho en el fondo las teclas siendo presionadas, mientras sigue masticando algo, que al estar en el teléfono se amplifica el gesto y resulta molesto. Alayah al escuchar eso entra desde la laptop a mi correo, me lo da para que inserte la contraseña y esperamos impacientes el email.
—Listo, ya se los envié. —Me informa la mujer. Vuelvo a cargar la página, y allí está el correo, con varios archivos adjunto.
Alayah da clic al primer archivo, y se despliega una ventana, dejándome ver como estoy con mi vestido de bodas, abriendo una botella de vino. Mi amiga pasa a la siguiente imagen, y esa es la prueba irrefutable de que Gabe y yo de verdad nos casamos en Las Vegas. Mientras Aly pasaba las imágenes, fragmentos de esa noche aparecieron en mi mente, y el recuerdo vago pero real del momento en donde dije “si, acepto”, hace que esto sea aún más real, no es una broma. Me case.
—Oiga, joven… Tengo otras cosas que hacer, si quieren cancelar el matrimonio está bien, la mayoría siempre cancelan, pero aviso de que no se hacen devoluciones del dinero. Que tengan buenas noches. —
Asiento, como si ella me pudiera ver y cuelga.
—Mírale el lado positivo, por lo menos no fue David. Eso si hubiera sido un martirio—La observo, mientras sigue observando las fotos. Ella lo estaba tomando con tanto humor, y eso aligera la tensión—. Te imaginas coger con él y que te diga “No, no lo estás haciendo bien, eres una inepta”
Me reí al pensar en ello, Aly tenía una manera de encontrarle lo divertido a la vida, mientras yo no, cuando no tenía el control de las cosas me ofuscaba. Al final de cuenta, el destino se había empeñado a que me casara, aunque presentía que esto iba a dar un giro a mi vida.
—Recuerdas que me contaste que te habías despertado en la cama con un desconocido. —Me recuerda, la morena y yo asiento. — ¿No crees que era Gabe?
No se me había ocurrido hasta ahora, compare la anatomía del desconocido con la de Gabe, y tenían ciertas similitudes, sin embargo, no sabía si Collingan tenía ese tatuaje, en su hombro. ¡Maldición! Porque no recordaba más, sobre esa noche, ¿Qué sucedió esa noche?
—Todo esto me dio hambre. — La chica se levanta y busca su bolso para agarrar su teléfono. —¿Sushi o pizza?
—Pizza.
Mientras la pizza llega, decido ir a darme un baño, necesitaba relajar los músculos. Todas estas semanas habían sido agotadoras y estresantes, si también añadimos este último incidente, eso provoco que mi cuerpo se tensara aún más.
Cuando el agua toca mi cuerpo, puedo sentir como las preocupaciones desvanecen hasta desaparecer. A regañadientes salgo de la regadera después de unos minutos, y me visto con mi pijama, me quito los lentes de contacto y me pongo mis gafas.
Salgo de la habitación y el olor a queso e pepperoni hace que mi estómago ruga por el hambre. Cuando estoy arrancando un pedazo de pizza, veo como Alayah le coquetea al repartidor, y este le devuelve el billete de veinte dólares, además de darle su número.
—¡Eh, eh! — exclamo, acercándome a la puerta—Muchas gracias, pero tome su pago, no necesitamos que nos pague.
Le quito el dinero a mi amiga y le doy el dinero espero el cambio, para luego cerrar la puerta.
—¡Oye! Que descortés, no estaba invitando la pizza. —se queja sentándose en el sofá.
—Si porque lo sedujiste, no estaba en su sano juicio, además deja de hacer eso, es realmente incomodo, porque luego cuando vaya a llamar de nuevo, van a venir queriendo algo más que el número.
Alayah se limita a agarrar un pedazo de pizza, mientras revisa su teléfono. Después de su ruptura con Will, no fue la misma, algo se quebró en ella, y no debo de ser psicóloga para darme cuenta.
Esta enciende la televisión, y el canal predeterminado está pasando noticias, el volumen está bajo, pero puedo escuchar de como hablan de un depredador sexual que anda suelto y que las autoridades están detrás de él, ya que ataco a más de diez mujeres entre 15 a 25 años, ochos de ellas las mato, una está gravemente herida y otra sobrevivió, siendo la única testigo. Eso me da escalofríos, y estoy por decirle a Aly que cambie de canal, cuando cambian de segmento.
—Wii, farándula. Ese es mi segmento favorito. ¿Sabes que el cantante sur Coreano Lee Yoon Su, tiene pareja? Se me rompió el corazón, pero aun así no está dicho de que duren. — comenta Aly, y ruedo los ojos. Ella y su obsesión por los coreanos.
Mire el segmento hasta que pasaron las imágenes de Gabe saliendo de la oficina, reconozco que ese es el mismo saco que llevaba hoy en la mañana. Aly no lo duda y sube el volumen, porque es raro verlo en el segmento de farándula.
—El magnate de 28 años, Gabe Collingan, se le vio en diciembre del año pasado, saliendo de unas de las iglesias de Las vegas con una joven, no identificada. Se cree que el empresario se casó en una ceremonia muy privada, aun no ha dado declaraciones al respecto, aunque sus abogados en las redes sociales, comunicaron que demandaran a todo el que especule falsedades sobre la vida del presidente de Collingan’s & Asociados Internacional S.A. ¿Sera que el magnate, habrá encontrado el amor?
Me quede estática, incluso un poco de salsa de tomate recorrió por mi barbilla y cayó en mi pecho. Esto se había salido de control.
No pensé en la posibilidad de que los medios se enteraran tan rápido de la noticia, cuando yo apenas me había enterado esta tarde. Ahora si estaba preocupada, aun no sabían quién era, sin embargo, ¿Cuánto tiempo les tomaría averiguarlo? Número de teléfono, redes sociales, dirección donde vivía, además de saber quién son mis familiares. Sabia de lo que veía con las celebridades lo que los reporteros eran capaces, y eso me preocupaba más por mi padre, él era un hombre mayor, incluso me preocupe por mi madre. Esto iba a ser un desastre.
—Rae, oye…—Me giro al ver a Aly, con mi teléfono en la mano. Me siento desorientada por un momento—Alguien quiere hablar contigo.
Me pasa el teléfono y con la mano que me tiembla, lo llevo a mi oído.
—¿Quién habla?
—Buenas noches señorita Brooks, soy el abogado del señor Collingan, ya he enviado a su domicilio un auto para que la recoja, por favor no hable con nadie sobre esto. Que tenga buenas noches. — El hombre habla tan rápido que me cuesta seguirle, hasta que cuelga. Abogado. Llamo. Auto recogerme. Yo jodida. Ok, listo entendido.
Después de la llamada de Gabe, en efectivo pasó un lujo coche a recogerme.Cuando metes la pata, tratas de ser discreto, pero al parecer Gabe tenía otro concepto.Veo los tres autos negros, muy llamativos detrás de nosotros siguiéndonos.Aún no tenía claro, que es lo que vamos a hablar.¿Qué se supone que haría cuando llegará?“Hola, soy tu esposa, ¿Qué vamos a ser?”Haría el ridículo, eso era seguro.Fui pensando posible conversación, pero en todas ellas comenzaba a balbucear.Quería recordar algo que fuera útil, pero nada, las únicas imágenes que tenía en mí menté era como salí del hotel, para luego despertar en la cama de alguien más. Por esforzarme, me estaba comenzando a doler la cabeza.El chófer mientras tanto giro hasta estar en una zona muy exclusiva, en donde había escuchado que vivían varios famosos. Me acerco a la venta a ver si reconocía a alguien, pero todo estaba desierto, no había nadie cami
Después de bañarme me senté en mi escritorio, para ponerme los lentes porque sí, a pesar de tener mala suerte tenía mala visión. —En el presente contrato la parte uno referente a Gabe Collingan y la parte dos de este acuerdo referente a Rae Esmeralda Brooks Green, aceptan estar casados en un cortó plazo de 7 meses y luego separarse por mutuo acuerdo. En el siguiente contrato se explican las responsabilidades de la parte uno hacia la otra parte de este contrato. 1. La parte uno deberá de abstenerse de contacto sexual hacia la otra parte a menos que este de acuerdo, en caso tal de que se fuerza algo de contacto físico el presente contrato será anulado. 2. La parte uno finalizado el contrato dará una indemnización a la parte dos de este contrato un cheque de $ 20,000 dólares… Vuelvo a leerlo como unas 100 veces hasta que caigo en cuenta. ¡20,000 dólares! Comienzo a soñar con mi propio emprendimiento y pagando las deudas de mi matrimonio q
—¿Por qué los reporteros te siguen? ¿Eres famosa?— pregunta este manejando y yo niego.—Nada de eso, es una larga historia— y este asiente. El silencio reina en el coche de Nathan hasta que me atrevo a hablar.—Gracias de verdad.Le veo sonreír y me mira por unos minutos, lo suficiente para verle guiñar el ojo.—A mí no se me paga con “gracias”—¿Cómo se te paga, entonces?—Con una salida.Su tono coqueto no me pasa desapercibido. Para alguien que ya tenía su vida programada, volver a experimentar que alguien te coquetea contigo se sentía raro y eso que solo tenía 25 años, aún era joven y podía volver a rehacer mi vida.El obstáculo. Estaba casada.Otro obstáculo. Con el jefe de mi jefe.—¿Qué estudias? No te había visto por la universidad.—No estudió trabajo como conserje—me le quedó mirando y este sonríe.—No me digas, que vas a decir que soy muy guapo para trabajar de conserje.—No, bueno
El viernes llega más rápido de lo que pensé y también con el estrés que cargó encima.David me tenía completamente ocupada con todo, muchas veces tenía que comer algo rápido, ya que todo era un caos, por culpa de un error que cometió el área de empaques de producto, se tenía que volver a hacer todo de nuevo.David tenía estresado a todo el departamento, y tenía la razón, pero no con grito iba a cambiar algo.No sabía nada de Gabe, ni lo había visto, tampoco tenía novedades sobre él. La verdad me sentía, más aliviada así, aún no había decidido si aceptar o no, con todo este caos ni se me había cruzado el pensamiento.Estaba volviendo a escribir el documento que ya había hecho, cambiando ciertas partes y mandando unos e-mails a los proveedores disculpándonos por el retraso.El teléfono sonó y como estaba tan ocupada lo puse en alta voz, mientras escribía.—Brooks hoy nos vamos a quedar hasta tarde debemos preparar el proyecto para la pró
Estaba en el estacionamiento del lugar, donde trataba de llamar a Tatiana, pero era inútil.—¡Ay, maldición Tatiana! Esta me la pagas.Cansada de llamarla, comencé a caminar hacia la parada de los autobuses, mientras veía las calles aún decoradas de adornos navideños.Había pasado diciembre y con ella todas mis desgracias, volver a pensar en esa época del año me daba melancolía, donde otros sonreían y compartían felices, yo lo había pasado bebiendo.Veía como algunos locales quitaban los adornos. Entre en un minisúper donde vendían comida de otros países, y que me encantaba, además de que la mayoría de la comida era instantánea, ya que yo era pésima cocinando.Antes de llegar a la parada vi como unos turistas estaban juntos, hasta que el chico se arrodilló para hacerle la pregunta más esperada."¿Te quieres casar conmigo?”Sonreí feliz por la pareja, pero aún mi corazón dolía ver la felicidad de los demás cuando yo estaba tan triste.<
Estoy tan cómoda durmiendo, no recordaba mi cama tan cómoda y la sábana tan frescas.¿Eran nuevas? No recordaba haberlas comprado, pero supuse que eran de Aly, ya que a veces se quedaba a dormir y a ella le gustaba traer sus sábanas, alegando de que las sábanas de seda ayudaban a algo que no recordaba.Seguí durmiendo, pero había alguien susurrando algo que no entendía y no me dejaba dormir, me removí en las sábanas para volver a dormir, pero las voces cada vez más eran más insoportable.—¡Oigan podrían no hablar, quiero dormir!— exclamó volviendo a girarme boca abajo y seguir durmiendo.¡Por fin! Cante victoria cuando las voces dejaron de hablar.—Podrían no hablar, pero también alguien aquí podría no beber en exceso.Abro los ojos, al principio se me dificulta mucho, hasta que lo logró. No puede ser, no de nuevo.Me giro lo más rápido posible en donde veo a Gabe entrando a la habitación que no es mía, es demasiado lujosa para se
Había aceptado, a hacer toda la farsa con Gabe durante siete meses.David al parecer había desaparecido, a la espera de su sentencia. Aly aún no sabía nada, sobre lo de David, ya que no la quería hacer preocupar.No quería preguntarle a Gabe, sobre como iba lo de David, ya que con todo lo del anuncio, fue un caos. Los reporteros no descansaban. Nos seguían a todas partes.El lunes era oficialmente el día dónde todo el mundo se iba a enterar de boca de Gabe y mía, que éramos esposos.Me miró en el espejo del baño de unos de los cuartos del apartamento.Mi cabello caía sobre mi hombro, me había hecho una renovación de tinte, antes era un castaño opacó, mientras que ahora era un castaño más claro y con destellos rubios.Mi rostro era diferente, alguien había venido a maquillarme, mis ojos con tonos claros y pestañas postizas, hacían resaltar el color verde de mis ojos, mientras mi labios estaban pintados de un rosa tenue, haciendo q
Recordar lo que había dicho David, me daba escalofrío, aquello me había parecido algo bastante grave tenía mucho miedo, por mí, pero sobre todo por Gabe, no sabía de lo que podía hacer, aunque quería creer que era solamente porque estaba ebrio.Gabe estaba ocupado, así que baje a recepción y Alayha no estaba, allí sino Alexandra, su compañera.—Buenos días, señora Collingan.— me saludo y supe que había visto el reportaje.Le saludé y caminé hasta Ernesto el guarda espalda de Gabe.—Hola, señor Ernesto.—Buenas tardes, señora Collingan, ¿En qué me puedo ayudar?—David vino a hablar con Gab… Con mí, esposo y lo que dijo me dejó preocupada, quería que reforzaras la seguridad de mi marido para prevenir.—No se preocupe señora, lo haré en seguida.—Gracias, estaré en la cafetería.Me despido del hombre, para ir a la cafetería, ya que tengo hambre. Cuando no.Cuándo pido mi orden, busco asiento y veo a Aly haciéndome se