Entrar ahí me corta la respiración pero eso es algo que no muestro.

Alzo mi cabeza como una reina orgullosa y contoneo mis caderas de forma sensual sin detenerme.

Siento la mirada de muchos hombres y sé que debería estar feliz pero no lo estoy en lo absoluto.

No siento nada.

Me detengo en el lugar que estan el resto de las chicas seguramente desesperadas por encontrar al hombre que las haga cumplir sus sueños en realidad pero esto no es lo que yo quiero.

Ignoro la mirada de mi tía lejos de mí y recorro el lugar con la mirada en silencio.

Las chicas parlotean entre ellas y no me incluyen en la conversación.

Probablemente intimidadas de mi exquisita belleza y presencia dominante pero sinceramente ellas no me importan en lo más mínimo.

Las luces se vuelven tenues.

Todos mantienen sus máscaras y sé que esto ya va a comenzar.

Después de todo no es la primera vez que asisto a una fiesta de máscaras.

La música seductora comienza a escucharse y comprendo que no tardarán en venir por nosotras.