La puerta del ascensor se abrió, Nicoll estaba de pie en el lobby con un vestido playero de colores, y un enorme y glamuroso sobrero, al alzar la vista observo al guapo os de Malcolm y dando brinquitos se acercó a recibirlo cuando salió del ascensor.

—Hola cariño —Malcolm hizo lo propio ignorándola.

Pro ella como una serpiente se las arregló para desliarse tapadle el camino.

—¿Qué quieres? ,—susurro con fastidio

—¿Le confesaste a tu esposa que estoy aquí? O quieres que sea nuestro secreto.—miro a un lado hacia detrás. — Cuidado un paparazzi— Malcolm se cubrió detrás de una enorme palma que se encontraba en la recepción. Tras una fastidiosa carcajada de Nicoll se dio cuenta que habia sido una broma de mal gusto —Oye, no te enojes, vamos a conversar por ahí, —deslizo los dedos por su torso jugando y mordiéndose el labio inferiros. —Te estremeces…

Malcolm estaba de lo más relajado, si, observó la mano de Nicoll la cual ya no le provocaba nada, más que una profunda pena. Le tomo la muñe