Mariam Johnson jamás pensó, que su primer amor sería su nuevo jefe, la roptura de su compromiso a dos dias de su boda la llevó a tomar la decisión de aceptar la propuesta de trabajo en Londres, sin imaginarse que se encontraría con su primer amor, pero debido a las dos ropturas amorosas ella se volverá fría y no mostrará sus emociones porque tiene miedo a que la lastimen de nuevo. Daniel Harrison a sus veintiún años salió de casa, con el sueño de convertirse en un gran empresario y darle todo lo que pudiera a el amor de su vida, pero todo cambió, ese primer amor solo quedó guardado en su corazón, él trato de hacer su vida, contrajo matrimonio el cual no duro mas de tres años. Jamás creyó que después de diez años volvería a ver a aquella chica de ojos color miel, pero ya no era la misma, en sus ojos solo había frialdad, él en realidad nunca la olvidó, pero al ver que la chica es fría como un témpano de hielo. Y en el aire permanecerá la pregunta ¿ Podrías Volver a amarme?
Leer másQuince años después narra Daniel.Quince años han pasado. Quince años en las que he sido feliz al lado de mi familia, al lado de la mujer que amo, viendo crecer a nuestros hijos y no les voy a negar, sufrí la partida de mi abuelo, y la de mi madre, si se preguntaran, que fue lo que pasó. Pues bueno, recuerdo ese día, yo estaba en la oficina, listo para pasar por mi bonita, e irnos a casa con nuestros hijos, mi abuelo ya tenía dos años de haber partió de este mundo y antes de salir de mi despacho, mi teléfono personal suena, cabe decir que ya todos en la oficina se habían retirado. Tomé el teléfono y la persona detrás de este solo dijo — señor Harrison, es importante que venga con urgencia a la clínica del reclusorio, su madre está muy grave y los doctores temen lo peor y ella quiere verlo a usted y a su esposa. Escuchar aquello me dejó helado, pues a decir verdad ya tenía mucho, mucho tiempo que no la veía o hablaba con ella, suspiré antes de contestar — estaré allí en una hora — c
Seis meses de embarazo. — amor ¿ Por qué lloras? — pregunto al ver pequeñas lágrimas en sus ojitos — ya nada me queda, parezco una vaca — contesta y se pone a llorar de nuevo, tomo sus mejillas entre mis manos y hago que me mire — haber pequeña, no pareces una vaca, tú eres la mujer más hermosa del planeta, estas embarazada — pongo mi mano en su abultado vientre — esta nuestro hijo o hija, así que no llores mi amor que a mi me gustas tal y como estas —me estas diciendo que te gustó gorda — dice ella y yo niego con la cabeza, hay las hormonas la vuelven muy pero muy sencible. Aunque lo cierto es, que mis suegras la han cuidado mucho y parece como si fueran dos bebés, en lugar de uno, aún así ella se ve hermosa. — ven amor — tomo su mano y la volteo al espejo, te amo mi chaparrita presiosa, los amo a los dos, y no me importa cuanto cambie tu cuerpo yo siempre te amaré — ella sonríe y acaricia su vientre — gracias amor, nosotros también te amamos, me pondré un vestido. Ella se mete a
Me encuentro a John en el pasillo, este me sonríe y yo lo saludo. — buenos días John — saludo y el me sonríe — buenos días Daniel ¿cómo amanecieron los futuros papás? — felices — le digo de inmediato — me lo imagino. Iré a ver como está, si todo esta bien la daré de alta, pero antes de irse, necesito que pasen con la doctora Morrison, ella es la mejor obstetra de este hospital. Como lo mencione ayer le he pasado el expediente de Mariam para que ella lleve todo su embarazo, ueno si así ustedes lo desean.— asiento con la cabeza, confío en John. — Gracias John, tú eres el experto aquí y claro que lo haremos, lo importante es que los dos estén bien. — John asiente con la cabeza. Los dos caminamos, rumbo a la habitación. Mi pequeña ya estaba despierta cuando llegamos. — Buenos días Mariam ¿cómo te sientes hoy? — pregunta John, mientras le checa su T/A — muy bien — contesta ella — Bueno, todo está bien, ya podrás ir a casa y por favor cuidate mucho, es importante que pases con la obstetr
Jack habré la puerta de mi auto, y sube de piloto, entro con Mariam a la parte trasera y salimos lo mas rápido posible al hospital. Mientras el maneja yo llamo a urgencias, para que nos esperen en la entrada. Llegamos en menos de veinte minutos, Jack a cometido unas cuantas infracciones, pero eso nos ha permitido llegar mucho más rápido.Una camilla y enfermeras nos esperan afuera, en cuanto Jack pisa el freno abro rápidamente la puerta y bajó de ahí, acercan la camilla hacia donde estamos y me ayudan a ponerla en ella. Una de las enfermeras le toma su pulso y me alarma a decir aquellas palabras. — Vamos rápido, ella tiene el pulso muy débil, rápido a urgencias y llamen al doctor John. — yo no me apartó de la camilla, pero ella no me deja entrar. — Señor por favor, espere en la sala de espera. — Me niego, quiero estar con ella. — Señor en cuanto sepamos que es lo que pasa le avisaremos — dice ella, Jack se pone a mi lado y ella entra al lugar.— Sí algo le pasa Jack, yo me muero.
Narra Daniel.Estoy tan feliz que nada, absolutamente nada, podría apagar mi felicidad, tengo a mi lado a las personas más importantes de mi vida, Mariam y mi abuelo.No les mentiré, aún no sé, si algún día perdonaré a mi madre, por todo lo que hizo, aunque en cierta forma, Mariam tiene razón ella ya está pagando, por todo y de la peor forma.Ella está confinada en un reclusorio, en silla de ruedas, pagando una condena perpetua, realmente no se que será de ella, pero solo espero que todo esté tiempo le sirva, para darse cuenta de cuánto mal hizo en su vida. En fin, como dije, ya nada puede apagar esta enorme felicidad que tengo, después de todo ya no podía estar un minuto más separado de ella, este mes sin ella fue una completa tortura. Mariam y yo nos encontramos camino al restaurante que recerbe ayer, para hoy en la tarde. El restaurante está reservado solo para nosotros, pedí que en medio de este pusieran una mesa muy grande, somos muchos y más contando las dos familias de mi esp
Esa fue la última noche, que dormí en los brazos de Daniel, ya que mi estancia en casa de mis padres se alargó. Esa noche cenamos los cuatro y entre tanta platica, ya no dejaron ir a Daniel y se quedó conmigo, pero ya ha pasado un mes en el que solo nos vemos en la oficina, cuando salimos algún lado o cuando voy a ver al abuelo, mis padres no quieren dejarme ir y los entiendo, estuvieron a punto de perderme, y ahora estoy aquí en la entrada de la mansión de los Beckham, debatiendo en sí entrar y tocar o no, Dios por qué se me hace tan difícil. Tomó una gran bocanada de aire y me adentro, tocó el timbre y espero a que me abran. Un minuto después soy atendida por una señora, ella al verme me hace pasar, y me conduce a la sala, hago memoria y recuerdo haberla visto la vez que vine con Jack y me presento a... Bueno cuando vine aquí a conocerlos. Ella se pierde de mi vista, y yo me sorprendo, realmente no tuve que decir nada, ella solo se fue, suspiro y me digo a mi misma. Mariam ella e
Narra Mariam.He de confesar que haber hablado con Jack me hizo sentir bien, pero de verdad no me esperaba que Natalia y él fueran pareja, aunque me da gusto por ambos, se que serán felices, los dos son maravillosas personas.Después de terminar un día de trabajo, Daniel y yo nos vamos a casa, el abuelo debe de estar esperándonos para cenar.— abuelo ya hemos llegado — hablo al cruzar la puerta de la casa, pues él siempre nos espera en la sala, aún sigue un poco molesto por cómo hemos hecho las cosas, aunque entendió el motivo por el cual lo hicimos, se que esta feliz por nosotros aunque se haga el enojado. Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla, Daniel también lo saluda y después se va a la cocina — abuelo ¿de verdad seguiras enojado con nosotros? — le pregunto y él solo me mira. — entiendo el motivo del porqué lo hicieron, ya han estado mucho tiempo separados y es más que obvio que ya querían unir sus vidas por siempre, pero nos hubiera gustado estar cerca de ustedes en ese
Narra Mariam.Ya han pasado algunas semanas, y hoy es el juicio contra Samuel, Daniel insistió en que tenía que estar ahí, y aunque no quería hacerlo decidí al final estar presente, realmente no sé cuál será su condena, pero creo que cada persona tiene lo que se merece, solo espero que él se arrepienta por lo que me hizo.Llegamos a la corte, todos entran y nuestros abogados presentan las pruebas contra él, es evidente pues tienen la grabación del accidente, donde se ve claramente como sale del auto que me estrelló. El juez da su sentencia — debido a las pruebas contundentes y a la propia confección del acusado, esta Corte lo declara culpable y cumplirá una condena de quince años, por intento de homicidio sumándole cinco años más por obstrucción de la ley, esta Corte cierra el caso. El juez dicta la sentencia y Samuel antes de ser llevado me mira. Realmente no se descifrar si él este arrepentido, pero espero que todos estos años que esté en prisión le sirvan para reflexionar sobre l
Mariam. Daniel salió de la habitación echo una furia, pude ver la cara de Samuel llena de satisfacción. — se ve cuanto le importas, ahora ves que estarías mejor conmigo — me dice el con aires de grandesa — lo dice el hombre que pasará el resto de su vida tras las rejas — le contestó yo y logró borrar su sonrisa con mi comentario. Me levanto de mi asiento y le dirijo una mirada. — aún si fueras el último hombre en la tierra Samuel, jamás volvería a estar contigo — le digo saliendo de la habitación. Un policía me dice que me llevara a mi casa, pero yo niego con la cabeza .— Lleveme a la residencia de los Harrison por favor — este al escucharme niega con la cabeza — pero... — por favor oficial — le dijo y el asiente. Justo cuando íbamos llegando, vemos salir un auto, el policía y yo vemos a la madre de Daniel y este junto a los demás siguen el auto. Después de unos segundos de haber pasado, puedo ver el auto de Daniel a la par de nosotros. Él hombre que maneja el auto donde ella e