Capítulo 40.
-Muy buena idea.- Dijo Paula cuando le conté más tarde por la noche sobre el salir al día siguiente. - Algunos de los más pequeños han estado viniendo a verme porque se sienten extraños. Los pobres no saben que estar encerrados por un largo periodo de tiempo causa eso en nuestros lobos.
-Lo había estado pensando pero han pasado algunas cosas. - Dije recostándome sobre su cama. Había tomado una al final del pasillo del lugar seguro y declaró que era oficialmente su cuarto. Ni Alan ni los cachorros dijeron una palabra y yo envidié el poder de una loba embarazada. - Pensaba que en cuanto llegaran los refuerzos que enviaría mi hermano, podría hacerle la sugerencia al Alfa.
-Una buena sugerencia.- Dijo y luego me sonrió. - ¿Ya es tiempo de que me cuentes los detalles o aun estás en la etapa de negación sobre algo pasando entre ustedes?
-Algo pasa entre nosotros. - Dije rodando los ojos. - Somos amigos con quizá bastantes beneficios.
A estas alturas, yo no podía negar nada. Después de to