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5- Cinco años despues

MORRIS

- ¿Tan difícil es hacer tu trabajo bien? - le grito a mi asistente.

Solo tenía que reservar el restaurante para la cena de compromiso con los papás de Renata, no es muy complicado.

- Lo siento señor, es que no pudimos conseguir la reservación, necesitábamos al menos quince días y la señorita Adams nos dijo ayer- la miro con mi peor cara y ella solo camina a la puerta.

Tomo el teléfono para llamar a Renata.

- ¡Hola Morri amor! - suspiro cansado al escuchar su voz melosa que pronto será de enojo.

- Rena, paso algo con la reservación de esta noche - Ya la escucho bufar.

- ¡Morri solo te pedí eso! - resoplo.

- Ya lo sé, pero no se pudo y sabes que tengo cosas más importantes de las cuales preocuparme que por una reservación, hay miles de restaurantes a los que podemos ir.

- ¿Pero quería ese? No me hables así que me duele - Uy ya empezó- Solo quería eso, te dije que me acompañes a la cita para la organizadora de la boda y dijiste que estabas ocupado, siempre estas ocupado para hacer cosas juntos, sos mi prometido, pero te comportas como si fueras un extraño a veces - suspiro tratando de armarme de paciencia.

- Perdón Rena, estoy atareado con el trabajo, pero te acompaño a la cita con la organizadora ¿Te parece? - no dice nada y ruego para que se le pase su berrinche.

- Bueno, pero por favor llega temprano, no vayas a hacerme esperar, no quiero que la organizadora termine cancelando por no ser puntuales- bueno al menos la convencí.

- ¡Prometo ser puntual! No te enojes ¿si? Sabes que te quiero ¿no? - asiente con un sonido como si fuera una niña.

- Yo también te quiero Morri, nos vemos más tarde, te mando la dirección por mensaje. - termino la llamada y no pasa demasiado que me llega un mensaje con la dirección y el horario.

......

Llego al lugar 20 minutos antes, odio esperar, odio hacer este tipo de cosas pero no puedo ser el insensible y arrogante que soy con todos también con Renata, ella no tiene la culpa de mi enojo con la vida.

Me paro en la entrada controlando mi ansiedad y evitando mirar cualquier cosa que aumente más mi mal humor.

- ¡Hola papá! - miro sin entender a una niña pequeña, castaña de ojos verdes que estira mi pierna mientras la abraza - ¡Te encontré! - dice y yo aún sigo muy confundido.

- Creo que estás confundida Pequeña - me agacho a su altura y ella niega.

- Estoy segura, ¡Sos mi papá! - miro alrededor tratando de encontrar a su madre.

- ¿Dónde está tu mamá? ¿Estás perdida? - ella solo niega y sigue mirándome con añoranza.

- ¡Molly! - una mujer rubia de ojos cafés viene corriendo y al verme se nota sorprendida. - Disculpe señor, la perdí de vista un segundo y... Molly te dijimos que no te acerques a extraños.

- Pero… ¡Es papá! Yo sé que es papá, había una cosa de papás y estaba ahí, ¡Es papá!- así como un pequeño loro empieza a repetir cosas que no entiendo, lo único que escucho es que repite una y otra vez que soy su papá.

- Lo lamento, ella tiene apenas 4 años y no entiende lo que dice, ¡Molly vámonos! - la mujer se la lleva a rastras.

Eso estuvo raro, esa niñita era rara, pero... por alguna razón me dio gracia como estaba convencida que yo era su papá y no la iban a hacer cambiar de opinión, tan pequeña y tan obstinada. Sonrío por simple inercia y justo suena mi teléfono en un mensaje.

Rena: Morri, llego tarde, hay embotellamiento, por favor busca a la organizadora y espérame ¿si?

Es una broma ¿no? ¿Por qué yo tengo que encargarme de esto? Si quisiera hacer una boda yo la haría, sabe muy bien que le dije que haga todo ella, pero tenía que involucrarme.

Yo: ¡Es la última vez que hago algo así Rena!

Rena: ¡Lo siento! ¡Prometo que te compensaré! Tienes que buscar a Laila Peck.

Suspiro mientras entro al lugar, me anuncio y me siento a esperar a esa tal Laila.

Pasan unos pocos minutos y una mujer castaña rojiza de ojos verdes, esbelta, seria se acerca mí. Al verme se frena en el lugar con un notable asombro y se acerca dudosa.

- ¿Señorita Laila Peck? - Me escanea confundida ante mi pregunta.

- Ella es mi socia yo soy… - la veo mirarme como si buscara algo en mí – ¿Qué haces aquí Morris?- frunzo el ceño confundido, ¿Ella me conoce?

- ¿La conozco? ¿Cómo sabes mi nombre?- me mira sorprendida, pestañea varias veces.

- Yo… soy Vera Carter, que sorpresivo encontrarte Morris – estoy confundido, seguro nos conocemos del pasado.

- Lo lamento, realmente no quiero ser irrespetuoso, es que… yo no te recuerdo – arruga sus cejas con curiosidad – Sufrí una rara amnesia a causa de unos temas de salud y... Realmente yo no sé quién eres – sus ojos me observan afligidos y una leve sonrisa se dibuja en su rostro.

A pesar de mi confusión ella se me hace demasiado familiar, es como si en estos breves segundos que acabo de verla todo dentro de mí diera un vuelco inexplicable. Sus ojos tienen un brillo que nunca había visto, el mechón de cabello que le cae sobre la frente me genera el impulso de acomodárselo como si lo hubiera hecho alguna vez. Me siento atraído a su aura como si fuéramos imanes de polos opuestos y aun espero su respuesta. ¿Nosotros nos conocimos?

-No puedo creerlo, yo… siempre pensé que… - Suspira- Tengo tanto que contar...

- ¡Morri amor!- Me giro para ver a Renata llegar apresurada, miro a Vera y me pregunto ¿Quién eres Vera Carter? ¿Quién ha sido en mi vida?

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