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-¿ACASO ÉL LA HABÍA DESCUBIERTO?-

Lluvia, mucha lluvia había caído desde las primeras horas de la mañana y aquello era terrible para todas las personas, pero había alguien allí para quien no solo era terrible, era uno de sus días menos favorecidos del año, lo odiaba tanto que solo hacía que su humor fuese aún peor, no podía soportarlo, no podía siquiera contemplar el hecho de tener que soportar un día de lluvia y más cuando iba camino a su casa y la lluvia no había parado de caer, todo era un verdadero desastre, todo era la muestra invisible que nada bueno vendría, Adrien tenía una mentalidad negativa llena de malos pensamientos y de muchas cosas turbias que lo atacaban constantemente, pero no era por mucho, él era alguien lastimado, alguien que había vivido incontable cosas y justamente cuando creía que la vida le había dado una oportunidad para que todo mejorara, esta se rio en su cara y se lo arrebato todo de un solo golpe, dejándolo completamente destruido y aún más resentido con todos a su alrededor.

Lluvia, mucha lluvia había caído desde las primeras horas de la mañana. Era terrible para todas las personas, pero había alguien allí para quien no solo era terrible, era uno de sus días menos favorables del año. Adrien tenía una mentalidad negativa llena de malos pensamientos y de muchas cosas turbias que lo atacaban constantemente. También hacía lluvia cuando creía que la vida le había dado una oportunidad para que todo mejorara. Se rio en su cara y se lo arrebató todo de un solo golpe, dejándolo completamente destruido.

Su casa estaba a las afueras de la ciudad, porque no deseaba que su abuela o cualquiera que se creyera lo suficientemente listo para creer que podía acercarse. Era una lástima que no pudiera hacer eso con Cedrik, pues aquel no se cansaba de intentarlo. Nunca se cansaba de venir hacia él con la tonta sonrisa y esa muestra de ser una persona amable y llena de cariño que solo quería tener cerca a su hermano. Él también conocía perfectamente aquel dicho «mantén a tus enemigos aún más cerca» que indicaba que cuando las personas más confían en ti, la puñalada por la espalda es casi inevitable. Por eso él no confiaba en nadie y tenía a todos lo más lejos posible. 

Pero cuando observo hacia la sala de la enorme casa, había sentada una chica de cabello negro. Esta imagen de espalda le había dado una pequeña jaqueca que solo ignoró con la necesidad de acercarse a la desconocida que ahora invadía su casa. No lograba comprender qué ocurría su corazón que estaba latiendo a mil por hora cuando la chica con sus hermosos ojos negros como la noche que lo observaban.  Parece que estaba completamente perdida de la circunstancia en la que ella acaba de meterse.

--¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? Y lo más importante ¿Qué llevas puesto? --noto como la chica bajaba su mirada y sus mejillas se tornaban de un rojo. Su vestido era terriblemente feo y sin duda, esta chica era posiblemente una chica de la calle que había recogido algunos de los sirvientes. Iba a castigarlos gravemente porque nadie metía a su casa personas como estas y se quedaba sin su debido castigo.

¿Chantal? ¿Cuál Chantal? ¿Ella no sabía siquiera quién era? ¿Cómo diablos lo iba a saber él? 

La verdad es que estaba completamente perdido ante las palabras de la chica, pero entonces noto como ella lo observaba con sus enormes ojos llena de interrogantes y su expresión llena de dulzura y de inocencia. Él se sintiera atraído por ella, sentía una horrible necesidad de protección, una enorme necesidad de ser su salvador. Sin embargo, este sentimiento solo se mantiene unos segundos en la cabeza de Adrien.

--No sé de qué hablas. Pero no estoy para juegos ¿Quién te envió? ¿Quién te trajo aquí? ¿Sabes que...? No importa cualquier tontería que hayas venido a decir no me interesa en lo más mínimo, largo...

--Pero... Es que usted no lo entiende yo... --Adrien se detuvo por un momento, observo como ella parecía estar desesperada por ser escuchada. Parecía como si un imán enorme lo atrajese hacia ella y le rogara de manera impredecible que la escuchara. Pero de un momento a otro él despertó, aquello no era posible, aquello no era perpetrado para él.

Aquellos sentimientos eran inútiles para él, nadie merecía su amor, más que ella, nadie merecía siquiera que él la observara más que ella. Por eso sin pensarlo más, solamente se acercó la chica a paso decidido y la tomó del brazo mientras que la chica daba un quejido. Le llevaba con rapidez hacia la puerta. Él no conocía a ninguna Chantal Rossel, y mucho menos una que tuviera una apariencia como la de ella, una mujer que despertara aquellos sentimientos hacia él. Sin duda él ya la hubiese evitado a toda costa, incluso se las hubiese ingeniado para sacarla del país, contal de tener la dicha de jamás volver a verla.

--Fuera de mi casa. No me interesa qué haces aquí o qué planes tienes y mucho menos quién te envió. Desde ahora por favor no vuelves a presentarte ante mí y mucho menos con esa ropa ridícula... --de nuevo aquellas mejillas encendidas, bajo la expresión apenada e impresionada. Lo que molestó aún más, deseo consolarla y resguardarla en sus brazos.

¿Qué había sucedido? Ella simplemente no podía creerlo, jamás en su vida llegó a pensar que sería echada de tal manera, ni siquiera en su antigua casa que había sido prácticamente robada por su tío.  Pero ahora viendo la madera en la que su esposo la echaba y cerraba la puerta frente a sus ojo. Se preguntaba si acaso había hecho algo que molestara al señor de la casa, si con solo saber el nombre de su prima había llegado molestarse.

¿O acaso él la había descubierto? Estaban en pleno siglo XXI y es más que imposible que él no haya visto una foto de Chanta. Ella deseaba más que nada ser modelo, aunque usaba un seudónimo para que su rostro no fuese comparado con la familia. Pero quien no le aseguraba a ella que un hombre como aquel no hubiese investigado. Sabía que su tío era muy confiado como para no haber siquiera pensado en la idea de que aquel hombre la tuviese investigada.

Pero ahora ¿Qué hacía? ¿Se devolvía a su casa? ¿Qué le diría a su tío? ¿Él aceptaría que el trato fue cumplido por su parte? No lograba imaginar una forma de cómo llegar a decirle a su tío que todo se había arruinado.

Si tan solo pudiese comunicarse con él, si no hubiese dejado su teléfono en el sillón debido a su sorpresa cuando este llego, las cosas hubiesen sido más fáciles. Hubiese llamado un taxi en aquel instante y ya estuviese rumbo a su hogar.

Pero ahora no era posible, la lluvia era tan terrible que el agua estaba empapando toda la parte baja de su vestido y ella estaba tiritando del frío. Si la mala suerte no fuese suficiente un tubo que redirigía el agua del techo hacía más afuera de la casa, se había roto debido a la presión del agua y ella había quedado completamente empapada. Su horrible maquillaje que le habían hecho su prima y su tía se había caído por completo luciendo, así aún más lamentable de lo que lo hacía hacía unos instantes con el desastroso vestido.

Sin duda ella era la personificación de la mala suerte. Había venido a parar con un esposo que la rechazó desde el principio y terminó bajo la lluvia empapada el mismo día.

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