De inmediato me moví hasta el closet buscando algo que ponerme.Todo se ve tan bonito.Paso la palma de mi mano para sentir la sensación de la ropa sobre esta.Al azar tomo un vestido azul del closet y lo coloco sobre la cama con unos tacones a juego.De inmediato voy por mi ropa interior tomando unas bragas azules muy pequeñas y seductoras.No busco un brasier porque no lo necesitaré con ese vestido.Me siento frente a la peinadora preciosa que hay en la habitación de madera pintada de blanco.No está en mi memoria pero sé de inmediato que fue Leo quien la hizo.Busco en las gavetas algo de maquillaje.Realmente no había rebuscado aquí antes.No necesito maquillaje para estar en casa pero frunzo el ceño cuando no veo nada.Hay varias gavetas vacías —las de la derecha— pero la otra ilera contiene sólo cosas de hombre.— ¿Por qué no hay nada mío aquí? —Gruñí por lo bajo incómoda.Algo no está bien.Leo me oculta algo y hoy mismo va a tener que decírmelo.Quitándome la toalla la extiend
Leo estacionó en una plaza.Después me ayudó a bajar como un caballero.No podía dejar de sentir las mariposas revoloteando en mi vientre.Mi corazón da un vuelco desde el momento en que él se sube a una carroza y me tiende la mano para hacerme subir a esta.Me siento como una princesa atrapada en un cuento de hadas.No dudo ni siquiera un segundo en tomar su mano y él me sube con delicadeza.Me siento a su lado y después de asegurarse que estabamos bien el cochero empieza a conducir a los caballos por la ciudad de Roma.Las luces de la noche cautivan mi atención.Pero no se trata sólo de eso.Son las estructuras que veo, la gente en la calle pero lo mejor es estar al lado de Leo.Sin que lo espere tomo su mano llamando su atención y sus ojos se enfocan sobre los míos con posesividad al igual que un anhelo que puedo entender completo porque yo también lo siento.Me mordisqueo el labio inferior mientras que lo veo clavar sus pupilas en este.—Estoy es tan hermoso Leo ¿Alguna vez hemos
El día de hoy me había levantado gracias al vómito en mi garganta.Asqueada.Corrí al baño siendo seguida por el sobreprotector de mi esposo.Leo sostuvo mi pelo para que vomitara y aunque no fue una imagen agradable que tuviera que ver le agradecí que lo hiciera por mí.Hoy era el día de la consulta con los médicos.Leo y yo no hemos hablado sobre el viaje que comentó cuando vinieron los chicos pero seguramente después de hoy hablaríamos.—No puedo darte un beso de buenos días —hice un puchero después de lavarme la boca sólo con agua y él se carcajeó haciéndome sonreír de vuelta.—Claro que puedes, inténtalo.—Claro que no —protesté yo.Dio un paso hasta mí pero yo huí de él corriendo a la habitación donde me alcanzó y comenzó a hacerme cosquillas haciéndome reír.Intentó besarme en los labios pero yo no lo dejé y finalmente él se rindió.Lo eché de la habitación para buscar ropa.Sólo accedió para ir a ver a las chicas y hacerles el desayuno.Yo sonreí como boba viéndolo partir.Leo
No nos habían impedido viajar pero aún no queremos hacerlo.Leo piensa que lo mejor es que me quede aquí para ver si recuerdo otras cosas.Por mi parte no quiero eso.Sé que actúo de forma estúpida pero tengo miedo de que al recordar esta complicidad que hay entre nosotros desaparezca y la realidad se interponga entre nosotros.No quiero que Leo se aleje de mí por ningún motivo.Así como también pienso en que no quiero dejar de ver a Claudia o a Sienna -a pesar de que esta última casi siempre me evada por completo-.Mi corazón no está lejos de esta casa y eso lo sé.- ¿A dónde vamos? -le pregunté con curiosidad mirando las calles de Roma.-A casa.Te llevaré para poder ir a Black Cat a echar un vistazo.No tardaré demasiado.- ¿Qué es Black Cat? -indagué curiosa y él me habló su cafetería y que es de ahí donde yo conozco a los chicos.Era mesera.-No me lleves a casa, quiero ir contigo -le dije con una sonrisa pero él negó con la cabeza.-Claro que no.Nada de trabajo.Estás de reposo
Me lavé y salí del baño con la toalla envuelta alrededor de mi cuerpo.Después de secarme dejé que mi cabello lo hiciera naturalmente para aplicar un poco de polvo compacto y un brilla labial solamente.Hace unos días compré un poco de maquillaje por Internet y ahora está dentro de las gavetas de la peinadora.Salgo a la cocina y por suerte no hay nadie ahí.Chequeo la alacena para ver qué puedo hacer de cenar porque ahora tengo la idea de cenar a la luz de la luna en la terraza.Nunca nadie va ahí y quiero darle un buen uso esta noche.Consigo los ingredientes que quiero pero aún no los saco de la alacena sino que saco de una de las gavetas unas velas, lista para ir al jardín para buscar flores para decorar.Quiero que esto sea tan romántico como en nuestra cita.Sonrío como una tonta pero al darme la vuelta veo que la chica que llegó junto a la mamá de Leo me mira fijamente.Su semblante no cambia.Hay diversión en sus expresiones y de alguna manera me irrita un poco pero no le hago
— ¡Está precioso tu dibujo, pequeñita! —le dije a Claudia.Y ella me sonrió feliz.—Se lo daré a mi tío de regalo de cumpleaños.— ¿Y cuándo es el cumpleaños de tu tío? —indagué curiosa y la niña se rió antes de decírmelo.— ¿Cómo no lo sabes mami? Es mañana —me dijo ella y yo abrí mis ojos abruptamente.— ¿Mañana? —pregunté asombrada porque no me lo esperaba.—Sí, ¿Qué vas a regarle de cumpleaños?Yo parpadeé atontada y me encogí en hombros.—No lo sé aún pero algo se me ocurrirá —le dije alzando mi mirada para ver a Leo cortar la madera afuera de su taller.Como las mayoría de las veces anteriores no llevaba camisa mostrando su sixpack perfecto y tentador que yo ya he besado varias veces ¿Qué puedo decir?Es inevitable.Como si sintiera mis ojos en su piel me volteó a ver con una intensidad abrumadora que me hizo contener el aliento.Justo en ese momento Claudia decidió Levantarse.—Se lo llevaré a Sienna para que me lo guarde y decorarlo para él cuando se seque —me dijo la niña ant
Como si fuera un milagro, Sienna me pidió que la ayudara a maquillarse.Ella nunca lo hacía por lo que de inmediato sospeché.—Te gusta alguien.— ¡Claro que no! —chilló ella escandalizada al mismo tiempo que horrorizada pero lo vi en sus ojos.No puede ocultármelo.Yo solté una risita divertida y ella me fulminó con la mirada sin embargo luego dejó caer sus hombros suspirando.—No puedo decírtelo —aseguró nerviosa y yo supe de inmediato quién era.Lo había visto siempre pero no había pensado demasiado en ello.—Sienna, Dashan es muy mayor para ti —le dije suavemente poniéndole el rímel viendo como ella se tensaba a mencionarlo—. Debes conocer más chicos, quizás este sea sólo un enamoramiento juvenil.—No soy una estúpida Melissa, sé que lo amo —rugió ella levantándose.Yo solté un suspiro sabiendo que ella estaba muy enojada pero mejor era yo la que le dijera esto porque si Leo lo sabía... no quiero ni pensarlo.—Sé que no eres una estúpida pero nena, de verdad. Cuando somos adolesce
El corazón latía de forma acelerada mientras que caminaba a la parte exterior de la casa de Leo.El viento me agitó el cabello desordenandolo pero poco me importaba.Eché una mirada atrás viendo todo incrédula.¿Cuándo había imaginado yo que terminaría viviendo con Leo?Voy a tener a su hijo.Nuestro hijo.Pero todo lo que hemos construido ha sido a base de mentiras.Tanto de su parte como de la mía.Le mentí sobre quien soy y ahora tengo que cargar con las consecuencias de mis actos.Vuelvo mis rostro a la carretera.Lamentablemente dejé mi teléfono para llamar un taxi pero puedo tomarlo en la avenida.Sólo espero que Leo no se de cuenta de mi ausencia.O por lo menos que lo haga cuando ya esté donde quiero estar.Frente a frente con la verdad.Veo venir un taxi y no dudo en detenerlo, me subo a el indicándole el camino al taxista.Estoy alerta.Con mi ser entero ansioso.Pero de lo único que estoy convencida es de que voy a proteger a mi hijo a capa y espada.Nadie va a hacerle daño