Al abrir los ojos gracias a la luz solar que se colaba por la venta no pude evitar tensarme de inmediato cuando un cúmulo de recuerdos de la noche anterior me abordaron de inmediato. Su piel contra la mía. Empujando consumiéndome en silencio con sólo la melodía de nuestros gemidos resonando en la habitación. Nunca había experimentado tal placer el mi vida más que cuando me tocaba a mi misma durante las noches sobre mi cama. Pero no podía ni siquiera sentirla la mitad de bien en la que este extraño desconocido me había hecho sentir. Sólo he tenido una vez sexo. Y no fue consensuado... Pero eso era algo que no quería recordar. Al sentir el aire en mi rostro automáticamente me llevé mis manos a este dándome cuenta que mi máscara ya no estaba ahí y sorprendiéndome la busqué aunque no fue difícil encontrarla. Estaba descansando sobre la mesita de noche a mi lado. No recordaba habérmela quitado por lo que —él— tuvo que haberlo hecho por mí. Mi corazón saltó llena de una emoción ind
En ese momento era un manojo de nervios.Leo me había dado un vestido delicado y femenino de mi talla pero no quise preguntar a quién pertenecía.En un silencio desgarrador me vestí sin importarme que él estaba haciendo lo mismo del otro lado de la habitación.Quería desaparecer.Irme de inmediato de aquí.Pero... no sólo por la rabia de que él me hubiera engañado y mentido de esta manera.Estaba furiosa conmigo misma porque apesar de todo quería volverme hasta él y lanzarme a sus brazos para volver a besarlo con pasión.Para volver a estremecerme entre sus brazos.Para que me marcara como suya una y otra vez.Apreté mis párpados con fuerza quedándome sin respiración.Molesta por la humedad entre mis piernas que aún podía sentir avergonzándome.Sentí como mis mejillas se ruborizaban de inmediato y lo odié terriblemente pero después de eso escuché como él carraspeó detrás de mí haciéndome notar su presencia en mi espalda.Su aura masculina y seductora que lo rodeaba me hacía sentir vul
Después de ese día tanto Leo como yo habíamos estado evitándonos lo más que pudiéramos.Con mi tía he tratado de seguirla engañando liberándome de salidas al club y en secreto eso me aliviaba.Fingía salir con ese hombre misterioso y evitaba a mi tía Mirla para no tener que darle detalles... o su nombre. Entonces salía con Greg y Gine a divertirme.Jamás me había sentido más libre por más que quisiera ocultarlo.Mi obsesión por casarme con un hombre rico aún no había desaparecido de mi cabeza pero aún así estaba dándome una especie de vacaciones tratando de que alguna de las chicas haya cazado al imbécil que no me gustaba nada.Sería un alivio para mí.Esta noche, después del trabajo volvería a salir con los chicos pero con lo que no contaba es con que Greg invitara a Leo a acompañarnos.—Puedes venir con nosotros, será divertido jefe —sonrió Greg y tuve ganas de golpear su cabeza.Pero aún así no miré a ninguno de los dos.No pude escuchar su respuesta porque tuve que atender otras m
El día pasó sin inconvenientes y ahora Ginebra me hablaba entusiasmada por esta noche.Di una mirada a Greg me este sonreía con coquetería a unas adolescentes que estaban encantadas con él y reían deleitadas con el chico que no era mucho mayor que ellas.—Ya veo por qué gana tanta propina —me burlé divertida y esto acabó con la emoción en Gine volviendo a su estado oscuro.Algo me dice que todo se debe a Greg.Este último sirve a las chicas y se dirige a donde estábamos pasando un brazo por mis hombros tirándome suavemente hasta su pecho.Puede ser menor que yo pero es mucho más fuerte y grande.— ¿Lista para ahorita, nena? —me preguntó con una sonrisa y yo me aparté de él.—Cuidado te ve tu club de fans.—No seas celosa, tengo amor para todas —bromeó y luego desvió su mirada hasta Ginebra quien estaba más huraña con la llegada de Greg.— ¿Tu también estás lista, orquídea?—Deja de llamarme así —gruñó ella y le dio la espalda para irse a atender una mesa.De inmediato yo ocupé su lugar
Efectivamente la playa no estaba demasiado lejos de los bolos así que no tardamos en llegar.Greg fue el último en llegar ya que había pasado a buscar una botella de vino.-Vino en vasito de plástico.-Oh sí ¿Querías copas de cristal? -se burló Greg de Ginebra y esta le envió una mirada fulminante.Los cuatro nos sentamos en la arena siendo azotados por el viento gélido de la costa mientras que Greg hacía un chiste sobre el vino barato que no pude escuchar.Mis ojos se perdieron en la inmensidad del mar siendo besado por los rayos lunares dando un matiz misterioso pero a la vez cautivante.Tal y como me había parecido Leo detrás de esa máscara sin rostro hace semanas.El mar era indómito y él había sido de la misma forma pero también peligroso.Imparable.No sé cómo lo había hecho pero me ha robado la voluntad.Mis manos tiemblan ligeramente cuando llevo el vasito de plástico a mis labios tomando un sorbo del vino barato que Greg había comprado.A ciencia cierta no sabía cómo distigui
Al llegar a casa me bajo de la moto tendiéndole el casco a Greg quien me mira con curiosidad bajo sus tupidas pestañas haciéndome sentir ligeramente incómoda.Sólo podía pensar que nos había visto a Leo y a mí besándonos en el mar aunque hubiera estado entretenido con Ginebra.Mis mejillas se colorearon de un color rojo fuerte logrando que me sintiera estúpida por este tonto avergonzamiento que últimamente estaba teniendo.Yo nunca me avergüenzo de nada... entonces ¿Por qué me estoy sintiendo así ahora?— ¿Estás bien, Melissa? —el sonido de la voz seria de Greg me sorprendió volviendo a posar mis ojos sobre él con curiosidad.—Estoy perfectamente bien —contesté apesar de que obviamente es mentira pero ¿Qué le iba a decir a Greg?¿Qué esto terriblemente confundida?Angustada por los sentimientos que comienzo a sentir por Leo... no.Eso es absurdo.Yo nunca me expondría de ese modo.Tomé una corta respiración profunda y lo miré a los ojos negando con la cabeza.—Gracias por traerme a ca
Greg hizo que entrara a su casa que no era más grande que la de Leo pero igual de acogedora.—Greg —lo llamé tomándolo de la mano verdaderamente aliviada.Si él no me hubiera contestado no sabría qué hubiera pasado conmigo.Él se dio la vuelta para mirarme y yo le sonreí a medias.—Gracias por esto, de verdad.Greg me devolvió la sonrisa dándome una suave caricia en mi mejilla antes de dejar caer su mano.—No tienes nada que agradecer, eres parte de mi familia. Espero que lo sepas —dictó y fue imposible no sentirme conmovida por sus palabras.Pero antes de que pudiera decir algo más una voz llegó detrás de nosotros haciéndonos girarnos para ver a la persona que recientemente había llegado.—Buenas noches.Una mujer mayor fijó sus ojos en mi con curiosidad y yo me sentí ligeramente incómoda por ser una intrusa en su casa.Esta debía ser la abuela de Greg, de quien él ya me había hablado.—Buenas noches señora.—Nana, ella es Melissa. Se quedará esta noche con nosotros. Tuvo problemas en
Su aroma.Su olor masculino mezclado con la madera y el perfume de hombre son adictivos para mí.Pego mi nariz a su pecho y lo siento estrenecerse ligeramente pero no me suelta ni me aparta.Las lágrimas continúan cayendo por mis mejillas pero no las detengo.No puedo hacerlo de todas formas.—Cariño, los chicos me dijeron lo que pasó... no llores.La dulzura en su voz fue suficiente para hacerme flaquear sintiéndome aturdida.No sólo estaba llorando por lo que Sienna me había dicho.Era un acumulado de tantas emociones y sensaciones.Lo de anoche, lo de mi tía...Todo era una locura.—Lo siento mucho jefe —me las arreglé para susurrar pero Leo negó con la cabeza apartándose ligeramente para cubrir mis mejillas con sus manos logrando que lo mirara a los ojos.Había tanta bondad en ellos.Una ternura que me rompe el corazón.—Fue un accidente, ¿Qué es lo que te pasa realmente Melissa?Tú no eres así.Él se había dado cuenta.Yo no suelo actuar de esta manera.No soy una llorona.Pero...