Narra Daniel.Estoy tan feliz que nada, absolutamente nada, podría apagar mi felicidad, tengo a mi lado a las personas más importantes de mi vida, Mariam y mi abuelo.No les mentiré, aún no sé, si algún día perdonaré a mi madre, por todo lo que hizo, aunque en cierta forma, Mariam tiene razón ella ya está pagando, por todo y de la peor forma.Ella está confinada en un reclusorio, en silla de ruedas, pagando una condena perpetua, realmente no se que será de ella, pero solo espero que todo esté tiempo le sirva, para darse cuenta de cuánto mal hizo en su vida. En fin, como dije, ya nada puede apagar esta enorme felicidad que tengo, después de todo ya no podía estar un minuto más separado de ella, este mes sin ella fue una completa tortura. Mariam y yo nos encontramos camino al restaurante que recerbe ayer, para hoy en la tarde. El restaurante está reservado solo para nosotros, pedí que en medio de este pusieran una mesa muy grande, somos muchos y más contando las dos familias de mi esp
Jack habré la puerta de mi auto, y sube de piloto, entro con Mariam a la parte trasera y salimos lo mas rápido posible al hospital. Mientras el maneja yo llamo a urgencias, para que nos esperen en la entrada. Llegamos en menos de veinte minutos, Jack a cometido unas cuantas infracciones, pero eso nos ha permitido llegar mucho más rápido.Una camilla y enfermeras nos esperan afuera, en cuanto Jack pisa el freno abro rápidamente la puerta y bajó de ahí, acercan la camilla hacia donde estamos y me ayudan a ponerla en ella. Una de las enfermeras le toma su pulso y me alarma a decir aquellas palabras. — Vamos rápido, ella tiene el pulso muy débil, rápido a urgencias y llamen al doctor John. — yo no me apartó de la camilla, pero ella no me deja entrar. — Señor por favor, espere en la sala de espera. — Me niego, quiero estar con ella. — Señor en cuanto sepamos que es lo que pasa le avisaremos — dice ella, Jack se pone a mi lado y ella entra al lugar.— Sí algo le pasa Jack, yo me muero.
Me encuentro a John en el pasillo, este me sonríe y yo lo saludo. — buenos días John — saludo y el me sonríe — buenos días Daniel ¿cómo amanecieron los futuros papás? — felices — le digo de inmediato — me lo imagino. Iré a ver como está, si todo esta bien la daré de alta, pero antes de irse, necesito que pasen con la doctora Morrison, ella es la mejor obstetra de este hospital. Como lo mencione ayer le he pasado el expediente de Mariam para que ella lleve todo su embarazo, ueno si así ustedes lo desean.— asiento con la cabeza, confío en John. — Gracias John, tú eres el experto aquí y claro que lo haremos, lo importante es que los dos estén bien. — John asiente con la cabeza. Los dos caminamos, rumbo a la habitación. Mi pequeña ya estaba despierta cuando llegamos. — Buenos días Mariam ¿cómo te sientes hoy? — pregunta John, mientras le checa su T/A — muy bien — contesta ella — Bueno, todo está bien, ya podrás ir a casa y por favor cuidate mucho, es importante que pases con la obstetr
Seis meses de embarazo. — amor ¿ Por qué lloras? — pregunto al ver pequeñas lágrimas en sus ojitos — ya nada me queda, parezco una vaca — contesta y se pone a llorar de nuevo, tomo sus mejillas entre mis manos y hago que me mire — haber pequeña, no pareces una vaca, tú eres la mujer más hermosa del planeta, estas embarazada — pongo mi mano en su abultado vientre — esta nuestro hijo o hija, así que no llores mi amor que a mi me gustas tal y como estas —me estas diciendo que te gustó gorda — dice ella y yo niego con la cabeza, hay las hormonas la vuelven muy pero muy sencible. Aunque lo cierto es, que mis suegras la han cuidado mucho y parece como si fueran dos bebés, en lugar de uno, aún así ella se ve hermosa. — ven amor — tomo su mano y la volteo al espejo, te amo mi chaparrita presiosa, los amo a los dos, y no me importa cuanto cambie tu cuerpo yo siempre te amaré — ella sonríe y acaricia su vientre — gracias amor, nosotros también te amamos, me pondré un vestido. Ella se mete a
Quince años después narra Daniel.Quince años han pasado. Quince años en las que he sido feliz al lado de mi familia, al lado de la mujer que amo, viendo crecer a nuestros hijos y no les voy a negar, sufrí la partida de mi abuelo, y la de mi madre, si se preguntaran, que fue lo que pasó. Pues bueno, recuerdo ese día, yo estaba en la oficina, listo para pasar por mi bonita, e irnos a casa con nuestros hijos, mi abuelo ya tenía dos años de haber partió de este mundo y antes de salir de mi despacho, mi teléfono personal suena, cabe decir que ya todos en la oficina se habían retirado. Tomé el teléfono y la persona detrás de este solo dijo — señor Harrison, es importante que venga con urgencia a la clínica del reclusorio, su madre está muy grave y los doctores temen lo peor y ella quiere verlo a usted y a su esposa. Escuchar aquello me dejó helado, pues a decir verdad ya tenía mucho, mucho tiempo que no la veía o hablaba con ella, suspiré antes de contestar — estaré allí en una hora — c
Flash back — ¿De verdad tienes que irte Daniel? ¿De verdad me dejarás?— Entiende amor, tengo que hacerlo, para labrar nuestro futuro, tú apenas cumplirás los dieciocho años, tienes que estudiar la universidad, y mi madre estan haciendo esto por nuestro propio bien, te juro Mariam que cuando tenga lo suficiente para poder llevarte conmigo lo haré, te amo chaparrita y eso nada ni nadie lo cambiará, estas muy adentro, clavada en mi corazón sé que eres el amor de mi vida nunca, pero nunca te olvidaré te prometo que cuando llegue me comunicare contigo.— No Daniel, sabes que el dinero a mi no me importa nunca me ha importado y nunca me importará, solo quiero estar a tu lado, solo eso es lo que pido, te amo Daniel, por favor no me dejes aquí llévame contigo.— Lo sé chaparra, lo sé yo también te amo mucho y lo sabes, tus padres no permitirán que te vayas conmigo, pero entiende que esto es una muy buena oportunidad, para ambos de realizarnos, nuestras familias solo quieren lo mejor para no
Me encuentro en la oficina de mi jefe, y esta que no se la cree, porque he aceptado la oferta de trabajo. — Haber Mariam ¿Cómo es que no lo pensaste y decides aceptar? Bueno yo estoy feliz con tu respuesta, pero jamás imagine que dirías que si, pues te casaras pasado mañana, al menos que... Hay algo de lo que me perdí y no estoy enterado. — estoy a punto de contestar cuando entra su esposa.— Hola cariño ¿Cómo estás? Perdón por interrumpir. — le dice a su esposo dándole un beso. —Oh Mariam cariño ¿Cómo estas? —me pregunta, observándome también, como lo hizo el señor Wilson cuando entré. — Hola señora Wilson, bien y ¿usted? — le respondo con otra pregunta, pero ella es la más observadora entre este par. — Bien cariño, pero tu no te ves bien, ¿Te pasa algo? Y no intentes engañarme, que tengo dos hijos y se perfectamente cuando algo les pasa. — suspiro, sabía que esto pasaría — No habrá boda —les digo y la señora Wilson se sienta junto a mi. — mi niña, dínos que pasó, sabes que pue
Después de casi once horas de vuelo he llegado a mi destino, voy a recoger mis maletas y a mi bebé. Creyeron que la dejaría, pues no ella también vino conmigo, por suerte encontré un hotel donde me permitirán estar con mi gatita, total no estaré muchos días en el hotel. Estoy tan cansada y el desfase de horario lo siento pesado, saco a mi pequeña traviesas en el baño para que se estire tranquilamente, salgo de mi habitación. Estoy en una tienda comprando un nuevo teléfono, para avisarle a mi familia que llegue con bien, y también para evitar todo contacto con Samuel, ya lo bloque en redes sociales, no quiero saber nada de él es un sínico, un idiota, de verdad que fui una estúpida al pensar que viviría feliz junto a él, aún no puedo creerlo, que solo estuviera conmigo por el maldito dinero, ahora veo que nunca quise ver como era el realmente, de verdad que soy una ingenua por creer es sus mentiras de lo que según él sentía por mí, soy tan idiota por no ver realmente como es, o tal vez