Estaba sobrio, dentro de lo que era posible después del alcohol que habia en su sistema, estaba despeinado y maltrecho, se olio la ropa, claro no se habia duchado era una vergüenza como iba a presentarse frente a Arianne en esa fachasPero fue un impulso, sus pies lo trajeron sin pensar hasta su apartamento, estaba seguro de no haberse dado cuenta del rumbo que tomo.Es que no dejaba de pensar, de imaginarla con su rostro más desilusionado que antes, por encontrarla en una situación irreal. Necesita darle una explicación.Le estallaba la cabeza, y más si trataba de pensar cómo iba a explicarle sin sonar un fraude, o sí que ella entendiera que le estaba rogando por volver, aunque eso era lo que estaba rogando.Uno pasos se aproximaron al pasillo en que caminaba de un lado al otro ensayando algunas frases, creyó que se trata de la misma Arianne, y al fina hizo un entripado al ver que se trataba del patético de Erick.Al encontrarse a Malcolm en la fachas que se encontraba amplio los hom
¿Cómo era posible derretirse tan fácilmente? como era posible que se encontraba tan acogida entre sus brazos, como si hubiera estado lejos de su hogar y ahora en un instante volvía a él.— ¿Por qué te niegas a verme?, —le pregunto como un cachorrito —te extraño pequitas, mírame y dime que no te importa lo que pase conmigo. —Malcolm cerro los ojos prometiéndole un beso—No me importa en lo más mínimo señor Ryan —juro—Mentirosa.Arianne trago saliva, y respiro profundo Malcolm abrió los ojos, ella estaba quieta esperando que él lo hiciera, que terminara con ese dulce suplicio Malcolm cerro los ojos y apenas el rozo sus labios Arianne sintió un escalofrió correr por sus espalda, impulsada por el placer estiro su cuello y acabo con la espera.Arianne dejo caer una bolsa de supermercado, sumergida en el deleite, subió su mano para frotar sus dedos entre su rubio cabello, Malcolm suspiro dejándola por un momento, sonrió infamado su corazón por la respuesta de Arianne y regreso a tomar e
Arianne toma un sorbo del café que ordeno mientras esperaba, fue una noche sin dormir dando vueltas sin dejar de pensar en Malcolm, nunca imagino que el amor se sintiera así, y que fuera tan dependiente del bienestar de alguien.El señor Ryan no se veía bien, su ropa arrugada, un descuido a su arreglo y un olor a licor mezclado con su olor masculino, no lograba tener paz imaginando que era responsable de su deficiencia. Inmediato se negaba a reconocer esa culpabilidad.—Estas mal Arianne, el señor Ryan ya no es un niño, además cualquier mujer podria levantar su ánimo. —Bebió otro sorbo de café esta vez un tanto furiosa —es un desgraciado, solo vino a probar que me tenía a sus pies y yo como tonta casi caigo.Un hombre alto se quedó un momento de pie tras de detrás de ella escuchándola conversar sola—Pero si eres un tonta Arianne —exclamo con fuerza llamando la atención de un par de meceros y algunos comensales.El hombre se acercó tomo la silla y se colocó frente a ella.—Espero no
Malcolm se levanto esa mañana con el mismo por el suelo de todos los días, pero se obligo a no bebe, apenas consiguió vestirse y salir para el periódico, después de permanecer cerca de treinta minutos sentado en su cama mirando a la nada.Brayan tenía ordenes de llevarlo aunque estuviera sobrio, el señor Malcolm le ordeno no apartarse de él ni un solo minuto, y en la medida de lo posible impidiera que tomara una sola gota de alcohol.El amor era un asco, quería dejar de sentir esa carga en su echo, dejar de lado ese maldito desanimo, y sobre todo dejar de pensar en Arianne, eso era lo que tenía que hacer, dejar de pensar en ella.Pero ¿por qué?, era una creatura hermosa, recordarla pensarla o incluso imaginarla sentada junto a él era tan agradable, ella sonríe y le dice cuanto lo ama.—Yo también te amo Arianne —e imagina como la pequitas se acerca y lo seduce con un beso.Aun recordaba el sabor de sus labios, la forma suave que se mezclaba entre caricias, aliento y calor.Brayan lo
La entrevista no fue lo que esperaba, la revista para la cual se postulo no era del todo reconocida, pero sus ahorros estaban bajando significativamente, y aunque la paga no era tan buena como la que tenía en el periódico de Malcolm Ryan.—Lo sentimos señora Owen usted está sobre calificada para este puesto — era la respuesta que habia recibido en cada lugar donde habia puesto sus pies.Suspiro y comprendió, se levanto estrechado la mano de su entrevistador—Agradezco la oportunidad—Mucha suerte. —le deseo con una sonrisa la chica de recursos humanos.Necesitaba demostrarse a si misma que podía darle la vuelta a la página, seguir adelante como si su corazón no se despedazara con sus propias decisiones.Era la tercera entrevista que había tenido en esa semana, esta era su última mejor opción y nada era tan bueno como el periódico de Malcolm, porque justo en ninguno estaba él. aun palpitaba en sus labios la pasión de ese beso. Corría por su piel una adrenalina y una¿Por qué se quería
Arianne se bajó frente al apartamento de Karola,La puerta del apartamento estaba abierta, escucho las voces de Karola y de un hombre que discutían, ella espero n poco por fuera esperando no interrumpir algo que pusiera en riesgo a la bebe o a ella misma.—Niña, ¡eres un estúpida! —escucho el fuerte grito de Karola y el crudo estruendo de una bofetada, al instante Luci soltó en llanto.—¡No te atrevas a tocarla de nuevo o te lo hare pagar!—¡Luci! —Arianne salto adentro al escuchar la voz de Malcolm, el sostenía la mano de Karola impidiendo que repitiera la agresión contra Lizzy, sus ojos estaban rojos y llenos de ira contra la mujer que no se agachaba ante la presencia de Malcolm, alzando la barbilla y manteniéndose altiva, safo su mano con brusquedad.—Lárguense de mi apartamento. —ordeno Karola colocándose detrás de Lizzy tomándola de los hombros—De acuerdo, —afirmo Malcolm confiando en que ella tomaría la mano que le ofrecía —pero Lizzy y Luci se van conmigo—Llévate a Lizzy, —Ex
Era una niña de diecisiete años, inexperta sin trabajo, sin estudios, mantener a una niña era difícil y costoso, pagar por una abogado para pelear por su custodia era imposible. La observaba dormida entre sus delgados y pálidos brazos.Cuestionándose si hacia lo correcto al aferrarse a mantenerla a su lado, consiente que no tenía manera de darle una vida estable.Karola entro cuando todo estaba en silencio, se colocó por detrás de ella y comenzó a acariciar su cabello, Lizzy se limpio los ojos, detestaba la falsa compasión de Karola.—Lo vez, lo único que ellos quieren es quitarte a tu hija, te lo dije, se que parezco dura fría y sin corazón, pero jamás he intentado hacerte daño.—hablaba con mucha dulzura —Me amenazaste hace unos días con lo mismo, —Lizzy se apartó —crees que lo olvide o que en realidad confió en ti.—¡Oh querida!, estaba molesta, tú eres como mi hija, me dolió tanto que no confiaras, en mí, que pagaras de esa manera todo lo que he hecho por ti, pero debes prometer
—Es que… por favor… Malcolm…—suplico cuando tenía los labios de Malcolm rozando los suyos, era algo que ella quería, apenas sintió su calor se derritió cada centímetro de su cuerpo. abrió sus labios y se dejo envolver en la seda de un beso tierno.Malcolm desbordo dulzura. Dejando que sus labios hablaran lo que sus palabras no querían decir o sus oídos no querían escuchar.—Salgamos a cenar esta noche.—Si —apretó los ojos, la respuesta salió sin ningún filtro.Esta era un maravilloso día entre un millón, se inclinó para susurrarle al oído.—Te llevare a bailar y luego al cielo.—Quiero ir despacio Malcolm…—se sintió avergonzada de suponer que se refería a pasar la noche junto —Por favor…Agacho la cabeza, Malcolm, coloco su mano sobre la barbilla y la levanto para que lo viera.—Sera como tu quieras cariño. —besos sus labios de piquito —Paso por ti a las sieteElla asintió y antes de marcharse, se revitalizo con otro dulce beso, tibio, largo—No, no, no, no,—golpeo el volante de su a