Mi amiga le susurra algo al mesero y luego me habla
—te dejé a su cargo, iré a baño no me tardo— estoy bebiendo tranquilamente unas cervezas y el chico me habla—un hombre de allá— me señala y al voltearme no veo nada—dijo que como es tu cumpleaños que bebas todo lo que quieras que él paga y cualquier situación las llevarán a casa— aún estoy tratando de ver quien es, pero no logro ver nada. Me encogí de hombros y mi amiga regresa. No le dije nada, pues se muy bien cómo es y no quiero caer en vergüenza, por lo menos no hoy. Mientras tomó alcohol empezó a mover la cabeza y mi cuerpo se está empezando a calentar ella baila como una desvergonzada y no evito la risa. Me obliga a bailar con ella y lo hago de una manera suave, ya que no me gusta llamar a la atención y no evito la felicidad que en este momento tengo.***—¿en serio papá? ¿Tú vas a seguir con lo mismo? Me llamaron para joderme otra vez con lo mismo, descansen un poco de lo mismo—me doy un largo trago de ron que baja lento y suave por mi garganta—ya estás en edad de tener hijos— lo miro mientras fuma y la barba blanca cada vez que hace más blanca—debiste tener varios hijos así yo no tuviera este peso que quieres ponerme sobre los hombros, bastante tengo con las embarcaciones y tener que cubrir tanto dinero con negocios que ni al caso——te quejas demasiado Duncan Di marco bianco y solo te estoy pidiendo una sola cosa, un heredero antes de morirme——¿o me estás chantajeando con tu muerte papá? No tengo obligación contigo de nada, cuando dejaste a mamá al abandono producto de eso su muerte, no te vi tan entusiasmo conmigo——eres bueno para desenterrar el maldito pasado mocoso— mi mirada oscurece, estamos en el despecho y en las esquinas y en las puertas hay hombres de él y míos—¿te estás refiriendo a mí cuando hablas de mocoso? Que no se te olvide cuál es mi lugar, hace muchos años que deje de ser un mocoso, Gino Di marco— lo señalo con un dedo y le doy con el puño a la mesa. Me levanto y me grita—solo has lo que te estoy diciendo, tráeme un nieto antes de morirme y por si te matan porque ya se que andas exhibiéndote como si pudieras andar en todas partes como si nada—Volteo un poco mi cara y espetó unas palabras—nadie mata al diablo— le doy una sonrisa fría y salgo del despecho. Esta conversación me tenía harto, mi padre se empeñaba en que le diera un nieto con el fin de dejar sucesores para el negocio. Necesitaba salir un rato y relajarme el ambiente familiar era tenso y no me gustaba venir a la casa de mi padre.Bajo las escaleras y salgo de la casa, el chofer abre la puerta para que entre al vehículo y detrás de mi salen dos carros más, cada carro era blindado. El portón es abierto y al fin en marcha en la carretera a mi casa.Llegó y me abren la puerta, el mayordomo se me acerca—señor, buenas tardes...——Julian ahora no, necesito una ducha y despejar mi mente, súbeme una botella de vino—Subo las largas escaleras y entro a mi habitación. Me quito la camiseta y los pantalones. Entro al baño y preparo la bañera. Tocan mi puerta Julián pasa y acomoda el vino—¿desea algo más señor Di Marco?—niego y sale. Busco un libro y entro a la bañera.Sin darme cuenta me quedo dormido me espantó y el libro cae al agua.Tiro el libro a la basura y salgo envuelto en un bata. Me cambio por ropa en tono oscuro, zapatos relucientes, un buen perfume y algunos accesorios.—creo que hoy me merezco un beso— sonrió mientras me miro al espejo terminado de acomodarme, no me gustan los desarreglos ni estar mal vestido.Bajo las escaleras y Julián está en la puerta como siempre—por favor, no me esperes—Asiente y salgo después que me abre la puerta. Mi chofer me esperaba lo había llamado para que estacionara el vehículo y nos ponemos en marcha junto a dos vehículos más.Mientras estoy en el bar sentado en la oscuridad con mis hombres dos a cada lado que parecían perros dóberman listos para atacar en cualquier momento.Pasan unos minutos me empiezo aburrir, pero entran dos mujeres, hay una de ella que se ve extremadamente coqueta y es más bajita, pero la alta de pelo negro y largo es tímida, tiene una figura hermosa a mis ojos y se nota que no tiene ninguna experiencia en estos lugares. La observo unos largos minutos, está nerviosa y juega con sus manos y se arregle una y mil veces el tirante del vestido el cual está en su lugar tal vez una forma de controlar su ansiedad por este lugar extraño para ella.Al cabo de un rato me doy cuenta que es su cumpleaños alzo una ceja y bebo disfrutando de ver a la chica tímida. Su amiga es demasiado movida y la hace reír, en un momento mientras sonríe gira hacia aquí solo un segundo y basto para que aquella sonrisa de esa desconocida se quedara impresa en mi cabeza. Pero no volvió a girar hacia mí. así que aproveche que la amiga había ido al baño y llame al camarero que las atendía y le dije que bebieran todo y que después me hacía cargo de llevarlas a casa. Ella gira hacia aquí tratando de ver quien le mandó a decir eso, pero se encoge de hombros al darse cuenta que no logra verme. Se me hace más interesante que no se molesto en saber quien le había ofrecido que beba todo y me muerdo el labio inferior, pero mi corazón se acelera cuando la amiga la obliga a bailar y mientras sonríe lo hace de manera suave y apropiada sin dejarse ver vulgar, no queriendo llamar la atención, sin darse cuenta de que desde que llegó llamó la mía.Se levanta de la silla, observo cada detalle lentamente como lobo dispuesto a cazar esa presa tan hermosa y camina despacio al baño, creo que el alcohol empezaba a hacer efecto. Le hablo a uno de mis hombres y camina junto a mi al baño y Justo cuando voy a entrar ella pasa por mi lado y nuestros hombros se cruzan un momento. Le doy una mirada llena de lujuria y deseo, pero ella no se detuvo es como si no me vio y me deja su aroma impregnado en la nariz —quiero a esa mujer— digo en voz alta —¿la secuestro señor?— me dice uno de mi seguridad —no, yo mismo iré por ella— salgo del baño y le digo que siga sin mí. Me siento en la barra y pido un trago seco y me doy un solo trago, limpio el poco que se derrama en mis labios y la veo. Sonreí frente a mí solo nos divide su amiga la cual vuelve al baño. Llamo al mesero y él se acerca, le digo que quiero hablar con la chica que si ella me lo permite él camina hasta ella y le susurra, ella me mira, su mirada es tan inocente y se sonroja un poc
Estaba atónito ante aquella confesión, ella tenía demasiado que ofrecerle a un hombre así que le hable —bien, me aseguraré de que se te pase un poco la borrachera— la lleve al baño y la duche sin mojar su cabello, disfrutando de tocarla parte por parte como si fuera la primera vez que tocaba a una mujer, pero ella era demasiado. La puerta fue tocada y le di una bebida para la borrachera, no quería hacer nada que le perjudicara su consciencia después.—¿ya te sientes mejor?— la sábana cubría su cuerpo me miró —G-Gracias por eso, estoy avergonzada...——¿por lo que me propusiste? ¿De tomar tu virginidad?——¿es vergonzoso ser Virgen a los 20?— la miro y entro un mechón de cabello por su oreja —yo diría que es demasiado sexy ser Virgen a los 20– ella ríe y niega —entonces Duncan, ¿quieres mi virginidad o no?— pensé que lo había dicho borracha, mis ojos se llenan de sorpresa y mi cara cambió a una llena de lujuria, me quite el saco y la camisa, ella se quedaba viéndome y al ver mi cuerp
Me duele todo y despierto sobre él, paso la mano por mi cara y veo la sangre en las sábanas trato de moverme despacio y con dolor recojo mis cosas, pido un taxi en la recepción y me voy.Al llegar a casa mi amiga está en casa y al verme grita de emoción —¿lo hiciste verdad?— veo la ilusión en su rostro—si sueño que duele tanto no lo hubiese hecho, estoy demasiado cansada—ella sonríe como si no fuera nada —¿así que él es todo un semental?— preguntó —necesito dormir, déjame en paz— se acuesta a mi lado —¿dime que hablaron ustedes?— trato de pensar, pero no recuerdo nada y le respondí —recuerdo que se llama Duncan y que me le ofrecí como una desvergonzada y le dije que tomara mi virginidad, creo que dijo que después de eso yo era de él para siempre, pero estoy segura de que todo se le olvidará, así son los hombres— pero ella no pregunta nada más y yo me duermo profundamente.Ha pasado dos semana desde que tuve sexo con un desconocido que se llama Duncan, suelo soñar con esa noche a
Llevo una hora sentada pensando en lo que me había dicho grace suspiro y toca mi puerta—aurora perdóname, no lo hice con malas intenciones, pero ese tal Duncan es muy persuasivo-No le respondo y vuelve a los minutos a pedirme perdón. La escuchó resoplar al ver que no le respondo y por último vuelve —oaky aurora, prometo que si me abre te haré el desayuno por un mes y créeme que estoy sufriendo desde ya— abro la puerta y alzo las cejas —un mes sin faltar un día me harás el desayuno— me sonríe y me abraza —de verdad lo siento, ¿podemos dejarlo solo una semana?— la tomó por los hombros —así como tuviste palabra para él, tienes que tener palabra para mí grace— refunfuña y me pone ojos de gatito herido —pliiiiiiisssss!— juntando sus manos chasqueo la lengua —NO— Terminamos riendo y tomo las flores y recojo la nota, al voltearla me doy cuanta qué hay un número de teléfono +896437799975 niego ni loca que este lo llamaría grace lo ve—¿vas a llamarlo?— la miró con incredulidad —no h
Temprano en la mañana grace y yo estamos en el hospital, estoy temblando y no dejo de mover las piernas. Tenemos el turno siete y trato de contener las lágrimas. Grace busca un café para ella y a mi me lleva un chocolate caliente, pero al darme el primer sorbo siento las ganas de vomitar y corro al basurero.—creo que es un hecho amiga— me dice y lloro en sus hombros. Las personas pasan y ven como de mis ojos brotan lágrimas, pero aquí a nadie le importa tu vida nadie se va acercar para preguntarte porque lloras.Una enfermera viene con un diagnóstico y se acerca a nosotras —¿aurora robles?— asiento y me levanto —la siguiente es usted en cuanto el señor pase— asiento nuevamente y el teléfono de grace suena, pero dice desconocido ella se levanta y me hace seña para que me quede ahí la veo perderse en el pasillo y bajo un poco la cabeza jugando con mis pies por la ansiedad. Alguien pasa frente a mí su perfume es suave y se siente demasiado caro. Siento que alguien se sienta al lado mí
Al aterrizar, nos dirigimos a mi casa le había pedido al mayordomo que preparara ropa clásica para mí, tenis blancos, pantalones finos y camisa blanca.Tome una ducha, me cambie y salí de casa rápido.Cuando estaba frente al hospital uno de mis hombres me dijo que la vio llorar junto a su amiga de la cual ya tenía el número.Hice que la llamarán por teléfono y luego la trajeron hacia a mi, estaba muy nerviosa —no te preocupes, no te voy a morder—Ella respira y toca sus rodillas —estuve llamándote ayer y el número ya no existía, eres un poco misterioso— frunzo el ceño —¿por qué dices que soy misterioso? ¿aurora no te dijo nada?— ella sonríe algo confundida —¿que tenía que decirme ella? No es como que recuerde mucho de lo que sucedió contigo y me metiste en un gran problema, tuve que decirle la verdad que me pagaste para quedarte con ella— reí sin mostrar los dientes y no deje de mirarla —¿podrías dejar de mirarme así? Parece como si me vas a matar y de por si, me da un poco de ner
Volvemos al vehículo y le pido al chofer que se detenga en una reposteria que había cerca que me gustaba mucho, él se detiene y nos quedamos esperando, alguien toca la puerta con una caja el hombre que está en el copiloto toma la caja paga y nos volvemos a poner en marcha. Extiende su mano y me entrega la caja y la colocó en sus piernas ella me mira sin entender —es para ti, disfrútalo— y cuando la abre sus ojos se aclaran cómo un bebé —¿por qué compraste un pastel entero?— su amiga ríe y ella le da un codazo —no es gracioso— ella le dice que admita que si y resopla. Mientras vamos al hospital come el pastel y no evita el gemido del disfrute y abre los ojos mientras la observo con una sonrisa poco pronunciad y se sonroja avergonzada.Al llegar al hospital el chofer abre la puerta su amiga sale del coche y ella también, pero al hacerlo vomita sin contenerse grace la ayuda y me acercó rápidamente y me colocó a su altura —qui-tate, es vergon- buaaaa— uno de mis hombres se acerca con
Llegamos a casa y la cargué en mis brazos se había quedado dormida. Cuando entre pude ver al mayordomo sorprendido —señor, ¿quiere que le prepare una habitación?— me niego rotundamente —ella se quedará en mi habitación— subo las escaleras y la acuesto tranquilamente, le doy un beso en la frente y cierro la puerta. Al bajar le hablo al mayordomo nuevamente —quiero que preparen comidas saludables para ella, tiene anemia y necesito que se cure cuanto antes, lo que ella pida se le da, iré con mi padre cuando despierte dígale que vuelven en tres horas-El asiente y no hace preguntas, por eso es mi Mayordomo. Salgo de la casa y me subo al coche tenía que reunirme con mi padre, espero que aurora no se estrese cuando sepa que no deje con ella su teléfono.***Mi cuerpo se siente que esta sobre plumas no quiero abrir los ojos me cuesta, pero lo hago. Iba a frotar mis ojos y recuerdo lo que grace me dice que no lo haga. Suspiró y veo todo el lugar es una habitación enorme, decorada de forma