—¿Por qué los reporteros te siguen? ¿Eres famosa?— pregunta este manejando y yo niego.
—Nada de eso, es una larga historia— y este asiente. El silencio reina en el coche de Nathan hasta que me atrevo a hablar.
—Gracias de verdad.
Le veo sonreír y me mira por unos minutos, lo suficiente para verle guiñar el ojo.
—A mí no se me paga con “gracias”
—¿Cómo se te paga, entonces?
—Con una salida.
Su tono coqueto no me pasa desapercibido. Para alguien que ya tenía su vida programada, volver a experimentar que alguien te coquetea contigo se sentía raro y eso que solo tenía 25 años, aún era joven y podía volver a rehacer mi vida.
El obstáculo. Estaba casada.
Otro obstáculo. Con el jefe de mi jefe.
—¿Qué estudias? No te había visto por la universidad.
—No estudió trabajo como conserje—me le quedó mirando y este sonríe.
—No me digas, que vas a decir que soy muy guapo para trabajar de conserje.
—No, bueno
El viernes llega más rápido de lo que pensé y también con el estrés que cargó encima.David me tenía completamente ocupada con todo, muchas veces tenía que comer algo rápido, ya que todo era un caos, por culpa de un error que cometió el área de empaques de producto, se tenía que volver a hacer todo de nuevo.David tenía estresado a todo el departamento, y tenía la razón, pero no con grito iba a cambiar algo.No sabía nada de Gabe, ni lo había visto, tampoco tenía novedades sobre él. La verdad me sentía, más aliviada así, aún no había decidido si aceptar o no, con todo este caos ni se me había cruzado el pensamiento.Estaba volviendo a escribir el documento que ya había hecho, cambiando ciertas partes y mandando unos e-mails a los proveedores disculpándonos por el retraso.El teléfono sonó y como estaba tan ocupada lo puse en alta voz, mientras escribía.—Brooks hoy nos vamos a quedar hasta tarde debemos preparar el proyecto para la pró
Estaba en el estacionamiento del lugar, donde trataba de llamar a Tatiana, pero era inútil.—¡Ay, maldición Tatiana! Esta me la pagas.Cansada de llamarla, comencé a caminar hacia la parada de los autobuses, mientras veía las calles aún decoradas de adornos navideños.Había pasado diciembre y con ella todas mis desgracias, volver a pensar en esa época del año me daba melancolía, donde otros sonreían y compartían felices, yo lo había pasado bebiendo.Veía como algunos locales quitaban los adornos. Entre en un minisúper donde vendían comida de otros países, y que me encantaba, además de que la mayoría de la comida era instantánea, ya que yo era pésima cocinando.Antes de llegar a la parada vi como unos turistas estaban juntos, hasta que el chico se arrodilló para hacerle la pregunta más esperada."¿Te quieres casar conmigo?”Sonreí feliz por la pareja, pero aún mi corazón dolía ver la felicidad de los demás cuando yo estaba tan triste.<
Estoy tan cómoda durmiendo, no recordaba mi cama tan cómoda y la sábana tan frescas.¿Eran nuevas? No recordaba haberlas comprado, pero supuse que eran de Aly, ya que a veces se quedaba a dormir y a ella le gustaba traer sus sábanas, alegando de que las sábanas de seda ayudaban a algo que no recordaba.Seguí durmiendo, pero había alguien susurrando algo que no entendía y no me dejaba dormir, me removí en las sábanas para volver a dormir, pero las voces cada vez más eran más insoportable.—¡Oigan podrían no hablar, quiero dormir!— exclamó volviendo a girarme boca abajo y seguir durmiendo.¡Por fin! Cante victoria cuando las voces dejaron de hablar.—Podrían no hablar, pero también alguien aquí podría no beber en exceso.Abro los ojos, al principio se me dificulta mucho, hasta que lo logró. No puede ser, no de nuevo.Me giro lo más rápido posible en donde veo a Gabe entrando a la habitación que no es mía, es demasiado lujosa para se
Había aceptado, a hacer toda la farsa con Gabe durante siete meses.David al parecer había desaparecido, a la espera de su sentencia. Aly aún no sabía nada, sobre lo de David, ya que no la quería hacer preocupar.No quería preguntarle a Gabe, sobre como iba lo de David, ya que con todo lo del anuncio, fue un caos. Los reporteros no descansaban. Nos seguían a todas partes.El lunes era oficialmente el día dónde todo el mundo se iba a enterar de boca de Gabe y mía, que éramos esposos.Me miró en el espejo del baño de unos de los cuartos del apartamento.Mi cabello caía sobre mi hombro, me había hecho una renovación de tinte, antes era un castaño opacó, mientras que ahora era un castaño más claro y con destellos rubios.Mi rostro era diferente, alguien había venido a maquillarme, mis ojos con tonos claros y pestañas postizas, hacían resaltar el color verde de mis ojos, mientras mi labios estaban pintados de un rosa tenue, haciendo q
Recordar lo que había dicho David, me daba escalofrío, aquello me había parecido algo bastante grave tenía mucho miedo, por mí, pero sobre todo por Gabe, no sabía de lo que podía hacer, aunque quería creer que era solamente porque estaba ebrio.Gabe estaba ocupado, así que baje a recepción y Alayha no estaba, allí sino Alexandra, su compañera.—Buenos días, señora Collingan.— me saludo y supe que había visto el reportaje.Le saludé y caminé hasta Ernesto el guarda espalda de Gabe.—Hola, señor Ernesto.—Buenas tardes, señora Collingan, ¿En qué me puedo ayudar?—David vino a hablar con Gab… Con mí, esposo y lo que dijo me dejó preocupada, quería que reforzaras la seguridad de mi marido para prevenir.—No se preocupe señora, lo haré en seguida.—Gracias, estaré en la cafetería.Me despido del hombre, para ir a la cafetería, ya que tengo hambre. Cuando no.Cuándo pido mi orden, busco asiento y veo a Aly haciéndome se
Los días después del anuncio fueron un martirio, ya que Gabe me había dejado con la responsabilidad de elegir muebles y de decorar la casa, además de que esté había preparado un cronograma para todas las actividades que teníamos que asistir, ya que al parecer el anuncio del matrimonio era el tema favorito de todos.Cenas con gente importante, desfiles de moda, inauguraciones, sesión fotográfica, ir al la fiesta de algún socio, ir a recaudación de fondo, ir para haya o para acá, sonríe, cuenten la historia de como se conocieron, o cuando van a hacer la boda por la iglesia, cuenten que es lo que te atrajo de ella, ¿son felices?, ¿van a tener hijos? Y etc.—¿Estás cansada?— pregunta Gabe a mi lado.Estamos en el cumpleaños de un socio, el cual es de lo más aburrido. La música clásica es algo que no me gusta, no puedes menear lo que Dios te dio.—No, tranquilo.—Señor Collingan, que gusto es tenerle aquí, ¿Es su esposa? Es muy bella— habla el señ
No era buena en el golf, así que estaba en la sombra junto con Rubín, que al parecer tampoco era buena, solo le gustaba venir para tener la excusa de vestirse con el uniforme.Lo poco que había hablado con ella, había entendido que era una gran mujer. Me había contado que su madre era una reconocida modelo y que desde chiquita a pesar de sus kilos de más, su madre la apoyaba en todo, además tenía un gran ego.Me había reído mucho con ella y sus historias, además había conocido un poco de su amistad con los chicos.—Si, Gabe fue expulsado de diez escuelas hasta que su padre se cansó y lo metió en la escuela pública, allí conoció a Jangger. Siguió metiéndose en problemas hasta que luego… digamos que maduró.Miró a Gabe, mientras juega y habla con su amigo de los ojos de color diferente.—¡Dios mío Jangger! ¡No hay un puto día en donde no puedas ser el panal de las abejas!— se quejó la rubia a mi lado, ya que había varias chicas viendo descaradamente
—¿Quién es el afortunado?— pregunta Nathan luego de beber su café.—No creo que lo conozcas, pero es alguien importante.—Vi algunas noticias sobre ti y sobre tu esposo, no lo conozco, pero conozco a alguien que si lo conoce.—¿Quién?—No sé si conoces a Jangger.— me quedo sorprendida y asiento.—Lo conocí ayer en una partida de golf.—Bueno, él es mi hermano.Quiero escupir el café, y este asiente.—Vaya, reaccionaste mejor que los demás.—No lo hubiera imaginado, son muy diferentes.—La verdad, no somos nada, pero la señora que nos adoptó, nos crio como hermanos.—Me imagino que fue duro cuando se enteraron de que…Este niega y me le quedó viendo curiosa.—Éramos niños de la calle antes que la señora nos acogiera en su casa, así que básicamente siempre lo supimos, pero le agradecimos. Algún día te presentaré a Mamá Fifí.—Estaría encantada, y ¿cómo es tu relación con tu herm