Erick lo miró muy serio, Ethan se quedó pasmado, ¿Acaso había escuchado bien?.—¿Qué?.—Bueno, no por lo menos como gerente de la sede, pero si quieres un puesto de menor nivel, yo podría… — Erick intentó acercarse a Ethan, que lo observaba horrorizado.—¿Qué estás diciendo, papá?. — Repitió Ethan, intentando asimilar las palabras de su padre.Edan y Edgar se pusieron en alerta, después de todo lo que había sucedido en las últimas reuniones familiares, ellos ya no sabían cómo podría reaccionar su hermano ante las palabras de Erick.—Cómo escuchaste, Ethan… ¿Cómo creíste que te dejaría la sede después de que casi la llevaste a la banca rota? Y no solo eso, en vez de asumir tu responsabilidad, intentaste engañarme… — Explicó Erick, ceñudo.—Sí, cometí un error, pero por eso, ¿Piensas dejarme en la calle? ¿Sin nada? ¿Y mi familia? ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Cómo se supone que voy a mantener a mis hijos?!. — Vocifero Ethan alterándose.—Jamás te desampararía, por eso te estoy ofre
La reunión marchaba de maravilla, Vivian sonreía complacida mientras veía como Henry parecía cada vez más interesado en su prometido y Ethan, se comportaba a la altura. Pero ya no era momento de hablar sobre trivialidades y Ethan necesitaba sacar provecho de la situación lo más pronto posible.—Sí, señor Ortega, tiene razón, la situación económica del país ha sido un poco adversa últimamente, pero gracias a nuestras estrategias, hemos conseguido que INCAPITAL se posicione rápidamente entre las mejores…—Me alegra escuchar eso, siempre he admirado a Erick por como llegó a sobresalir después de no tener nada… — Contó Henry y a ese punto quería llegar Ethan.—Así es, esa empresa la creo mi padre desde cero y sin tener recursos en las manos, entonces imagínese lo que se podría lograr teniendo disponible la inversión necesaria… — Lanzó Ethan, el primer anzuelo.—¿Qué quieres decir, hijo?. — Intentó sonar amable Henry, con el hombre que, según él, lo sacaría de su desgracia económic
Henry no se había marchado del apartamento de Vivian, él simplemente bajó hacia el auto para buscar algo. Al escuchar el montón de basura que salía de la boca de Ethan, él entendió algo: lo había perdido todo. Él no lo había querido aceptar antes, sentía que todavía tenía oportunidad, mientras Vivian estuviera comprometida con un hombre adinerado, Henry mantenía la esperanza y con el repentino embarazo de Vivian, se sintió seguro de que su situación cambiaría.Pero en cuestión de solo minutos, él comprendió que, todo se había ido por el caño. En muy poco tiempo, el mundo se enteraría de que los Ortega estaban en banca rota y se convertirían en la cotilla de la sociedad.Hasta ese momento, los acreedores les habían dado plazos, considerando su apellido y su posición, pero cuando la verdad de su situación económica saliera, los perseguirían como ratas y esas no eran personas con las que se pudiera negociar.Extrañamente, esa noche, después de Ethan aclarara que había renunciado a s
—Tienen diez minutos. — Gruñó el oficial a Vivian y Casandra, quienes miraban alrededor con algo de repugnancia, sintiéndose degradadas y abochornadas.Las mujeres se sentaron en la mesa señalada por el oficial y esperaron con impaciencia, era la primera vez que estaban en un lugar así y esperaban que fuese la última.Minutos después, entro nuevamente el oficial con Henry esposado y con algo de fuerza, lo hizo sentarse en la misma mesa que ellas.—¿Qué hacen aquí?. — Refunfuño Henry con rabia.—¿Cómo preguntas eso? Somos tu familia. — Respondió Vivian haciéndose la indignada.—Lo dices tú… ¿La primera que fue a señalarme y acusarme?. — Murmuró Henry apretando la mandíbula.—¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué permitiera que me acusaran de complicidad para acompañarte en esta inmundicia?. — Refutó ella con decisión, mostrando su rabia.—Henry… No es momento para discutir, tenemos muy poco tiempo y solo queríamos… — Casandra se aclaró la garganta e intentó tomar valor, intenta
Un momento de felicidad, en medio de tanto dolor, embargó a los O’Connor, finalmente el cabecilla de la familia estaba de vuelta, algo deprimido, pero despierto y eso lo cambiaba todo.Alma llamó a toda la familia y en medio de la alegría y la celebración que hacían los O’Connor en la habitación de la clínica, una noticia más, que fue anunciada por el mismo Erick, los sorprendió a todos.—¡Alma está embarazada!. — Vocifero con una pequeña sonrisa, dejando a Edan con la boca abierta. — ¡Felicidades, hijo!. — Erick abrió sus brazos para recibir a su hijo en un efusivo abrazo, en el que a todos, se le aguaron los ojos.Un momento después, Edan cargaba a Alma entre sus brazos, levantándola frente a todos.—Gracias… — Le musitó Edan en la cara a Alma.—¿Por qué? Si el trabajo fue de dos… — Preguntó ella perpleja, todos rieron.—Por hacerme el hombre más feliz del mundo. — Le susurro, expandiendo una sonrisa de completa felicidad.Las siguientes semanas, todo se fue poniendo en o
Edan O’Connor conducía a alta velocidad por la autopista en su Ferrari, iba apurado hacia su trabajo, se le había hecho tarde discutiendo con su novia, Vivian, de nuevo.Cómo siempre, ella quería que Edan se quedara durmiendo a su lado hasta tarde, pero él debía ir a trabajar. Aunque Edan era un hombre con recursos, tenía responsabilidades, además, el dinero no se hacía solo.Él estaba molesto con Vivian, esa mujer lo hacía perder las casillas, ella era malcriada y testaruda, pero cómo lo hacía enloquecer en la cama, por eso no era capaz de dejarla, él estaba loco por ella y aunque estaba molesto, de hecho, iba pensando qué detalle tener con ella para contentarla. Edan observó la hora en el tablero, era muy tarde, aceleró el auto. Él debía dar el ejemplo en la empresa y ser puntual, puesto que, actualmente, se desempeñaba como el CEO de la empresa INCAPITAL, dedicada a las inversiones, la cual fue fundada por su padre. Pero debido a una enfermedad cardíaca, Erick, el padre de Eda
Alma llegó hasta es tercer piso, tal como la enfermera en la recepción le había explicado, preguntando por todo el pasillo por su madre, Luz Rivas, sin embargo, nadie supo darle respuesta, lo que aumentó su desespero.Ella continuó caminando, buscando a alguien que pudiera ayudarla, las lágrimas acumuladas en sus ojos le dificultaban la visión y justamente cuando se los limpiaba, chocó con un fuerte cuerpo. La persona con la que había tropezado, largó una carpeta con el impacto y sin levantar la vista, en medio de su desespero, Alma se agachó para recoger la reguera de papeles mientras que se disculpaba.Unas cálidas manos tomaron las suyas con mucho cuidado, fue en ese instante, en que ella se percató de cómo le temblaban sus manos y levantó la vista para ver quién era la persona que la sostenía.—Oye, ¿Estás bien?. — Un atractivo hombre que vestía una bata blanca la miraba con cierta compasión.—Eh… Yo… Lo siento… Yo… — Ella comenzó a balbucear, tratando de controlar el lla
Edan volvió a su asiento, ni él mismo se pudo explicar lo que acababa de ocurrir, se extrañó de su propia acción. Él jamás se habría acercado a una extraña para ofrecerle algo, aunque fuese un insignificante café.Un minuto después, llegó Angélica, la madre de Edan, volvía de la habitación de Erick, el padre de Edan. El médico le había permitido verlo, puesto que él ya había despertado y pedía hablar con sus familiares.Angélica se abalanzó sollozante sobre su hijo, haciendo una simple petición.—Edan, tu padre quiere verte. — Edan dio un paso hacia la habitación, pero Angélica lo detuvo. — Por favor, no vayas a decirle nada que pueda alterarlo, el doctor me dijo que está en un estado muy delicado y le queda poco tiempo.Edan sintió un estremecimiento en su cuerpo, las palabras de su madre, le dolieron como si le hubieran dado un fuerte golpe en el estómago. Así que, Edan se apresuró, hacia la habitación de su padre.—¡Papá!. — Lo llamó, apenas entró y lo vio despierto.—Hij