Capítulo 134
—¡Cállate! —Álvaro la interrumpió con un grito.

Ivana se estremeció y de inmediato se quedó en silencio.

La furia de Álvaro estaba cargada de una presión tan grande que los esposos Iker no se atrevían ni a respirar.

—Gabriela fue al museo a comprar una pintura, y se encontró con Cristóbal por casualidad —Álvaro miró a Ivana, pero sus palabras no parecían dirigidas a ella, sino que más bien eran una justificación para sí mismo.

Las familias Oliveros de Leeds y Zambrano eran amigas de toda la vida.

Era perfectamente razonable que Cristóbal estuviera en la exposición de Rosalina.

Kian y Alicia ya habían dicho que Gabriela había decidido ir en el último momento, que su única intención era comprar una pintura que le gustaba, para colgarla donde antes estaba el cuadro de la bailarina de ballet.

Y ella misma lo había explicado: ¡Cristóbal solo era un psicólogo para ella!

—¿Dónde están los familiares del paciente?

En ese momento, la puerta de la sala de reanimación se abrió y el doctor salió a
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