Habían pasado dos semanas y mí padre ya estaba sintiéndose mejor en salud y en aspecto. Este había pasado tiempo hablando con Gabe, era su yerno favorito, hasta incluso lo llevaba a la empresa y ayudaba en algo.
—Creo que mí padre me va a quitar a mí marido— me quejó con Andrea que estaba haciendo botanas para los hombres de la casa, ya que estaban viendo un partido y ambos le iban al mismo equipo.—No se angustie, tiene toda una vida para vivir con su marido.— sonrió Andrea y salió a llevarle la botanas para luego regresar.—Me agrada de que, este se divierta ya que Gabe solo habla por teléfono con su padre. No me molesta compartir a mí padre, pero también quiero que me de atención y de otro tipo.—¡Señora!— exclamó Andrea y yo me reí.Escuche como la puerta de entrada se abría y fui a ver quién era, mí madre entra y saluda a los chicos pero ellos están entretenidos viendo el juego.—Hola cariño— me saluda mí mama.—¿Quién te hizo una llave?—pregunto.—Le diGabe. “—Quiero el divorcio.” Se repite en mi menté. La llamada me da directamente al buzón de voz, trató de nuevo y nada. No me responde. Estrelló el teléfono contra el escritorio, estoy preocupado y molestó. Llevó mas cuatro horas sin saber de ella. Mi teléfono vibra en mis manos y lo tomo con las esperanzas de que sea ella, contesto y la voz de Ernesto me molesta. —Señor no esta ni en su antiguo apartamento, tampoco esta en la casa de su amiga ¿Seguimos buscando?— pregunta y yo suspiro. —Sigan buscando, hasta debajo de las piedras.— colgué. ¿Qué es lo que sucede?, ¿Qué es lo que la alteró? Su actitud después de salir de la clínica se notaba que estaba asustada y nerviosa, pero ¿Por qué? Me siento en la silla de mi escritorio, para tranquilizarme quería tenerla a mi lado, se había vuelto alguien tan importante en mi vida que no supe en que momento pasó. Traté de adelantar muchas cosas del trabajo ya que
Rae.Me desperté y vi directamente a mi lado. Él no estába. Me fijé por toda la habitación y allí estába frente al espejo tratando de hacerse el nudo de la corbata.Me levanté y fui a ayudarlo, cuando termine este no dijo nada y agradecí eso. Estaba echa un mar de caos.Me dirigí hasta la puerta puerta del baño, pero este me detuvo.—Te quieres divorciar porque aún lo amas, ¿Verdad?Sabía que estaba hablando de Adam, aun no entendía su recelo con él, parecía que su odió venía desde hace años, ¿Pero cómo sabía que me había visto con Adam?—No, es eso.— respondí.—¿Y que es Rae? Habla claro, ya estoy cansado de este estúpido juego.—¿Cuál es el problema ahora?, ¿No era esto lo que quería
Llegue a la casa después de estar acompañando a Jangger, me alegro saber que el malentendido se había resuelto, pero sabía que los años perdidos nunca iban a volver. Esperaba que mi abuelo hubiera tenido su merecido, por todo el daño que había causado, a su propio familia. No podía imaginar el dolor que mi tía había experimentado todo estos años. Busco a mí padre pero al parecer debía de seguir en el hipódromo con Gabe, buscó a mi madre y la veo limpiando el jardín, que durante semanas había descuidado. —¿Quieres que te ayude?—pregunto al salir. —No, tranquila ya he terminado. Veo como se levanta de la tierra para tomar la manguera a un lado y regar las plantas. —Jangger ya lo sabe.— mi madre me mira, se ve preocupada y la entiendo. —Lo tomó bien, solo que necesita tiempo para asimilarlo del todo. —Estoy feliz de qué todo esto haya acabado bien, Rea no va a ser la misma pero Jangger se merecía la verdad. —¿El padre de Jangger?—
Esto debía de ser un error, mas la veía y mas me daba cuenta que ella no era lo que decía ser, su rostro de porcelana solo era una fachada de cuan mala podía ser.—Bienvenida cariño.—¿Qué esta pasando?—Nada, solo quiero hablar.— dice Rebecca sentándose en la silla del frente.—No entiendo— esta sonreí y me da escalofríos.—Se que lo sabes.— dice está pero yo sigo sin entender. —Desde supe que Gabe no se había divorciado de ti cuando podía, entendí que ibas a ser un estorbo. Al parecer si lo eres, pero gracias a Dios que eres mas estúpida de lo que parece.Sabía que a Rebecca nunca le caí bien pero no entendía porque era necesario llegar a esto.—¿Tanto me odias?, ¿De verdad era necesario llegar a esto?Esta se ríe y yo me
—Rebecca no es alguien a la cuál le puedes decir que no, siempre sentí que ella no era una mujer cualquiera, por eso cuando Gabe de enteró de todo por fin pude sentir la libertad, pero aunque en mi interior sabía que Rebecca no iba a dejarme tranquila. Por ello comencé a consumir, necesitaba un escapé, quería olvidarlo todo, trataba mal a las personas ya que era mí manera de no derrumbarme. Hasta que conocí a Marco, quise ser mejor persona por mí y por él, llegue a amarlo tanto, sentí que tenía salida de mis problemas, de verdad lo pensé. Se me apachurro el corazón al verla con moretones en su rostro, toda sucia y mal oliente, había pasado más de un mes siendo torturado por Rebecca, y aún así ella luchaba por sobrevivir. —Tenemos que idear un plan para salir de aquí, no podemos quedarnos aquí sin hacer nada.—le dije. —¿Cómo? Me han llevado a una de sus salas cubierta no puedo ver nada, ni siquiera sabemos en donde estamos— dice.<
Gabe.Llevaba dos malditas semanas sin saber de Rae, y aun no habían pistas, le había reportado a la policía lo que Adam me dijo pero no era prueba contundente. Lo interrogaron pero tenía una estúpida cuartada. Sabía que él estaba detrás de todo esto, pero esto no lo podía hacer solo así que alguien debía de estarle ayudándolo.Los padres de Rae no hacían otra cosa que llorar y lamentarse por lo que sucedió con su hija, y los entendía pero no podía perder la calma ya que iba a matar a alguien si lo hacía.Mis madrastras estaban aquí, Katy, Martina, Daniela, Farina y Rebecca.Está última no se notaba ninguna expresión en su rostro y era muy típico de ella, si lo hiciera sería algo fuera de lo común.Llegue a pensar que una de ellas podía ser la responsable de esto pero no encon
Gabe.Siempre fui alguien que seguía las reglas, alguien que hacía todo para enorgullecer a mi padre, pero aunque cometiera un error para él seguía siendo su orgullo, porque él amaba a mí madre un amor dependiente y demasiado tóxico, mientras veía como David se esforzará tanto para tener el mismo aprecio que nuestro padre tenía conmigo.Jamás quería que pasará nada de esto, no quería ser CEO, no quería que…. Ella…—¿Vienes?—pregunta Jangger a mi lado. No despegó en ningún momento la mirada de la lápida donde está escrito su nombre.—No…—musito.Jangger se queda a mí lado, sin decir nada. Sabe que todo esto esta haciendo estragos en mí, su muerte. Ella no tenía la culpa de nada.—No te culpes, no es tu culpa… sabes que me tiene
Rae. Estába frente a la lápida de Anastasia, dejando un ramo de flores, no había podido venir antes por mis padres, ya que se quejaban de que aun estaba débil, pero por fin estába aquí. Cuando estuve lista fui hasta el coche de Alayha para verla recostada en su auto. —¿Todo bien?—pregunto la rubia. —Si, ¿Nos vamos?—pregunto y esta asiente. Aly maneja por la ruta hacia el aeropuerto y pasa por cada lugar en donde e estado, puedo jurar que en ciertas ocasiones veo las sobras de mí yo del pasado caminando por las calles de New York. Aquí había crecido y soñado pero era tiempo de salir de mi zona de confort. Cuando llegamos bajé mis maletas de la cajuela del maletero, para entrar al aeropuerto con Aly, pero me llevo la sorpresa de ver a los chicos reunidos con carteles de despedidas, juntos a mis padres. —¿Saben que eso ya pasó de moda?—les informo. —Mas vergonzosa sea tu despedida, menos ganas querrás de irte.— dice Rubin,