Esto debía de ser un error, mas la veía y mas me daba cuenta que ella no era lo que decía ser, su rostro de porcelana solo era una fachada de cuan mala podía ser.
—Bienvenida cariño.
—¿Qué esta pasando?
—Nada, solo quiero hablar.— dice Rebecca sentándose en la silla del frente.
—No entiendo— esta sonreí y me da escalofríos.
—Se que lo sabes.— dice está pero yo sigo sin entender. —Desde supe que Gabe no se había divorciado de ti cuando podía, entendí que ibas a ser un estorbo. Al parecer si lo eres, pero gracias a Dios que eres mas estúpida de lo que parece.
Sabía que a Rebecca nunca le caí bien pero no entendía porque era necesario llegar a esto.
—¿Tanto me odias?, ¿De verdad era necesario llegar a esto?
Esta se ríe y yo me
¿Que pensáis del capítulo? Cuéntenme.
—Rebecca no es alguien a la cuál le puedes decir que no, siempre sentí que ella no era una mujer cualquiera, por eso cuando Gabe de enteró de todo por fin pude sentir la libertad, pero aunque en mi interior sabía que Rebecca no iba a dejarme tranquila. Por ello comencé a consumir, necesitaba un escapé, quería olvidarlo todo, trataba mal a las personas ya que era mí manera de no derrumbarme. Hasta que conocí a Marco, quise ser mejor persona por mí y por él, llegue a amarlo tanto, sentí que tenía salida de mis problemas, de verdad lo pensé. Se me apachurro el corazón al verla con moretones en su rostro, toda sucia y mal oliente, había pasado más de un mes siendo torturado por Rebecca, y aún así ella luchaba por sobrevivir. —Tenemos que idear un plan para salir de aquí, no podemos quedarnos aquí sin hacer nada.—le dije. —¿Cómo? Me han llevado a una de sus salas cubierta no puedo ver nada, ni siquiera sabemos en donde estamos— dice.<
Gabe.Llevaba dos malditas semanas sin saber de Rae, y aun no habían pistas, le había reportado a la policía lo que Adam me dijo pero no era prueba contundente. Lo interrogaron pero tenía una estúpida cuartada. Sabía que él estaba detrás de todo esto, pero esto no lo podía hacer solo así que alguien debía de estarle ayudándolo.Los padres de Rae no hacían otra cosa que llorar y lamentarse por lo que sucedió con su hija, y los entendía pero no podía perder la calma ya que iba a matar a alguien si lo hacía.Mis madrastras estaban aquí, Katy, Martina, Daniela, Farina y Rebecca.Está última no se notaba ninguna expresión en su rostro y era muy típico de ella, si lo hiciera sería algo fuera de lo común.Llegue a pensar que una de ellas podía ser la responsable de esto pero no encon
Gabe.Siempre fui alguien que seguía las reglas, alguien que hacía todo para enorgullecer a mi padre, pero aunque cometiera un error para él seguía siendo su orgullo, porque él amaba a mí madre un amor dependiente y demasiado tóxico, mientras veía como David se esforzará tanto para tener el mismo aprecio que nuestro padre tenía conmigo.Jamás quería que pasará nada de esto, no quería ser CEO, no quería que…. Ella…—¿Vienes?—pregunta Jangger a mi lado. No despegó en ningún momento la mirada de la lápida donde está escrito su nombre.—No…—musito.Jangger se queda a mí lado, sin decir nada. Sabe que todo esto esta haciendo estragos en mí, su muerte. Ella no tenía la culpa de nada.—No te culpes, no es tu culpa… sabes que me tiene
Rae. Estába frente a la lápida de Anastasia, dejando un ramo de flores, no había podido venir antes por mis padres, ya que se quejaban de que aun estaba débil, pero por fin estába aquí. Cuando estuve lista fui hasta el coche de Alayha para verla recostada en su auto. —¿Todo bien?—pregunto la rubia. —Si, ¿Nos vamos?—pregunto y esta asiente. Aly maneja por la ruta hacia el aeropuerto y pasa por cada lugar en donde e estado, puedo jurar que en ciertas ocasiones veo las sobras de mí yo del pasado caminando por las calles de New York. Aquí había crecido y soñado pero era tiempo de salir de mi zona de confort. Cuando llegamos bajé mis maletas de la cajuela del maletero, para entrar al aeropuerto con Aly, pero me llevo la sorpresa de ver a los chicos reunidos con carteles de despedidas, juntos a mis padres. —¿Saben que eso ya pasó de moda?—les informo. —Mas vergonzosa sea tu despedida, menos ganas querrás de irte.— dice Rubin,
Veo la invitación en mi escritorio. Me río por lo absurdo que era todo. Lo había hecho a propósito.Bebo de mí vaso con vodka, el líquido recorre mi garganta, y quema, pero al final hay una satisfacción, que me recorre. Veo como la ciudad, poco a poco se va a apagando, y otro día se había ido. ¿Desde cuándo mi vida se había vuelto tan monótona? Busqué mi teléf
—Este es el informe que solicito esta mañana— Me acerco al escritorio y le entrego la carpeta. Mi jefe agarra el documento, revisando con detalle cada hoja, alternando la vista hacia su computadora de vez en cuando. —La secretaria del señor Valdez pregunta, si la reunión de mañana puede ser pospuesta para las 11:30 a.m.— Le informo. —Niega esa petición, ¿Quién se creen?, ¿piensan que no tengo más nada que hacer? — Se queja. Firma el documento y me lo vuelve a entregar. “No, hay otras personas que al igual que tú, tienen otros compromisos también” pienso. Revisé en el iPad si tenía algo más que debía de informar, y vi la nota que había echo, sobre la junta de hoy. Vi la hora en el reloj del dispositivo y faltaba cinco minutos para que llegasen los inversores suizos. —En cinco minutos llegaran los inversores señor Collingan. — avise. Regresar al trabajo después de las vacaciones habían sido bastante pesado, ya que, e
Alayah decidió matar dos pájaros de un tiro. Matar la curiosidad y su hambre, por eso nos encontrábamos en un restaurante de comida rápida, que estaba cerca de la empresa. El lugar estaba lleno, pero aun así pudimos conseguir puesto. Ninguna hablaba, pero la mirada de mi amiga lo decía todo, por ello deje mi burrito en el plato, antes de que le diera una crisis de nervios por el suspenso. —Adam se acostó con Ginger. Alayah iba a morder de nuevo su taco, pero al escuchar lo que dije se quedó a medio camino. —¿Qué? — pregunto desconcertada. Deja su taco en el plato y se apoya en el espaldar de la silla. Ginger es mi madre. Incluso me molestaba el hecho de tener que referirme a ella como madre. Presenciar el acto de infidelidad, no solo me rompió el corazón, me devasto. Eran dos personas muy importantes a mí, y eso lo hizo aún más difícil. —Difícil de creer, pero es cierto. — respondo, bebiendo de mi refresco. —Ese día quería, verlo antes
Cuando le rompen el corazón a alguien, este se encierra en su cuarto, come helado o dulce, para apaciguar el dolor, sin embargo, hay otros que prefieren beber para ahogar las penas. Diferentes métodos, mismos resultados. En este caso, yo opte por beber hasta no recordar. ¿Para hacer qué? Casarme, algo que todos hacen hoy en día ¡Qué gran idea! Oh, pero el hecho no acaba allí, no feliz con la situación elijo casarme con uno de los hombres más influyente de la actualidad, y solteros más codiciados, ¿dije que era multimillonario? Simplemente fabuloso. Viva el sarcasmo. “¿Enserio Rae?” me pregunte a mí misma. —Señorita, no hay ningún error, ustedes dos llegaron y solicitaron el servicio de matrimonio con la autenticación por un juez, y su esposo pago en efectivo. —dice la mujer, que me llamo anteriormente. Cuando leí el documento pensé que era una broma de mal gusto, pero tal parece que no era así—. Incluso hay fotos de ustedes dos. ¡Sant