Narra Melissa:
Nunca había visto a Leo tan furioso en la vida lo que me hacía pensar en que realmente estoy en serios problemas por culpa de Celeste.Tengo muchas cosas en contra.Lo que pasó esta mañana.Él no había indagado demasiado sobre mi llegada tarde y no estoy muy segura de que de verdad haya creído que mi teléfono no sonó.A pesar de eso Leo se había portado super bien conmigo y me había llevado a su casa para ayudarme y ahora pasaba esto gracias a Celeste.Siempre trato de evitar a esta mujer insufrible.No sé por qué le gusta hacer este tipo de cosas contra nosotros pero esto ha sido la gota que derramó el vaso.Si Leo me echa de Black Cat Celeste lo pagará muy caro.Estoy harta de ella.—Obviamente la torpe de Melissa tiró las cosas a propósito para que a nuestro cliente le cayera todo encima —espetó Celeste interpretando su papel de víbora.¡Era tan ruín!Demasiado mala para ese pequeño cuerpo.Yo miré al cliente que me había ayudado a levantarme y noté que efectivamente había comida embarrada en su camisa ¡¿cómo no lo había notado antes?!— ¡Lo siento mucho...! —me disculpé a duras penas por llenarlo de salsa y me dirigí a la mesa más cercana para tomar unas servilletas para limpiar el desastre de su camisa pero justo cuando a pesas colocaba mis manos sobre su camisa otra mano detuvo la mía.Mis ojos se alzaron encontrándose con los de Leo los mismos que parecían relampaguear de cólera.—Yo no... —intenté decirle a Leo, excusarme, decirle que Celeste había sido la causante de todo pero él no me escuchó.—Ve al almacén, hablaremos luego —dictó en un tono muy extraño que logró erizarme la piel de forma inesperada.Yo balbuceé intentando defenderme pero no lo conseguí y la rabia me llegó como una oleada al ver a Celeste sonreír con suficiencia.Sin más que poder hacer por el momento caminé hasta el almacén donde esperaría a Leo quien seguramente me despediría sin escucharme.Por lo menos había tenido la decencia de no despedirme frente al ciente y los otros empleados.Estaba acabada.Celeste era la encargada de Black Cat cuando Leo no estaba cosa que no era muy frecuente pero de todas maneras tratábamos de ignorarla para no meternos en problemas.Aunque todos la detestábamos.Era la empleada más antigua de Leo por lo que él seguramente le creería más que a mi.Iba a vengarme de esa perra por haberme hecho perder mi trabajo.Estar aquí es... De cierta forma con estar en casa.La señora Delia nos cuida como si todos fuéramos sus nietos.Tatiana sin duda es la madre regañona pero divertida.Greg es el hermano menor alocado y badboy que todas amamos pero que siempre está en problemas.Ginebra o Gine como le gusta ser llamada es la hermana silenciosa pero muy letal.Enrique es el esposo de la señora Delia y es el mejor chef y amigo que cualquiera de nosotros podría tener, es como un padre.Como siempre la manzana podrida evidentemente es Celeste.Iba a perderlos a todos por ella.Me moví de un lado al otro sin poder detenerme pero decidí finalmente sentarme para esperar a Leo.Cerré los ojos por un momento conteniendo las lágrimas que amenazaban con caer por mi rostro pero me negué a dejar que eso ocurriera.Recordé la voz de mi tía Mirla quien me decía que llorar era para perdedores y yo no soy una.Probablemente si me despiden de Black Cat tendría que... decidirme por uno de esos hombres de los que mi tía tanto quiere que sea su esposa.Convertirme en la esposa de alguien rico siempre ha sido nuestro sueño pero... a veces, no se siente bien.Mordí mi labio inferior sintiendo los latidos de mi corazón incrementarse justo en el momento en que la puerta del almacén se abría dejando entrar a Leo seguramente para decirme que ya no trabajaría aquí.Un nudo se hizo en mi garganta pero aún así mantuve mi cabeza en alto lista para el veredicto solo que una vez más en el día me golpeó lo increíblemente ardiente que Leo se veía.Ahora me daba cuenta porqué evitaba mirarlo.Él es un pecado verdadero.Uno real.¿Pasaría algo si yo...?Detuve mis pensamientos abruptamente notando la dirección que estos tomaban y fruncí el ceño con molestia.Estaba furiosa conmigo misma.También con Celeste.Con Leo por creerle a ella sin darme una oportunidad.— ¿Qué fue lo que pasó allá afuera Melissa?Su pregunta me dejó paralizada por un momento.No me esperaba que él me preguntara porque después de todo me había enviado aquí.—Celeste me hizo caer para crear todo este conflicto y que posiblemente me echaran. Entiendo que le creas a ella pero no es justo, simplemente no lo es —mascullé yo levantándome.Intenté pasar por su lado para buscar mi bolso e irme a casa aunque sorprendiéndome una vez más Leo tomó mi brazo deteniendo mi huida enseguida logrando que nuestras miradas se encontraran otra vez.Esta vez nuestra distancia era mucho menor.La tensión sexual entre nosotros era aún más notoria pero estaba confundida. No sabía si era solo yo quien lo sentía y aunque fuera así nada iba a pasar.Aunque Leo fuera dueño de Black Cat no era un hombre rico.Un millonario como yo quería así que nuestra relación era absurda.— ¿A dónde crees que vas? —gruñó él aún sin dejar de verme intimidándome.—A casa ¿No es obvio?Él todavía no me soltaba de su agarre pero un cosquilleo inesperado se apoderaba de cada parte de mi cuerpo gracias a su toque perfecto.Creo que Leo nunca me ha tocado antes de hoy pero... es maravilloso que lo haga.Lo que me hace sentir es...¡Absurdo!Debería poner los pies sobre la tierra y entender que mis pensamientos son nocivos.Innecesarios.— ¿Por qué harías eso? —preguntó frunciendo el ceño haciendo que volviera a centrarme en nuestra conversación.— ¿Por qué no lo haría? Vas a despedirme.Por primera vez en nuestra charla él esbozó una de sus acostumbradas sonrisas con hoyuelos que hizo saltar mi corazón.— ¿Cuándo he dicho eso? He venido aquí porque quería escuchar tu versión Melissa. Creo en ti, confío en ti. Celeste no podrá molestar a nadie más en Black Cat, te lo prometo —me dijo dejándome confundida.Su mano se alejó de mi piel y casi protesto ante eso pero me di cuenta de lo absurda que estaba siendo.— ¿De verdad?—Llevaba tiempo sospechando lo de Celeste, hoy lo confirmé. No necesito una persona como ella en mi equipo de trabajo —afirmó él e inevitablemente yo sonreí sin poder creérmelo.Pensé que Leo iba a despedirme pero resultó todo lo contrario.Sin Celeste aquí Black Cat se convertiría en mi lugar ideal.— ¿La despediste? —volví a preguntar incrédula aún y escuché su melodiosa sonrisa que me hizo ladear la mía.—La despedí.Delia será la nueva encargada espero que todos estén de acuerdo pero como ya Celeste no estará alguien nuevo tendrá que ocupar su puesto por lo que necesito que tú la entrenes para que haga bien su trabajo.Arqueé una ceja con curiosidad.— ¿Tienes a alguien en mente para el trabajo?Leo una vez más volvió a sonreír solo que esta vez su sonrisa fue sospechosa, demasiado sospechosa.—Ya la verás en la tarde, haré que venga, solo quiero saber si tú me ayudarás a entrenar a la chica nueva.—Por mi no hay ningún problema. Claro que puedo ayudarla.Él asintió mirándome fijamente y para mi sorpresa lo siguiente que hizo logró que mi corazón diera un vuelco de inmediato.Leo rozó con su dedo mi mejilla y mi respiración se atascó en mi garganta.Fue un roce tan suave.Casi imperceptible pero que al mismo tiempo despertó todo mi cuerpo y lo conmocionó.De repente me mostró el mismo dedo con el que me había tocado y vi que tenía salsa de tomate en el lo que quería decir que Leo solo me había tocado para quitármelo.Recordé que le llevaba comida para el cliente y que probablemente mi cara estuviera toda embarrada pero no lo había notado por la conmoción del momento.—Muy bien, salgamos de aquí.—Voy al baño a asearme —le dije con rapidez y el sonrió asintiendo.Algo me hace pensar que de repente las cosas están saliendo bien... solo espero que la nueva chica no sea una perra como Celeste Martínez.Después de lo que pasó con Celeste todos comenzaron a llegar hasta donde yo estaba para saber si estaba bien.Gine incluida a pesar de siempre mirar al resto del mundo como si no le importara nadie.Sabía que detrás de su fachada de chica mala hay una niña muy dulce.La tarde pasó con rapidez en la cafetería y se siente un ambiente ligero a partir de que Celeste se fue.Todos lo hemos notados así que hacemos nuestro trabajo lo mejor que podemos.De vez en cuando siento la mirada penetrante de Leo encima de mí erizándome la piel.No tengo ni la menor idea de cómo lo logra pero lo hace.Me muerdo el labio inferior entrecerrándolo con mis dientes ligeramente ansiosa por los sentimientos que despierta en mi pero que me enfoco por ignorar.No puedo ni siquiera imaginar que Leo me guste un poco porque es absurdo.Él no es nadie.Apenas tiene Black Cat.Además por lo que sé, cuando no está aquí está haciendo carpintería.Lo supe porque una vez escuché a Delia decirlo, que le había hecho una
— ¿No puede haber nadie más que me entrene, como Celeste? —se quejó Sienna y por primera vez en mi vida estoy de acuerdo con esa niña mimada.Cuando Leo me dijo que lo ayudara a entrenar a la nueva jamás pensé que se tratara de Sienna.Esa chica me odia desde el primer día que me conoció y lo peor es que no entiendo el porqué.Pienso que es como una encarnación del mal.Es dulce y cariñosa con su tío pero en cuanto este se va ella es otra.Me saca de quicio además de que se llevaba bien con Celeste.En su defensa Celeste engaña a las personas para usarlas y cuando estas no hacen lo que ella quiere finalmente saca sus uñas.Lo único bueno es que ya no la veré más.Lo malo es que está Sienna en su lugar, no salgo de una para entrar en otra.—Celeste ya no trabaja aquí Sienna, no sé porqué no quieres que Melissa te ayude pero lo hará —afirmó él separándose de nosotras—. Ve a ponerte los patines.Sienna asintió no muy conforme pero fue a buscarlos mientras que él me lanzaba una mirada que
—Oh, veo mucha tensión sexual ahí —dijo Greg susurrándome al oído y yo me aparté de él entornando los ojos.Le encanta molestarme.A veces creo que vive para eso.—Niño, no sé de qué me estás hablando.Miento evidentemente ayudando a limpiar la mesa que recientemente han desocupado.—Mujer, sí que lo sabes.Puede verse a kilómetros como él se muere por ti y tu por él.La afirmación de Greg lejos de desagradarme hace que mi vientre se apriete y el cosquilleo ya conocido volviera.Algunas personas podrían llamarlo el aleteo de mariposas.Yo traté de confundirlo con náuseas aunque fueran tan distantes como la luna del sol.—Cierra la boca.Estás alucinando —le dije chasqueando mi lengua para después entrecerrar los ojos y girarme a tomar un nuevo pedido.—Sabes que yo tengo la razón —susurró pasando por mi lado Greg.Bufé por lo bajo y seguí en mi trabajo.Una que otra vez ayudé a Sienna en cosas que no sabía pero terminaba ignorándome y haciéndolas por su cuenta cosa que me irritaba de
Después de salir del trabajo me fui de inmediato a casa para alistarme para esta noche pero al entrar en la casa me di cuenta del desorde esta.La molestia palpitó en mi cabeza pero dejé escapar un suspiro y coloqué mi bolso sobre el mueble y comencé a arreglar todo.En cuanto terminé me fui a mi habitación.Afortunadamente mi tía aún no llega.Saqué un vestido de imitación que casi parecía real —el mismo que mi tía que me había dado especialmente para esta noche— y lo admiré en silencio.Es precioso aunque algo atrevido para mi gusto.De todas maneras tenía que usarlo.Lo dejé sobre la cama y me fui hasta mi baño donde me desnudé mirándome al espejo recorriendo con mi mirada cada detalle.El gimnasio me ha servido para tonificar mi abdomen y mis piernas haciéndome lucir mucho más sexy pero de alguna manera no me hace sentir muy bien que mi futuro esposo sólo esté interesado en mi cuerpo.A los hombres ricos les gustan las mujeres tontas y yo no soy eso pero trato de fingirlo frente a
—Buenas noches a todos —murmuré antes de que Greg abriera una silla para mi y me sentara en esta bajo la mirada fulminante de Sienna.Ella siempre me ha odiado pero puedo sentir la evidente tensión esta vez y también sé porqué.Es evidente que Greg le gusta.Pero debería saber que su problema no es conmigo sino con Gine.A pesar de que los dos estén siempre molestando al otro, siempre he creído que están enamorados.A pesar de que sus personalidades son contrarias.Gine, seria, malhumorada, de pocos amigos a quien no le gusta salir demasiado.Greg es todo lo contrario, burlón, divertido, coqueto por naturaleza, ama las fiestas y a las chicas, y las chicas obviamente lo aman a él.Es todo un badboy.Creo que lo único que tienen en común es que a ambos les gusta vestir de negro.Ellos en ocasiones se miran de una manera tan intensa que incluso puedo sentirlo yo misma.Supongo que los opuestos se atraen.Poso mis ojos en la sobrina de mi jefe que si sus ojos tuvieran el poder de convertir
Una de sus manos se dirigió a mi cintura mientras que la otra me sostenía la mano con sutileza. Mi cuerpo entero se sacudió ante la sensación de estar cerca de él. Mis fosas nasales inhalaron su aroma a perfume masculino. El mismo perfume que hace más de un año logra que mis piernas tiemblen sin remedio. Llevo mi otra mano hasta su hombro fuerte y los dos comenzamos a bailar a son de la música. Estamos tan endiabladamente cerca que mi cabeza comienza a imaginar un montón de locuras entorno a nosotros dos. Mis pezones se sienten aún más duros contra mi vestido —agradezco a Dios que nadie puede verlos a través de la tela— y vergonzosamente siento como la humedad crece entre mis piernas. No puedo explicar lo que siento hacia Leo y lo peor es que crece con cada segundo que pasamos juntos. Debería correr. Huir de él es la mejor opción pero no tengo valor para ello. Si lo hiciera de alguna manera sentiría un vacío dentro de mí. Lo sé porque es algo que ya he sentido antes. Sólo deb
Solté una carcajada fuerte al ver a Greg tambalearse mientras bailábamos.Hemos perdido la cuenta de cuántas cervezas nos hemos bebido.Los ojos del badboy se posan en mí fulminándome y yo sólo pude volver a reírme de él.—Estás más borracha que yo —afirma con voz seria pero puedo ver la diversión brillando en su iris.—Claro que no.Yo gané y mañana tendrás que cumplir mi reto.Greg se acerca a mí casi robándome mi espacio personal pero yo no di ni un paso atrás.Confío en él.Además de que sé que aunque no lo diga está enamorado de Gine quien no deja de enviarle miradas asesinas.— ¿Te vas conmigo, nena? —gruñó en mi oído con ojos divertidos pero antes de que yo pudiera contestarle de la misma manera Greg fue apartado de mi cuerpo y rápidamente alcé mi cabeza para ver de quién se trataba.Quién era la persona que nos había alejado.Sorprendentemente me di cuenta que había sido Leo quien ahora tenía cara de pocos amigos y la mandíbula firmemente apretada.—Apenas y puedes caminar Gre
Al llegar a la habitación sumidos en el ambiente tenso al que yo nos había zambullido por besarlo me di la vuelta para enfrentarlo.—Siento haber hecho eso, lamento haberte incomodado Leo.—No me incomodaste —susurró él pero yo sabía que estaba mintiendo.Era más que obvio pero aún así asentí con la cabeza y Leo abrió la puerta de la habitación para mí en silencio.No pude evitar quedar enmudecida al ver la majestuosidad de la habitación aunque la preciosa casa ya debería ser un antecedente para saber que sus habitaciones también serían sumamente hermosas.Hice un paneo rápido por el lugar capturando cada detalle y de inmediato sonreí para Leo al sentir la calidez del lugar.El blanco y el dorado predominando.—Todo es tan precioso.—Esa puerta conecta a un baño privado por si quieres usarlo. Si necesitas calquier cosa no dudes en llamarme, estoy en la habitación de al lado —murmuró él y yo asentí viéndolo irse.—Hey jefe...Ante mi llamado se detuvo enseguida mirándome por encima de s