MORRIS CLAYTON O'BRAIAN
- ¿Qué pasa Vera? – Uso el tono más frío que puedo fingir, solo así será más fácil hacer lo que tengo en mente.- ¿Dónde estás Morris? ¡Quiero que hablemos ahora! – Al parecer llega el momento.- Estoy llegando a la oficina y... – No me deja terminar y conozco a Vera está muy enojada, que desgraciado habré sido para enojar a una mujer como ella.- ¡Llego en unos minutos! – corta la llamada y mi corazón se aprieta, la vida está definida por las decisiones difíciles que debemos tomar y creo que sin dudas esto definirá mi vida o más bien la de ella.- ¿Todo bien Morri?- Miro a Renata sentada en el lado del acompañante y asiento al no saber que decir, el hecho de que mi novia viene muy enojada a verme me abruma.Subimos a mi oficina y ella va hablando de cosas que realmente no presto atención en absoluto, Renata es como una hermana para mí y por eso no me quejo de que a veces no se de cuenta que no estoy bien, pero ahora estoy tratando de pensar lo que acontecerá en tan solo unos minutos.Me siento en el sillón de mi oficina y Renata frente a mí, sonrío ante sus palabras por simple cortesía, ella me será de gran ayuda en estos momentos, nadie más que ella lo sabe y es bueno tenerla de mi lado.Vera entra abruptamente a la oficina y respiro profundo entrando en mi papel.- ¡Vera! ¿Por qué no golpeaste la puerta? – Arrugo el ceño mostrando mi molestia ante su acción, ella solo muerde su labio inferior enojada y no despega su vista de mi.¡No muestres debilidad ante ella!- ¿Podemos hablar Morris? – Arqueo una ceja desentendiéndome del asunto - No tengo problema de que hablemos frente a ella, pero necesito que lo hagamos ¡Ahora! - señala con la cabeza a Renata la cual se levanta.- Yo los dejo solos, nos vemos Morri, ¡Nos vemos Vera! – Renata sale y solo bastó que cerrara la puerta para que Vera hablara.- ¿Qué pasa Morris? ¿Por qué estás tan raro? Pensé que era el trabajo, pero solo estás raro conmigo - se me acerca y ruego que deje de hacerlo- ¿Sabes que podemos hablar de todo no? – Miro hacia abajo buscando las palabras correctas, concisas y que no den pie a confusión pero que a la vez no la lastimen tanto- ¿Qué pasa? Te dije que era la inauguración y dijiste que estabas ocupado, pero te vi comiendo con Renata en la misma cuadra que yo estaba - la miro tratando de encapsular todo lo que siento, tratando de dejarme vacío.- Es simple Vera, no tenía ganas de ir – Mira al suelo y mi estómago se estruja porque sé que acabo de herirla.- ¡Está bien! Pero... ¿Es algo conmigo Morris? -La miro visualizando que es alguien más, algún desconocido.- Es simple Vera, ya no aguanto más esta relación, no veo que funcione y tampoco tengo ganas de intentarlo. – Pestañea y me mira confusa.- Perdón amor... yo... – la interrumpo porque no quiero escucharla llamarme con cariño, no voy a ceder.- No digas nada Vera, es simple se terminó, ya somos adultos, no me hagas repetirlo ¿sí? – no dice nada y en este momento solo quiero que se vaya y no vuelva más.- Ya... ¿Ya no me amas? – miro a la ventana tomando el valor de responder eso - No entiendo Morris, ¿Qué pasa? ¿Ya no me amas? porque no se tiran 4 años de relación a la basura así- la miro con un solo pensamiento. ¡Es por ella!- Vera, ¡Ya no te amo! – y como lo esperaba de ella, solo asiente con sus ojos verdes llenos de lágrimas.- ¡Lo entiendo! Es bueno que hayas sido sincero. – Así se va y me dejo caer en el sillón reprimiendo el impulso de correr hacia ella y abrazarla.Froto mi rostro y lo siento mojado, seco las lágrimas que se me escaparon mientras suspiro a sabiendas que hice lo que debía hacer.********¡La extraño demasiado! ¡Una semana y siento que fue un siglo!Otra vez vuelvo a estar solo, cuando mis padres murieron si, tenía a Renata y su familia que me acogió como si fuera parte de ella, pero Vera, ella fue quien llenó ese vacío en mi vida y ahora vuelvo a tenerlo.- ¡Morri! - miro a Renata.- Perdón, ¿Qué decías? - me mira algo fastidiada.- ¿Acaso estás pensando en volver con ella? - niego frunciendo el ceño.- No voy a arrastrarla a una vida con un enfermo, ella merece más, si llegara a mejorar, es otra historia - ella levanta una ceja sin entender - Si logro operarme yo... bueno yo la buscaría sin dudas - sonrío porque no tengo dudas que Vera es la mujer de mi vida y que así pasara una década y la buscara, sería difícil pero no tengo dudas que lo que siento ahora seguiría intacto.- ¡Morri! - me encojo de hombros.- Ya lo sé, no va a pasar, se que no voy a mejorar, por eso la dejé, solo que a veces me da ganas de contarle todo, pero es egoísta. - Resoplo.- ¡Ya no pienses en eso, piensa en ponerte mejor! - asiento suspirando con pesadez.- ¿No le dijiste a nadie verdad? - Renata aunque a veces parece una chiquilla malcriada, resulta una buena amiga en esta situación.- ¡A nadie! - se levanta - Tengo que irme pero hablamos ¿sí? - asiento y la despido con un movimiento de mi mano.¿Por qué todo es tan difícil?............¡Ring! ¡Ring!Me sobresalto con el sonido de mi teléfono.Me quede dormido, otra vez, estas pastillas para el dolor de cabeza no están ayudando en nada.Tomo mi teléfono y veo quien llama... ¿Lucas? ¡Que raro! ¿Por qué me llama el amigo de Vera?- Hola Lucas ¿Qu...- ¡Morris! ¡Vera desapareció!¿QUÉ?VERA ELIZABETH CARTEROtro día más que mi vida se basa en trabajar y volver a la habitación que alquilo. ¿Por qué no alquilé un departamento? Debe ser porque soy estúpida y pienso que Morris va a venir a buscarme diciendo que estaba confundido y que me ama. ¡Patética! Igual, tampoco es que lo necesito para ser feliz ¿No? A quién engaño, lo amo demasiado y sigue doliéndome que me haya dejado sin más y continuado con su vida. Observo mis oficinas desde el frente de la calle y todo se ve hermoso. Funciona bien, mi pequeña empresa funciona muy bien y eso debería hacerme feliz, porque todo salió perfecto, tenemos agenda llena, hace solo una semana que abrimos en esta zona y estamos llenos. Increíble, pero tenía que ser de esas mujeres las cuales su felicidad depende de un hombre y si, está mal muy mal, pero... Yo nunca imaginé que termináramos así. Sigo mi camino solo un poco para estacionar en el callejón de al lado, hoy a la mañana me llegó un mensaje de que estacionemos acá provisor
VERA- ¿Qué es esto? Porque no se me ocurre nada que pueda ser tan difícil como para que no podamos estar juntos- necesito que me explique, porque si le importo, si me ama, no existe motivo para que estemos separados.- Vera... Yo... Yo tengo un tumor cerebral.- ¿Qué? - no logro procesar la información.- Lo que escuchaste, estoy enfermo y... no quiero arrastrarte a esta m****a. - Mira sus manos afligido.No puedo creer que crea siquiera que lo mejor es estar separados.- Morris, yo te amo y lo sabes - tomo sus manos entre las mías - ¡Por dios! ¿Cómo se te ocurre sacarme de tu vida así? Por algo que es mi decisión si quiero estar o no en esto - levanta la vista y sonríe de lado - No me importa, ¿Lo entiendes? No me interesa lo que tengas, yo me quedo aqui contigo y de esto salimos juntos - Sus ojos se llenan de lágrimas y lo abrazo - ¡Por dios amor! Yo... yo como una tonta pensé que ya no me amabas, no sé, pensé tan mal, no necesitas cuidarme, a mi no me importa pasar por lo que sea p
VERA - ¿Estás asustada amor?- Morris me mira preocupado, juro que trato de estar bien y fingir que todo está bien, pero ¿Cómo hago? Estoy feliz de que él vaya a recuperarse, obvio que si, pero el saber que tendré que irme me duele. - Estoy feliz de que vas a salir de esto amor - Aprieto su mano mientras pongo mi mejor cara. - Es increíble, gracias por estar conmigo, yo... me equivoque y sin dudas contigo a mi lado es todo más llevadero - me inclino a besarlo. - Te amo Morris, nunca lo dudes, haría lo que fuera por vos - acomoda un mechón de mi pelo que cayó sobre mi frente. - Lo sé amor - sonríe y vuelvo a sentarme mientras esperamos que vengan a buscarlo para llevarlo a cirugía. - ¡Hola!- entra Renata muy alegre y solo pienso en su frívola madre quien me está obligando a romperle el corazón a quien amo. Debería haber sido más frívola en mi vida, quizás así conseguiría más que siento tan ingenua y confiando en todos. - Te ves mal Vera, ¿Estás cansada? ¿Quieres que te releve? -
MORRIS - ¿Tan difícil es hacer tu trabajo bien? - le grito a mi asistente.Solo tenía que reservar el restaurante para la cena de compromiso con los papás de Renata, no es muy complicado.- Lo siento señor, es que no pudimos conseguir la reservación, necesitábamos al menos quince días y la señorita Adams nos dijo ayer- la miro con mi peor cara y ella solo camina a la puerta.Tomo el teléfono para llamar a Renata.- ¡Hola Morri amor! - suspiro cansado al escuchar su voz melosa que pronto será de enojo.- Rena, paso algo con la reservación de esta noche - Ya la escucho bufar.- ¡Morri solo te pedí eso! - resoplo.- Ya lo sé, pero no se pudo y sabes que tengo cosas más importantes de las cuales preocuparme que por una reservación, hay miles de restaurantes a los que podemos ir.- ¿Pero quería ese? No me hables así que me duele - Uy ya empezó- Solo quería eso, te dije que me acompañes a la cita para la organizadora de la boda y dijiste que estabas ocupado, siempre estas ocupado para hacer
VERA - ¡Morri amor! - ¿Renata? ¿Morris y Renata? De un segundo a otro toda esa emoción por encontrarme a Morris y el impacto de escuchar que tuvo amnesia, fueron opacados por el hecho de Renata diciéndome Amor. Ellos juntos no tiene sentido. Renata viene a paso rápido con una sonrisa perfecta, su cabello como siempre rubio y arreglado, su completo look de mujer rica. ¡No puedo creer que Sara tenía razón! - Hola amor, perdón la tardanza - Le da un beso rápido que cala profundo en mí. Ellos están juntos. Miro a Morris con un profundo dolor, él le sonríe de forma cariñosa y mi corazón se destroza. Que ilusa y tonta fui al emocionarme cuando lo vi, pensé “Si el supiera lo que tenemos”. - Hola ¿Vos sos Laila Peck? - Interesante, Renata ahora no me reconoce, ¿Qué sucede? - No, esa es mi socia, yo soy Vera... Acaso... - ¿Dónde está el baño? - Renata me interrumpe dando una clara señal de que no quiere sacar a relucir que ella también me conoce. - Por allí - señalo hacia mi derecha y
MORRIS Sus ojos verdes lloroso me observan y es tal la nitidez que siento hasta su dolor. - ¿Eso te parece bien Morri? - miro a Renata sin tener idea que dijo, además de que acabo de tener una vivida imagen de esa mujer, fue tan nítido que pestañeo incomodo por el deja vú. Eso fue demasiado raro. - Si eso está perfecto - sonríe sin importarle realmente si la escuche. A veces Rena puede ser muy despistada, piensa solo en ella como una niña mimada. Pero también entiendo todo lo que ella y su familia hicieron por mí, yo le tengo un gran cariño. Se que ella es una buena mujer para formar una familia y es que el tiempo no apremia, 34 años no son pocos. No existen contras, casarme con Rena es lo mejor y no hay otra forma que agradecerle por tanto, que correspondiendo su amor. - Mor ¿Vamos en tu auto o el mío?- La miro desconcentrado. - Ve en el tuyo, yo voy en el mío y nos encontramos en la noche ¿Te parece? - Asiente y me da un beso rápido mientras se va en dirección a su auto. Mi
VERA Mi cara de impacto debe ser muy preocupante porque Laila pone su mano frente a mí para calmarme. - Demasiada información me parece, te lo cuento en orden mejor ¿No? – asiento todavía en shock – Por tu cara me parece que no le dijiste a Morris que tiene una hija – asiento a su pregunta. – Okey, hoy a la mañana estaba con Molly en la entrada y justo me distraje un segundo para explicarle algo a un cliente y cuando la vi estaba hablándole a Morris – jadeo impresionada.- Yo también me impacte, pero me impacte más cuando Molly le dijo papá, pero eso no es tan malo ¿No? La miro aún impactada por toda esa situación. -Es que justo venía a contarte que no voy a decirle de Molly – me mira confundida –Te dije que estaba con Renata y se van a casar – ahí parece entender porque me mira seria. - Y él ¿Qué te dijo? – suspiro para tirarle la mejor parte. - Cuando lo vi imagínate mi emoción, pero cuando lo salude él no me reconoció y me dijo que tuvo amnesia que lo disculpe si nos conocíamo
MORRIS - Disculpe estaba distraído - ayudo a la mujer que choque a juntar sus carpetas. - No es nada, a todos nos pasa - me sonríe de manera cortés y yo correspondo mientras me levanto. Sigue su camino y yo retomo en lo que estaba pero... ya no está. Miro a todos lados y no la veo, ¿A dónde fue tan rápido? Desapareció. Resoplo frustrado pero me quedo acá en la recepción quizás la veo pasar y puedo entregarle su libreta. Déjala en la recepción- Shh! Es más educado dársela en mano Admitelo quieres verla porque dentro tuyo tienes tus sospechas - odio esa voz interior que me remarca lo que realmente pienso. Guardo la libreta de nuevo en mi saco dándome por vencido, doy una última mirada y ahí la veo. Si alguien me explica lo que siento, lo que solo verla me provoca, estoy abierto a escuchar. Porque es como si al verla todo a mi alrededor se iluminara y tuviera sentido. La veo caminar hacia mí con tanta seguridad, su mirada se posa en cualquier cosa menos en mi, pasa por mi lado y