—Entonces… Te enamoraste de tu esposa falsa. — Repitió Diego por enésima vez, el amigo y abogado de Edan, hablando por encima del bullicio del club, sin poderlo creer.—¡Que no es mi esposa falsa! Tú mismo fuiste testigo de que nos casamos de verdad. — Reiteró Edan, mucho más frustrado de lo que había llegado.—Sí, pero no te casaste con ella precisamente para hacer un matrimonio real. — Profirió Diego, alucinado con la ironía que vivía su amigo.—¿Vas a repetir lo mismo una y otra vez o vas a ayudarme en algo?. — Preguntó Edan con la mandíbula apretada.—Lo siento, hermano, pero es difícil de creer… Un tipo como tú… ¿Enamorado? ¿Y de una chica inocente como deduzco que es ella? Porque… Por todo lo que me contaste, Alma no tiene mucha malicia.—¡Ah! Ahora vas a juzgarme. — Gruñó Edan, tomándose otro trago.—¿Qué quieres que te diga? Es lo que te ganas por crear esa maraña de mentiras y lo peor… Envolviste a una joven inocente en tus redes…—¿Sabes qué? Ahora que lo pien
Los padres de Edan entraban en la oficina, justamente cuando Ricardo se despedía en la puerta.—¿Papá?. — Preguntó Edan, extrañado.—¡Oh, Edan! Lo siento, ¿Te interrumpimos? Es que solo pasábamos para saludar y Lucy no estaba en la entrada, así que… — Explicó Erick, al tiempo que se adentraba en la oficina y notaba que Edan no estaba solo.—¡No puede ser! ¡¿Son tus padres?!. — Preguntó Ricardo a Edan, evidentemente emocionado.—Sí, señor. — De manera muy solemne, Erick estiró la mano hacia Ricardo. — Erick O’Connor y ella es mi esposa, Angélica. — Luego del apretón de manos, Ricardo estiró su mano hacia Angélica, quien no se aguantó la curiosidad.—¿Y usted es?. — Preguntó ella al extraño.—Mucho gusto, soy Ricardo Contreras, el padre de Alma. — La pareja se sorprendió, pero un momento después, Erick expandía una enorme sonrisa.—No lo puedo creer, hasta que por fin nos conocemos. — Comentó Erick entusiasmado y Ricardo supuso, que lo decía por su reciente desaparición.
Al finalizar esa semana, Edan se sentía desesperado, los problemas comenzaban a acumularse.Primero, Alma seguía con la misma actitud esquiva.Segundo, la visita que tuvo Edan con Vivian hacia un nuevo médico, no había dado el resultado previsto y lo había corroborado… Vivian sí estaba embarazada.Y tercero, Erick le insistía a Edan en organizar la cena familiar, lo cual era un problema.No había manera de contarle a Alma que Erick había conocido a Ricardo y había sugerido la cena, sin decirle que el mismo Ricardo había visitado a Edan en su despacho.Y aunque en un principio, Edan no quería que Alma se enterara de la reciente relación de negocios que había hecho con Ricardo, pues eso ahora había cambiado.¿Qué hacía Ricardo visitando a Edan en su oficina? Alma haría preguntas y Edan sabía que no podría mentirle, él debía decirle la verdad, y ese mismo fin de semana, pensaba hacerlo.*Llegó el día sábado… Hacía tan solo una semana, Edan y Alma se habían entregado por completo
Aunque en un principio, Luz, la madre de Alma, se mostró un poco renuente, por tener que asistir a una cena familiar en el apartamento de Edan para conocer a sus padres.Era, sobre todo el hecho, de asistir junto a Ricardo, lo que menos le agradaba del asunto.Sin embargo, por el bien de su hija y por el contrato que Alma había firmado, Luz decidió aceptar.Había pasado una semana, y el día de la cena familiar había llegado.Los primeros en llegar, fueron los O’Connor, a quienes Edan recibió con mucho entusiasmo, mientras que Alma, todavía se arreglaba.Aunque en realidad, ella estaba en su habitación haciendo respiraciones profundas y tratando de controlar sus nervios.Porque, una cosa era tener que simular e improvisar ante cualquier eventualidad frente a los padres de Edan, sin embargo, controlar lo que decían sus padres, no sería posible.Y es que, aunque Luz estaba enterada de todo el engaño, el contrato y la clase de personas que eran los padres de Edan, gracias a sus con
Edan se quedó estático por un momento, ¿Su madre lo había descubierto? ¿Cómo había sucedido eso?.Él sopesó la situación, podría admitir toda la mentira y asumir las consecuencias, pero su padre todavía no estaba completamente recuperado, ¿Cómo se lo tomaría al enterarse? ¿Le afectaría en su salud?.Y había algo más, si sus padres se enteraban de la verdad, el matrimonio falso, ya no tendría sentido… Eso solo quería decir una cosa: Alma se iría de su casa y de su vida.¿Cómo podría retenerla? ¿Cómo podría mantenerla a su lado con Vivian embarazada?.Entonces… Solo le quedaba una opción: Negarlo todo.—No entiendo de que me hablas. — Respondió Edan finalmente, mostrándose muy decidido.—¿Ah, no? Nos dijiste a tu padre y a mí, que Alma venía de una buena familia, nos diste a entender que eran de un buen nivel social y obviamente, eso no es cierto.—¿Qué?. — Vocifero Edan, genuinamente confundido, aunque innegablemente, sintió gran alivió al ver que su madre no hablaba de lo qu
Una semana después, Alma había terminado los exámenes finales de la universidad.Ella estaba realmente feliz, finalmente, una buena noticia había llegado como un rayo de luz en medio de tantas tristezas.Le habían informado que había aprobado todos los exámenes y en unas semanas, empezaría con las prácticas… Eso quería decir, que le faltaba muy poco para verse graduada.Por ese motivo, ella se preparaba para ir a casa de su madre, quería celebrar con su familia, sacarlos a pasear y llevarlos a almorzar a un lindo restaurante.Y también había pensado en llevar a los más pequeños a un parque, hacía mucho que no salían para divertirse, ellos también se lo merecían.Después de todo, tenía el dinero suficiente, por primera vez su vida, Alma ganaba lo suficiente, como para mantener bien a su familia y ella tampoco era tonta.Edan le había pagado tan bien, que de su sueldo, no solo podía mantener a su familia, sino que además había ahorrado un buen dinero para cuando llegara el moment
Edan estaba en la oficina, acompañado de su madre, él finalmente le había contado toda la verdad, con lujos de detalles.—Debes decírselo a tu padre… — Comentó Angélica al final de la historia.—No puedo. — Respondió sin dudar. — Si algo le llegara a pasar a papá por mi culpa… — La voz de Edan se apagó, no pudo siquiera terminar la oración.—Bueno… La verdad es, que lo del embarazo de Vivian sí podría afectarle y si se entera de que Henry quiere casarte con ella, capaz y Erick se infarta… Pero con respecto a lo de Alma… Él ya está mejor y si se lo explicas con calma, seguro lo entenderá. —Contarle todo a mi padre… — Edan se levantó de su escritorio y caminó pensativo hacia el enorme cristal del ventanal. — Eso significaría acabar con el contrato y si el matrimonio falso se acaba, también se acabará mi relación con Alma…—Edan… Ese matrimonio falso se acabará en cualquier momento, ¿Cuánto les queda de contrato? ¿Un mes? ¿Mes y medio? ¿Cómo pretendes retener a Alma después? E
Con la sola presencia de Mateo, fue suficiente como para que Edan sintiera como la llama de la furia se acrecentara en él.Alma contuvo el aliento, el verle llegar con esa expresión de rabia, realmente la intimido. No porque tuviera miedo de que Edan pudiera hacerle algo, sino por el problema que podría formarse entre él y Mateo.Ella se imaginó que podía suceder algo como lo que ocurrió en el club de baile, la última vez que se vieron.—¡¿Qué carajos está pasando aquí?!. — Vocifero Edan, intentando contenerse con todas sus fuerzas.Mateo, al ver esa expresión fúrica de su rival y temiendo por Alma, se atravesó en el camino de Edan.—¿Qué crees que haces?. — Gruño Edan, apretando la mandíbula y con los puños cerrados a los costados.—¿Qué crees que haces tú?. — Preguntó Mateo, ceñudo, deslizando los ojos hacia Santiago y Diana, como una manera de señalar a los niños, que los miraban sorprendidos.Edan entendió a señal de Mateo y deslizó la mirada por los más pequeños, luego,