Como si Leo pudiera ver que algo en mí estaba mal me tendió su mano para ayudar a levantarme después de ya haberlo hecho él y yo se la tendí en silencio.Él me buscó con la mirada pero me negué a observarlo.No podía.Los nervios crecieron aún más dentro de mí.Aún temblorosa busqué mi ropa sobre el suelo sonrojada.¿Cómo había podido hacer algo como eso?Entregarme a Leo de una forma tan desvergonzada en su oficina.Con los chicos afuera.¿Y si alguno de ellos hubiera venido a buscar a Leo?O peor, si Sienna lo hubiera hecho.No quería ni imaginarme qué hubiera pasado.Negué con la cabeza sonrojándome con más fuerza.Deprisa tomé el brasier y me lo coloqué seguido de la camisa.Lo siguiente que hice fue ponerme mis bragas y la falda pantalón.Rápido, aún bajo la mirada de Leo me coloqué los patines que no sé cuándo demonios me los había quitado pero eso ya no tenía importancia.Me levanté sintiendo mi corazón latiendo cada vez más rápido bajo mi pecho y cuando me dirigí a la puerta p
Con ayuda de las chicas —Sienna incluida— arreglamos la casa de Leo para la fiesta de cumpleaños de Claudia.Ella no podía estar más emocionada y más tarde Sienna terminó arreglándola para que cuando llegaran sus amigas de la escuela ya estuviera lista.Greg nos dio una cerveza a cada una bromeando entre risas divertidas y algunas veces mis ojos se desviaban hasta Leo quien hoy parecía relajado.Más guapo que de costumbre.Leo nos había invitado a todos ya que iba a hacer una parrilla para nosotros a la vez estar pendientes de las niñas que poco a poco fueron llegando junto a sus madres.Más tarde Sienna trajo a Claudia para que saludara a sus amigas de la escuela.Estaba preciosa con un par de coletas, unos pequeños taconsitos cristal y un vestido rosa.Mi regalo le serviría perfectamente pero se lo daría más tarde, después de que saludara a las niñas.Entre risas Claudia se fue a jugar con sus amigas a los inflables mientras que nosotros hablábamos de trivialidades.Me resultaba alg
— ¿Quieren quedarse?Mi madre se llevará a las chicas esta noche así que podemos hacer la fiesta esta noche —avisó Leo y Greg terminó aplaudiendo como un tonto haciéndonos reir al resto.La fiesta ha transcurrido tranquilamente después de lo que había pasado con Claudia.La madre de Leo había llegado y nos había saludado a todos con fría cortesía pero al ver lo unida que estaba a Claudia —cada vez que la niña me llamaba— ella me miraba de mala manera.Como si no soportara ver a su nieta conmigo.Pero yo no le di importancia alguna ignorando todas sus miradas mal intencionadas.—Nosotros no vamos a quedarnos.Que disfruten los jóvenes —avisó Enrique tomando la cintura de Delia con cariño.—Me quedaría pero los niños ya saben como se ponen —continuó Mónica.—Bueno, entonces sólo somos nosotros cuatro otra vez —dijo Greg aunque no parecía demasiado preocupado porque nuestros amigos no estuvieran—. Deben ser cosas del destino.Murmuró en tono coqueto pasando un brazo por los hombros de Gin
Los chicos salieron a comprar cosas para comer y beber mientras que Gine y yo nos quedamos en las sillas cerca de la piscina hablando sobre trivialidades hasta que ella me miró sin ocultar una sonrisa pícara.—Leo y tú.Alzó y bajó las cejas de manera insinuatoria pero yo me mantuve seria.Como si no supiera de lo que me estaba hablando.—Leo y yo ¿Qué? —arqueé una ceja y ella me imitó sin dejarse convencer por mí.—Tienen algo, eso es obvio Melissa.La tensión sexual siempre ha existido entre ustedes.Es tan palpable que todos pueden notarla, incluso ustedes.Pero son tan duros como para no admitirlo.—Estás loca —negué con la cabeza.—Tú eres la que está loca si dejas ir a ese hombre que te quiere tanto.Es que cada vez que Leo te mira siento como si los cuentos de hadas realmente existieran y estoy viviendo uno pero del lado equivocado.—No puedo creer que la chica dark, osea tú, esté diciéndome esto. Cuentos de hadas ¿Cuán absurdo es eso Ginebra?—Mucho.Pero si todos ven como Leo
Como si lo hubiera llamo por su nombre él viene rápidamente hasta la cama y cae de rodillas sobre esta haciendo que mi respiración se entrecorte.Mis pezones se contraen cuando lo veo deslizarse hasta que toma mis piernas con sus dedos firmes como hizo en la oficina y las abre más para él.Sólo que en esta ocasión no se mete entre ellas para acostarse sobre mí y penetrarme.Esta vez Leo acerca su tentadora boca a mi abertura haciéndome sentir su cálido aliento en mis partes más sencibles.Mi pecho sube y baja de anhelo.Pero un segundo después Leo me da exactamente lo que yo quiero.Su lengua me invade reclamándome con una ternura que hace que mi vello se erize por completo.Tal y como si quisiera mimarme.Pero yo vi el hambre en su pupila.Sé que Leo puede devorarme cuando quiera.Sin embargo me explora con suavidad lamiendo mis jugos, haciéndome apretar su pelo en un puño acercándolo mucho más hasta mí.Soy gelatina entre sus dedos.Una masa moldeable.Leo me tiene en sus manos en e
Dos días después Leo y yo no nos habíamos acercado demasiado o por lo menos no estando solos pero a veces podía sentir la mirada de él sobre mí haciendo latir mi corazón más de prisa pero lucho por ocultar esas emociones o lo que es peor.Por no sentir nada.Pero es una batalla perdida.Hay una química innegable entre nosotros que me vuelve loca.Una tensión sexual que como dijo Ginebra todos pueden ver.—Uf, días sin venir pero tu Romeo ya está aquí, me dijo Gine logrando que frunciera el ceño pero al seguir su mirada supe de quién estaba hablándome.A pesar del fastidio que sentí enseguida me recordé que este hombre puede ser mi boleto a la riquesa que necesitaba.Adam... ni siquiera recuerdo su apellido pero estoy segura de que si me esfuerzo puedo conseguirlo en un acta de matrimonio con mi nombre a un lado.Sonrío haciendo contacto visual con él y cuando empiezo a patinar en su dirección Sienna llega antes que yo frustrando mis planes.Adam le dice algo y ella se da la vuelta pa
Siempre que digo que tengo que alejarme de Leo termino irremediablemente cerca de él.Al abrir mis ojos sintiendo la luz del sol en mi cara.Ya sabía dónde estaba sólo que no quería moverme.Hoy es domingo así que no tenemos trabajo en Black Cat pero seguramente mi tía estaría esperándome en casa para que le contara todo lo que había pasado con Adam.Maldito imbécil.No sólo era él quien prácticamente había dicho que soy una zorra, el estúpido acosado también se lo había dicho a Leo y Sienna ciertamente lo pensaba.Recordé lo que me había dicho ayer antes de atender a Adam.¿Realmente soy una zorra?Sí.Pero no es por elección propia.Cada vez que pienso en enfrentarme a mi tía unas estúpidas ganas de llorar me azotaban con fuerza.Tanto que terminé haciéndolo sin poder evitarlo sobre la cama de Leo.Él no estaba en la habitación así que di rienda suelta a mis lágrimas amargas que se deslizaron por mis mejillas.— ¿Qué voy a hacer? —susurré para mí misma antes de levantarme finalmente
Somos una maraña de pensamientos y emociones que nos conducen al otro irremediablemente.Nuestros labios se enlazan en un beso maravilloso.Mágico.Especial.Es tan distinto a los otros que hemos tenido a tal punto que no sé cómo explicarlo.Sí.Es pasional.Intenso.Salvaje y dulce al mismo tiempo.Pero... hay algo más.Nuestras almas están desnudas incluso antes de que lo sepamos.Nuestro aliento choca entre sí.Su lengua penetra mi boca marcándome a fuego.Dándome todo lo que ansío.El verdadero placer de su boca.Mis manos se clavan en su nuca acercándolo cada vez más a mí.Nuestros ojos están cerrados pero aún así puedo ver su alma.Leo se separa de mí sin ir demasiado lejos para mirarme a los ojos con firmeza.Examinándome.Estando al pendiente de mí.-Melissa, si quieres que detengamos esto -me dijo mirándome directamente a los ojos haciéndome perderme en los suyos.-No quiero eso Leo, no hoy -aclaré y vi la indecisión en su mirada.Como si dudara de que pudiéramos hacer esto p