VERA- ¿Qué es esto? Porque no se me ocurre nada que pueda ser tan difícil como para que no podamos estar juntos- necesito que me explique, porque si le importo, si me ama, no existe motivo para que estemos separados.- Vera... Yo... Yo tengo un tumor cerebral.- ¿Qué? - no logro procesar la información.- Lo que escuchaste, estoy enfermo y... no quiero arrastrarte a esta m****a. - Mira sus manos afligido.No puedo creer que crea siquiera que lo mejor es estar separados.- Morris, yo te amo y lo sabes - tomo sus manos entre las mías - ¡Por dios! ¿Cómo se te ocurre sacarme de tu vida así? Por algo que es mi decisión si quiero estar o no en esto - levanta la vista y sonríe de lado - No me importa, ¿Lo entiendes? No me interesa lo que tengas, yo me quedo aqui contigo y de esto salimos juntos - Sus ojos se llenan de lágrimas y lo abrazo - ¡Por dios amor! Yo... yo como una tonta pensé que ya no me amabas, no sé, pensé tan mal, no necesitas cuidarme, a mi no me importa pasar por lo que sea p
VERA - ¿Estás asustada amor?- Morris me mira preocupado, juro que trato de estar bien y fingir que todo está bien, pero ¿Cómo hago? Estoy feliz de que él vaya a recuperarse, obvio que si, pero el saber que tendré que irme me duele. - Estoy feliz de que vas a salir de esto amor - Aprieto su mano mientras pongo mi mejor cara. - Es increíble, gracias por estar conmigo, yo... me equivoque y sin dudas contigo a mi lado es todo más llevadero - me inclino a besarlo. - Te amo Morris, nunca lo dudes, haría lo que fuera por vos - acomoda un mechón de mi pelo que cayó sobre mi frente. - Lo sé amor - sonríe y vuelvo a sentarme mientras esperamos que vengan a buscarlo para llevarlo a cirugía. - ¡Hola!- entra Renata muy alegre y solo pienso en su frívola madre quien me está obligando a romperle el corazón a quien amo. Debería haber sido más frívola en mi vida, quizás así conseguiría más que siento tan ingenua y confiando en todos. - Te ves mal Vera, ¿Estás cansada? ¿Quieres que te releve? -
MORRIS - ¿Tan difícil es hacer tu trabajo bien? - le grito a mi asistente.Solo tenía que reservar el restaurante para la cena de compromiso con los papás de Renata, no es muy complicado.- Lo siento señor, es que no pudimos conseguir la reservación, necesitábamos al menos quince días y la señorita Adams nos dijo ayer- la miro con mi peor cara y ella solo camina a la puerta.Tomo el teléfono para llamar a Renata.- ¡Hola Morri amor! - suspiro cansado al escuchar su voz melosa que pronto será de enojo.- Rena, paso algo con la reservación de esta noche - Ya la escucho bufar.- ¡Morri solo te pedí eso! - resoplo.- Ya lo sé, pero no se pudo y sabes que tengo cosas más importantes de las cuales preocuparme que por una reservación, hay miles de restaurantes a los que podemos ir.- ¿Pero quería ese? No me hables así que me duele - Uy ya empezó- Solo quería eso, te dije que me acompañes a la cita para la organizadora de la boda y dijiste que estabas ocupado, siempre estas ocupado para hacer
VERA - ¡Morri amor! - ¿Renata? ¿Morris y Renata? De un segundo a otro toda esa emoción por encontrarme a Morris y el impacto de escuchar que tuvo amnesia, fueron opacados por el hecho de Renata diciéndome Amor. Ellos juntos no tiene sentido. Renata viene a paso rápido con una sonrisa perfecta, su cabello como siempre rubio y arreglado, su completo look de mujer rica. ¡No puedo creer que Sara tenía razón! - Hola amor, perdón la tardanza - Le da un beso rápido que cala profundo en mí. Ellos están juntos. Miro a Morris con un profundo dolor, él le sonríe de forma cariñosa y mi corazón se destroza. Que ilusa y tonta fui al emocionarme cuando lo vi, pensé “Si el supiera lo que tenemos”. - Hola ¿Vos sos Laila Peck? - Interesante, Renata ahora no me reconoce, ¿Qué sucede? - No, esa es mi socia, yo soy Vera... Acaso... - ¿Dónde está el baño? - Renata me interrumpe dando una clara señal de que no quiere sacar a relucir que ella también me conoce. - Por allí - señalo hacia mi derecha y
MORRIS Sus ojos verdes lloroso me observan y es tal la nitidez que siento hasta su dolor. - ¿Eso te parece bien Morri? - miro a Renata sin tener idea que dijo, además de que acabo de tener una vivida imagen de esa mujer, fue tan nítido que pestañeo incomodo por el deja vú. Eso fue demasiado raro. - Si eso está perfecto - sonríe sin importarle realmente si la escuche. A veces Rena puede ser muy despistada, piensa solo en ella como una niña mimada. Pero también entiendo todo lo que ella y su familia hicieron por mí, yo le tengo un gran cariño. Se que ella es una buena mujer para formar una familia y es que el tiempo no apremia, 34 años no son pocos. No existen contras, casarme con Rena es lo mejor y no hay otra forma que agradecerle por tanto, que correspondiendo su amor. - Mor ¿Vamos en tu auto o el mío?- La miro desconcentrado. - Ve en el tuyo, yo voy en el mío y nos encontramos en la noche ¿Te parece? - Asiente y me da un beso rápido mientras se va en dirección a su auto. Mi
VERA Mi cara de impacto debe ser muy preocupante porque Laila pone su mano frente a mí para calmarme. - Demasiada información me parece, te lo cuento en orden mejor ¿No? – asiento todavía en shock – Por tu cara me parece que no le dijiste a Morris que tiene una hija – asiento a su pregunta. – Okey, hoy a la mañana estaba con Molly en la entrada y justo me distraje un segundo para explicarle algo a un cliente y cuando la vi estaba hablándole a Morris – jadeo impresionada.- Yo también me impacte, pero me impacte más cuando Molly le dijo papá, pero eso no es tan malo ¿No? La miro aún impactada por toda esa situación. -Es que justo venía a contarte que no voy a decirle de Molly – me mira confundida –Te dije que estaba con Renata y se van a casar – ahí parece entender porque me mira seria. - Y él ¿Qué te dijo? – suspiro para tirarle la mejor parte. - Cuando lo vi imagínate mi emoción, pero cuando lo salude él no me reconoció y me dijo que tuvo amnesia que lo disculpe si nos conocíamo
MORRIS - Disculpe estaba distraído - ayudo a la mujer que choque a juntar sus carpetas. - No es nada, a todos nos pasa - me sonríe de manera cortés y yo correspondo mientras me levanto. Sigue su camino y yo retomo en lo que estaba pero... ya no está. Miro a todos lados y no la veo, ¿A dónde fue tan rápido? Desapareció. Resoplo frustrado pero me quedo acá en la recepción quizás la veo pasar y puedo entregarle su libreta. Déjala en la recepción- Shh! Es más educado dársela en mano Admitelo quieres verla porque dentro tuyo tienes tus sospechas - odio esa voz interior que me remarca lo que realmente pienso. Guardo la libreta de nuevo en mi saco dándome por vencido, doy una última mirada y ahí la veo. Si alguien me explica lo que siento, lo que solo verla me provoca, estoy abierto a escuchar. Porque es como si al verla todo a mi alrededor se iluminara y tuviera sentido. La veo caminar hacia mí con tanta seguridad, su mirada se posa en cualquier cosa menos en mi, pasa por mi lado y
VERA Termino de atender unos clientes y suspiro sentándome en una silla, solo quiero un día de tranquilidad si es eso posible. - Jefa, necesita unas vacaciones - levanto la vista para ver a Lucas. - Lucas, ya lo dije mil veces... - Lo sé Verita, solo te molesto - se sienta conmigo y me muestra un café que trae en sus manos. - ¿Para mí? - asiente y sonrío feliz por ese simple gesto, necesitaba un café urgente. - A veces creo que me lees la mente. - Solo te conozco demasiado - Doy un sorbo a mi café. - La pequeña terremoto ¿Está con Lai? - asiento. - Debería ir a buscarla y ver que no hayan hecho nada digno de asesinato - Lucas lanza una carcajada. - Ella es un Ángel - lo miro como diciendo "¿En serio?" - Vos le exiges mucho, Molly es una santa, cualquier otro niño estaría todo el día llorando o haciendo capricho si sus papás lo llevan a su trabajo. - asiento pero tampoco es que sea una santa. - Ay esa niña santa, te juro que cada día me sorprende más - Lucas me mira sin entende