VERA Termino de atender unos clientes y suspiro sentándome en una silla, solo quiero un día de tranquilidad si es eso posible. - Jefa, necesita unas vacaciones - levanto la vista para ver a Lucas. - Lucas, ya lo dije mil veces... - Lo sé Verita, solo te molesto - se sienta conmigo y me muestra un café que trae en sus manos. - ¿Para mí? - asiente y sonrío feliz por ese simple gesto, necesitaba un café urgente. - A veces creo que me lees la mente. - Solo te conozco demasiado - Doy un sorbo a mi café. - La pequeña terremoto ¿Está con Lai? - asiento. - Debería ir a buscarla y ver que no hayan hecho nada digno de asesinato - Lucas lanza una carcajada. - Ella es un Ángel - lo miro como diciendo "¿En serio?" - Vos le exiges mucho, Molly es una santa, cualquier otro niño estaría todo el día llorando o haciendo capricho si sus papás lo llevan a su trabajo. - asiento pero tampoco es que sea una santa. - Ay esa niña santa, te juro que cada día me sorprende más - Lucas me mira sin entende
MORRISSu tono enojado, su mirada que a pesar de estar molesta me trasmitió tanta calidez, solo pienso en eso, en Vera Carter, en lo familiar que la siento, en todas las incógnitas que surgen en mi cabeza.-Señor O'Braian – Escucho a Hans.- ¡Adelante! – ingresa con algunos paquetes y documentos que seguro tengo que revisar como siempre.- Señor, le dejo aquí todo lo que tiene que revisar para... - saca su libreta haciéndome recordar de nuevo a Vera. ¡Maldición! Me siento hechizado. – Para mañana son estos – señala una pila – Y para dentro de 3 dias estos otros – señala otra pila.- Gracias Hans, ¿Me traerías un café? – ella asiente y sale.Me tiro hacia atrás en mi silla y comienzo a vaciar mis bolsillos así ponerme a trabajar, me detengo en un envoltorio rojo recordando a la niña parlanchina, tomo el dulce en mi mano y lo miro dudoso. “No te olvides de lavarte los dientes" Que niña más linda e inteligente, aunque un poco confiada, acercarse a un extraño así, aunque admito que fue muy
VERA - Molly él, Morris no... - Él es papá, lo sé mami ¿Le miento? ¿Qué hago? - Molly, él... él si es tu papá pero no podes decírselo, porque... porque vamos a decírselo en una sorpresa, pero no ahora - no puedo negárselo, pero necesito que ella deje de decírselo, espero no volver a encontrarnos con él. Lo siento mi pequeña, no quiero hacerte esto, pero tampoco voy a meterla en la vida de alguien a la fuerza. - Pero mamá… él es papá, ¿Cuánto vamos a esperar? – veo sus ojitos llenos de ilusión y me duele tener que pedirle algo tan difícil con su corta edad. -No lo sé Molly, solo necesito que guardes el secreto un poquito, hasta que yo… - suspiro y me lleno de culpa por mentirle a mi pequeña – Hasta que yo solucione unas cosas con tu papá ¿si?- asiente y suspira con un sonido de pesar que me parte el corazón. - Okey, pero no te tardes mami – pestañea y cuando la veo así me hace acordar tanto a Morris. - Prometo no hacerlo amor – le doy un beso en la mejilla y la abrazo. – Te amo
MORRISEn estos momentos solo quiero experimentar su cercanía, a pesar del pánico que embarga mi cuerpo, lo único claro es ella, su voz que ahuyenta el temor, su perfume que nubla mis sentidos y lo más importante la suavidad de su piel, solo quiero tenerla más cerca, sólo quiero dejar de sentirme asustado y su aliento tan cerca del mío me tranquiliza, solo necesito tocar sus labios y de una vez dejar de sentirme tan ansioso por estar cerca suyo, solo un poco más y..¡Ding! El ascensor se abre y ella se separa abruptamente mientras levantas sus cosas y sale corriendo, me quedo estático, sentado en el suelo del ascensor sin poder reaccionar, ¿Qué fue esto? Ella sabía a la perfección que yo le temo a la oscuridad, algo tan personal no lo sabría cualquier persona.Mi teléfono suena y atiendo sin pensar.-Vera…. lo siento – miro la llamada y es Renata. ¡Maldita sea! – Hola Rena, yo…- Hola amor, ¿Todo bien? ¿Cómo te fue? – al parecer no escuchó mi brutal error. Soy un idiota.-Emm bien, te
VERAEstúpida, eso es lo que soy, me recargo en el asiento del auto tratando de controlar mi respiración, controlar los temblores de mi cuerpo.¡Yo no lo puedo creer!Inhalo y exhalo repetidas veces. Odio sentir esto, odio seguir tan enamorada de él, que tenerlo cerca sea como si el tiempo jamás pasó.¿Acaso no le interesa Renata? Él va a volverme loca.A la vez recuerdo sus palabras.“¿Por qué me siento así cuando te tengo cerca?”Es posible que aun… no lo creo, solo creo que fue todo producto del pánico por su miedo a la oscuridad.Estoy loca, pero no podía dejarlo solo sabiendo lo mucho que le teme.Ring!- ¡Hola!.- Vera, tenes que venir - la voz de Lucas me sobresalta.- ¿Qué pasó? - Lucas nunca me llama.- Renata y su mamá estan buscándote por todo el edificio - ¿En serio?.Renata y su mamá, juntas, eso quiere decir…- Ya voy, retenelas en un lugar - suspiro mientras corto la llamada.¿Ahora qué pasa?.....Entro al El Mol y las veo paradas juntas y es que yo.. nunca pensé que Re
VERA- Te lo ruego, dímelo de una vez, nos conocemos ¿no? - Miro sus ojos azules llenos de dudas.Esto no da para más, no sé cuánto más pueda ocultar el hecho de que nos conocemos. - ¡Morris! - lo aparto y noto que esta ebrio.- Vera, ya basta de torturarme, sé que nos conocemos, lo siento acá - toca su pecho y no sé como reaccionar.Quiero sacarlo afuera pero no me lo permite y cierra la puerta apoyándose en ella.- Me estoy volviendo loco, cuando te tengo cerca me siento raro – me mira y sus ojos se ven brillante por el excesivo consumo de alcohol.- Morris, estás ebrio, deberías ir a tu casa, creo que estás muy confundido y...En un movimiento rápido me toma en brazos besándome pero lo aparto, él no puede hacer esto.- Morris tienes prometida - que es una manipuladora pero... es su prometida y…- Y vos tenes un novio pero no te importó demasiado casi besarme en el ascensor – frunzo el ceño tratando de entender ¿De dónde saco eso?.- Morris por favor, estabas asustado y..- Eso, ¿Có
VERAMi primer impulso es levantarme como una desquiciada, pero me freno dos segundos, todo esto es mi culpa y solo ruego que Molly no haya dicho nada extraño, todavía tengo mucho que pensar antes de hacer cualquier cosa, como decirle a Morris algo.Trato de calmarme, porque mi nerviosismo podría delatarme, aunque no, es lógico que este así, un hombre que no conozco, se queda en mi casa y luego está con mi hija, lo mejor es salir gritando como una loca para que Morris se vaya.Camino a la puerta y me vuelvo dudosa, Molly podría reprocharme, se supone que según le dije no le decíamos aún a su papá. ¿Por qué es tan complicado? Respiro profundo y camino a la cocina segura de que sacaré a Morris el cual no debería estar con Molly. Me asomo a la puerta decidida pero no puedo decir ni hacer nada cuando los veo juntos.Molly aplaude emocionada mientras Morris toma un poco de chocolate espolvoreando sobre el tazón de cereales con leche, la sonrisa de Molly, es la sonrisa más hermosa y grande
MORRISMiro el edificio y sonrió sin poder evitarlo, quisiera describir el sentimiento que me embarga en estos momentos. Molly hizo un pequeño berrinche, no quería que me marchara, es una niña muy obstinada, sólo cedió cuando le dejé mi tarjeta que guardó en su pequeña bolsita, lo cual me pareció demasiado gracioso. Solo así me dejo ir asegurándose que tiene una forma de contactarme, quien diría que esa niña acosadora es la hija de Vera, me sorprendió obviamente, cuando la vi observandome mientras dormía pensé que me había vuelto loco, pero no, resulta que la pequeña Molly es hija de Vera. Ahora tienen sentido las M dibujadas en su agenda. Que pequeñas casualidades que me terminan siempre llevando a ella irremediablemente.Mi teléfono vuelve a sonar y mi mente se perturba ¡Maldición! Renata.Tengo incontables llamadas de ella, ¿Cómo voy a mirarla a la cara? Más después de lo que pasó porque el hecho de desayunar junto a Vera y Molly es un detalle menor, la forma en que nos besamos a