VERA

- ¿Estás asustada amor?- Morris me mira preocupado, juro que trato de estar bien y fingir que todo está bien, pero ¿Cómo hago? Estoy feliz de que él vaya a recuperarse, obvio que si, pero el saber que tendré que irme me duele.

- Estoy feliz de que vas a salir de esto amor - Aprieto su mano mientras pongo mi mejor cara.

- Es increíble, gracias por estar conmigo, yo... me equivoque y sin dudas contigo a mi lado es todo más llevadero - me inclino a besarlo.

- Te amo Morris, nunca lo dudes, haría lo que fuera por vos - acomoda un mechón de mi pelo que cayó sobre mi frente.

- Lo sé amor - sonríe y vuelvo a sentarme mientras esperamos que vengan a buscarlo para llevarlo a cirugía.

- ¡Hola!- entra Renata muy alegre y solo pienso en su frívola madre quien me está obligando a romperle el corazón a quien amo.

Debería haber sido más frívola en mi vida, quizás así conseguiría más que siento tan ingenua y confiando en todos.

- Te ves mal Vera, ¿Estás cansada? ¿Quieres que te releve? - pregunta Renata muy amable.

- Es verdad amor, te ves cansada, no quieres que Rena se quede y vos venís después de que salga del quirófano- Niego con una sonrisa.

Solo quiero disfrutar estos momentos junto a él que serán los últimos.

- Estoy muy bien, quiero quedarme no te preocupes Rena que yo puedo hacerlo - ella sonríe.

- Bueno voy a ver como va todo, nos vemos Morri - le da un beso en la mejilla y sale con toda esa elegancia la caracteriza, es verdad, Renata es una mujer hermosa.

- Falta poco para que al fin salgamos de este hospital - asiento sonriente - Obvio falta la rehabilitación y todo pero soy optimista.

- Y hay que serlo, vas a estar muy bien yo lo sé- justo entra Sara y quisiera que desapareciera de la faz de la tierra, que no fuera la única que puede ayudarlo.

- Hola Morris ¿Listo? - fue más rápido de lo que creí, pensé que tendría más tiempo con él, pero veo que ella se encargó de que esto sea rápido, y aún no sé cómo voy a decírselo.

- ¿Ya entra a quirófano?- pregunto dudosa.

- No, vamos a hacer un último análisis y solo una hora más para que entres al quirófano - Morris se baja de la camilla y sentándose en una silla de ruedas se lo lleva.

Suspiro mientras saco mi teléfono.

Yo: Lucas ¿Está todo listo?

Lucas: Si todo está listo ¿Segura qué no hay opción?

Yo: Muy segura ¿Tu qué haras?

Lucas: Voy contigo por supuesto, no vas a quedarte sola Vera.

Yo: Okey ¡Gracias!

Me siento a pensar en lo que diré, cómo lo diré y trato de cerciorarme que seré clara. Ustedes se preguntaran ¿Cuando lo operen puedes volver? Morris quizás necesite otra operación y además necesita seguimiento y tratamiento que solo se le dará mientras forme parte del estudio clínico. ¡Está es la única solución! ¡No hay otra opción!

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MORRIS

- Si llega a pasar algo malo prométeme que vas a estar tranquila- Vera no deja de sostener mi mano mientras la camilla se mueve camino al quirófano.

Llegó el momento y sé que esto es para mejorar, pero estoy asustado, no de morir, asustado de que Vera se quede sola y tenga que sufrir si algo me pasa.

- ¡Tranquilo, voy a estar bien! - Justo llegamos a la puerta del quirófano.

- ¡Hasta acá señorita!- informa la enfermera.

- ¡Cuídate a partir de ahora! Nos separamos aquí Morris- me mira llena de lágrimas y se va a paso rápido.

- ¡Vera!- eso fue raro, ella... estaba rara. - Tengo que hablar con ella, algo no está bien - quiero levantarme pero la enfermera no me deja.

- Señor está por entrar al quirófano, su novia solo debe estar nerviosa - me quedo viéndola marcharse con un horrible sentimiento en el pecho.

- Si... quizás- respondo dudoso.

Empiezan a prepararme en el quirófano pero no puedo con esto que siento. Mientras los médicos van a lavarse, me levanto y salgo rápido del quirófano a buscarla, tengo que cerciorarme que está bien.

Salgo a la sala de espera donde la veo discutir con Rebeca mientras le extiende una carta, a un lado está Lucas ¿Qué hace acá?

- ¡No! Tienes que decírselo en la cara - ¿Qué pasa aquí?

- ¡Vera!- se gira a verme y palidece.

- Morris yo... - me acerco a ella agitado por haber corrido.

- ¿Qué sucede Vera?- Renata quiere hablar pero la detengo - ¡Vera! ¿Qué está pasando?

- Morris yo... no puedo con esto - la miro confundido.

- Vera...

- Lo siento Morris no puedo estar con alguien enfermo, es demasiado para mi y lo lamento, me equivoque... yo... No puedo... esto... esto se acabó Morris - me quedo estático sin saber que decir. - ¡Vámonos Lucas!- la veo estirar a Lucas del brazo mientras se alejan a paso rápido.

- ¡VERA!- ella no está dejándome - ¡VERA!- intento correr tras ella pero me sostiene los médicos que llegaron a mi.

- Señor no puede irse - no entienden, ella está dejándome, merezco una explicación.

- ¡VERA! - quiero zafarme pero me sostiene fuerte.

- ¡Sédenlo!- siento un pinchazo y mientras mi vista se nubla la veo irse, me dejó, justo en este momento, me dejó....

.......

Bip... bip...bip... bip... bip

Abro los ojos lentamente, pero la luz me molesta así que los cierro de nuevo, lo único que escucho es el ruido de los latidos de mi corazón en la maquina y me pregunto ¿Por qué estoy acá?

- ¡Morris despertaste!- abro mis ojos achinándolos, una mujer rubia me abraza muy efusiva y llorosa.

Quiero hablar pero siento la garganta rasposa.

- Yo... - carraspeó para poder hablar mejor sin éxito.

- Agua - sale de encima mio y me trae agua. Aprieta un botón y me ayuda a tomar agua. - Ahí ya vienen los médicos Morris - la miro dudoso tratando de descubrir ¿Quién es? y lo mas importante yo... ¿Quién soy?

- Hola señor O'Braian - okey ese parece mi apellido - ¿Cómo se siente? - miro al doctor.

- ¿Bien? mmm bueno mmm supongo que soy ¿Morris O'Braian?- el médico abre los ojos y saca una luz de su ambo.

- Llama a tus papás - dice el médico a la rubia.

- ¿Qué pasó? - dice la chica muy exaltada.

- Llámalos por favor- sale la rubia y el médico me examina, controla mis reflejos. - Necesito que me diga su nombre y su edad - dice él médico.

Trato de pensar, trato de recordar pero no hay nada, es como si estuviera completamente vacío.

- Yo... no lo recuerdo y si lo sé es porque la chica y usted lo dijeron - En ese momento entran un hombre y una mujer de una edad avanzada.

- ¿Qué pasó? - dicen preocupados.

- No recuerda nada - todos se ven preocupados, pero yo simplemente no recuerdo nada.

*****

- ¿Cómo vas?- Gregorio pregunta mientras me revisa.

- Bien supongo, armando las piezas con lo que ustedes me contaron, lo cual agradezco mucho - Él sonríe y se sienta a mi lado.

- Morris sos como un hijo para mi, para lo que necesites vamos a estar, Rena y Victorino están cuidando bien la empresa mientras te mejoras- sonrío.

- De verdad no sé cómo voy a pagarles tanto, en especial a Renata, ella está siempre para mi, es una gran amiga y soy afortunado de tenerlos, porque no quiero imaginarme si despertaba así sin recordar y sin nadie a mi lado.- él niega.

- No hay nada que pagar, somos familia - aprieto su mano.

- Estuve leyendo algunas cosas y al parecer mi cerebro no olvida lo que aprendió.

- Eso es un gran progreso no te preocupes que en poco tiempo vas a volver a ser el mismo sin dudas, apenas pasó un mes Morris. - asiento y aunque estoy agradecido en cierto punto este vacío me molesta pero trato, juro que trato de estar bien.

- Esperemos - suspiro - Esperemos tenga razón - se va de la habitación y solo pienso si... ¿Será posible vivir así? Sin recordar nada, con un simple esbozo de mi vida.

¡Espero que sí!