Ella no podía decir que se encontraba en paz después de aquellos pensamientos, pero por lo menos estar con su nana quien tarareaba canciones cuando ella era una niña. Ella había sido votada a la basura cuando sus padres descubrieron que estaba sorda. Pero el abuelo de Valentinne le había dado una oportunidad y la había criado como parte de la familia. Desde entonces Alme André vivía en aquellas paredes, siendo su nana y unas de las pocas personas que la amaban en ese hogar.
--No puedo creerlo. Nuestro mundo se viene abajo y tú estás aquí comiendo. No eres más que una molestia y no veo la hora de que mi esposo te eche de este lugar... --un gran grito de parte de su tía política se escuchó en la cocina. Valentinne simplemente mordió su tostada y la ignoro que molestó aún más a la mujer --Te estoy hablando m*****a bastarda, ¿No ves que lo estoy haciendo? No me ignores.
Sus últimas palabras habían salido más como un chillido terriblemente fuerte. Valentinne solo observó a aquella mujer y se preguntó si esa ella no se cansaba de actuar como lo hacía. Pero entonces recuerda que según ella se considera una persona sublime y muy bien estructurada. Pues para Valentinne, Channel Olupot, era alguien narcisista.
--No veo por qué me tiene que interesar tus problemas. La verdad es que estoy aquí solamente respirando, por favor ignórame y sigue con tu vida maravillosa y resuelve que a tu hija se le rompió una uña... --sabía lo que causaría.
Antes solían golpearla, hasta el momento en el que Valentinne también alzó la mano para defenderse. Solían gritarle, hasta el momento en el que Valentinne también gritaba para interrumpirlos. Los intercambios parejos le permitían a la chica tener un poco de paz en aquella vida tan mortífera.
Justamente cuando ella estaba dispuesta a seguir con la discusión, notó que Channel intentaba golpearla. Su nana se interpuso en el medio y le sostuvo la mano con fuerza. En medio del jalón de Channel, Valentinne fue liberada, mientras la anciana hacía gestos indicando insultos y reclamos. Claro su tía política no llego entendía en lo más mínimo.
--Ella dice que si me vuelves a golpear o siquiera a intentarlo, ella te cortara la mano. Eso me gustaría verlo...--Channel sabía que era un reto. Le gustaría deshacerse de esa niña y no ver más su rostro en su vida. Pero había un gran problema que su esposo aún no lograba que la compañía fuera del todo de él. Necesitaba aún esa m*****a mocosa.
Justamente su esposo llegó a la cocina y observó la tensión en el lugar. Mostró una amabilidad que a todas las mujeres presentes logró poner en guardia.
Para Valentinne no era normal. Observó cómo el hombre que ella y su nana odiaban había entrado a la cocina donde en su vida había llegado a pisar. Luego su mirada se fue hacia Valentinne. La observó y demostró una cortesía que jamás había mostrado en su vida hacia ella generalmente. Sin duda no era nada bueno, pero Valentinne al ser como su mismo nombre lo dice, no le mostró el más mínimo temor a Bruno.
--Sobrina querida, estaba preocupado porque no habías llegado anoche. ¿Estarás en cosas malas? Sabes que la familia se preocupa mucho si…
--Ahórratelo tío. No sé por qué ahora el interés, pero antes de que continúes ve al punto, la verdad es que sé que no me ves como tu familia y mucho menos como tu sobrina querida... --las palabras de Valentinne habían sido duras. Es que Bruno Rossel aún consideraba que si la llenaba de halagos, conseguiría lo que creía que sería pan comido.
--No eres más que una perra mal agradecida. No puedo creer que personas como tú existan en este mundo. Deberías morir y líbranos a todos de tu m*****a presencia... -- Channel seguía siendo siempre tan llevada de sus palabras. Entonces Valentinne podía estar segura de que todo era un plan solo de Bruno.
--Silencio Channel, necesito hablar con mi sobrina con tranquilidad...
--Pero... Bruno... Ella...
--Silencio... No lo volveré a decir... --no hubo otra palabra más, Channel había salido de la cocina. Al abrir la puerta se escuchaban los gritos clementes de su hija --Lo lamento tu tía muchas veces suele ser alguien muy...
--Ahórratelo, yo más que nadie sé cómo es ella. Ahora solo quiero saber por qué me diste tanta amabilidad... --Sin duda, la actitud de Valentinne le enojaba a Bruno pero ponía una cara triste.
--No puedo creer que nunca me consideras tu tío. De verdad, yo siempre creí que si me esforzaba lo suficiente, tú algún día…
--No lo estás entendiendo. Así que no vamos a llegar a nada, yo me iré a dormir. Tengo que ir a la universidad y después a trabajar..
--Espera... Un trato, solo quiero ofrecerte un trato, uno que nos beneficiara a ambos... --Valentinne se detuvo y lo observó de manera seria, esperando a que continuase. Pero Bruno no hablaba y parecía que esperaba su acuerdo.
--No entiendo por qué sospecho que eso tiene relación con el llanto de Chantal, pero te escucharé. Dime qué es el trato y te daré una respuesta inmediata...
--Necesito que te hagas pasar por Chantal, por un año. Te casarás con Adrien Leroux y serás su esposa. Cuando sea el divorcio, me encargaré de indicar que en un año te daré la mitad de la compañía, y todo lo que era de tu padre incluso la casa, solo debes suplantar a tu prima por año... --¿Un año? Valentinne sabía que las cosas no eran tan fáciles, pero también sabía que si no aceptaba podía perder la única oportunidad para pelear por su herencia.
--Hecho... Acepto... Pero debes dejarlo todo por escrito. Si lo haces, yo acepto ser la esposa falsa de Adrien Leroux...
--Buenas tardes, señor Leroux... --Buenas tardes, señor Leroux... --Buenas tardes, señor Leroux... --el hombre de hermoso rostro y cuerpo atlético no había salido la más mínima sílaba, solo caminaba con su rostro completamente frío a su ascensor privado. Porque odiaba tener siquiera que compartir el mismo aire de cualquier persona que se atravesara en su camino.Las reglas eran básicas. Se habla con el señor Leroux, pero nunca, nunca te metas en su camino, nunca hables de más y sobre todo nunca esperas nada que venga de él. Era un ser que odiaba a todos a su alrededor, por lo menos era lo que consideraban todos sus empleados. Señor Leroux no mostraba la más mínima muestra de agradecimiento, jamás te observaba y jamás te mostraba ningún tipo de interés.Era una lástima para muchas de sus admiradoras, algunas por su belleza u otras por su inteligencia, sin contar su magnífica estirpe y el dinero que llegaba a obtener de aquel hombre frío. Pero de qué servía
Lluvia, mucha lluvia había caído desde las primeras horas de la mañana y aquello era terrible para todas las personas, pero había alguien allí para quien no solo era terrible, era uno de sus días menos favorecidos del año, lo odiaba tanto que solo hacía que su humor fuese aún peor
No podía creer tanto drama ni su corazón que creía muerto y olvidado le reprochaba a su cerebro por lo que acababa de hacer. Justamente cuando él cerró la puerta y la dejó a ella fuera de su vista, aún seguía reprochándose a sí mismo por su actitud.¿A qué iba con todo aquello? Él era Adrien Leroux, le gustaba ser como era y que hablan de manera despectiva de él. Él amaba que le temieran y con ello él se libraba de ellos. Pero no lograba comprender qué sentía en su pecho, por qué había un sin sabor de amor en su boca con aquello.Giro su cuerpo hacia la puerta de nuevo y estuvo a punto de abrir la puerta para dejar que aquella chica de hermosos ojos negros como la misma noche, con su hermoso cabello que olía demasiado bien, se adentrara para que lo volviese a mirar, para que le dijese que lo disculpaba por su actitud y que le permitiera quedarse con ella para toda una vida ¿Pero en Un estornudo se escuchó de parte de Valentinne rompiendo por completo aquel denso silencio que se había impuesto después del saludo de Cedrik. Adrien se había preguntado qué clase de trato tenía con aquel par. Alguno sentimiento le había invadido en ese instante y él no lograba comprender qué era. Se suponía que él detestaba a aquella mujer que a pesar de sus hermosos ojos que parecían ser inocentes, solo eran para confundirlo y hacerle pensar que tal vez ella no era una completa casa fortuna, aquello era más que imposible.Esas mujeres tenían la tendencia a ser lo peor, él sabía que tenía que lidiar con muchas de ellas todo el tiempo. Las mujeres eran crueles y completamente manipuladoras, decían que te amaban y te juraban estar contigo para siempre, pero luego se iban y te abandonan, dejándote completamente destrozado. Adrien odiaba el sentimiento de abandono, odiaba el dolor que podía llegar a tener por un corazón roto y más que todo odiaba tener que lidiar con la desilusió-NO LA QUIERO EN MI HABITACIÓN-
Una última mirada fue dada por Valentinne hacia aquel hombre que había quedado cabizbajo al escuchar las palabras de aquella bestia, sin duda alguna ese hombre era terrible una persona maligna que podía hacer mucho daño con aquella venenosa boca que solo demostraba fastidio, Valentinne quien recién lo había conocido y veía que lo que acababa de experimentar era terrible, jamás imaginó que podría llegar a apagar tan lamentablemente a aquella persona tan bella y luminosa que era su caballero de brillante armadura, ella deseaba consolarlo, pero también sabía que no era lo mejor, no era más que una desconocida, tanto como para aquella casa como para el castaño, por esa razón, al ver que este levantaba su cabeza frunciendo sus cejas y se dirigía por el camino por el que acabó desaparecido aquella bestia, ella decidió simplemente seguir de cerca al mayordomo y esperaba que las cosas no se fueran a convertir en algo peor de lo que había sido aquella horrible noche tan caótica.De hec
Sus ojos habían estado completamente abiertos toda la noche, la verdad es que sería difícil dormir después de haberse enterado de la situación de su actual esposo. Pero entonces Valentinne comprendió que él no es su esposo. Ella no se llama Valentinne ante estos desconocidos, ella solo está ejerciendo el papel de su prima y esas preocupaciones que sentía debía dejarlas de lado. Todo hubiese sido maravilloso si no hubiese llegado a aquella conclusión a las cinco de la mañana. Ella debía escapar del lugar, debía irse temprano y con ello lograr llegar a trabajar. No podía dormir unas horas más, si lo hacía corría el riesgo de enfrentarse a aquel hombre y la verdad es que ella no lo escuchará. Por eso ella solo escaparía de su presencia, él no sentiría siquiera que ella estaba en el lugar.Observó la cama a su lado y noto como Anais había dormido plácidamente toda la noche, mientras ella no dejaba de dar vueltas en la cama. Sintió un poco de envidia por su compañera de habitación,
--No sabía que eras tan buena en esto... La verdad es que tengo que aprender un poco más sobre vidrios, jamás había limpiado nada en mi vida... --las palabras de Cedrik quedaron en el aire, cuando Valentinne observó hacia la espalda del castaño y su gran sonrisa fue borrada de inmediato. Adrien estaba frente a ella, con una mirada completamente fría como hielo y se mostraba bastante intimidante, justamente como la noche anterior.En aquel instante ella se preguntaba qué debía hacer exactamente. Este hombre le había indicado que no deseaba que se cruzara por su camino, que la quería lo más lejos posible. Pero ahora ella no podía hacer más porque ellos se habían cruzado y ella solo había optado por bajar la cabeza y rogar que él caminara fuera de su rango de vista ignorándola por completo. Cedrik giró sobre sus talones de inmediato hizo una gesto de enojo algo que no era muy común en él al ver allí a su hermano.Aquello era sinceramente divertido para Adrien. Cedrik jamás
Su dedo golpeaba una y otra vez en aquel sillón, mientras se debatía en cómo debía comportarse en aquel momento. Su cabeza en aquel momento no sabía si era lógico o tal vez prudente llegar a manejar la situación. Solo llegaba a calcular su rápida y distorsionada mente por los sentimientos que de alguna extraña manera se negaba a reconocer en aquel instante. Es que de solo recordarlo, de solo siquiera llegará pensar en aquello solo hacía que su mente enloquecer.Pero es que los recuerdos no dejaban de invadirlo. Su voz no dejaba de mostrarse una y otra vez en su mente, sus expresiones y sus ojos vacíos mientras cantaba. Adrien creía que aquella chica no dejaría nunca de impresionarlo, pero justamente cuando creía tener ya un concepto establecido sobre ella, esta viene y lo golpea en la cara mostrándole que no es así. Ella no dejaba de mostrar distintas facetas en solamente unas cuantas horas de conocerse. Llegó a su cabeza aquel deseo de conocerla más, le llegó a su mente aquel