Arianne toma un sorbo del café que ordeno mientras esperaba, fue una noche sin dormir dando vueltas sin dejar de pensar en Malcolm, nunca imagino que el amor se sintiera así, y que fuera tan dependiente del bienestar de alguien.El señor Ryan no se veía bien, su ropa arrugada, un descuido a su arreglo y un olor a licor mezclado con su olor masculino, no lograba tener paz imaginando que era responsable de su deficiencia. Inmediato se negaba a reconocer esa culpabilidad.—Estas mal Arianne, el señor Ryan ya no es un niño, además cualquier mujer podria levantar su ánimo. —Bebió otro sorbo de café esta vez un tanto furiosa —es un desgraciado, solo vino a probar que me tenía a sus pies y yo como tonta casi caigo.Un hombre alto se quedó un momento de pie tras de detrás de ella escuchándola conversar sola—Pero si eres un tonta Arianne —exclamo con fuerza llamando la atención de un par de meceros y algunos comensales.El hombre se acercó tomo la silla y se colocó frente a ella.—Espero no
Malcolm se levanto esa mañana con el mismo por el suelo de todos los días, pero se obligo a no bebe, apenas consiguió vestirse y salir para el periódico, después de permanecer cerca de treinta minutos sentado en su cama mirando a la nada.Brayan tenía ordenes de llevarlo aunque estuviera sobrio, el señor Malcolm le ordeno no apartarse de él ni un solo minuto, y en la medida de lo posible impidiera que tomara una sola gota de alcohol.El amor era un asco, quería dejar de sentir esa carga en su echo, dejar de lado ese maldito desanimo, y sobre todo dejar de pensar en Arianne, eso era lo que tenía que hacer, dejar de pensar en ella.Pero ¿por qué?, era una creatura hermosa, recordarla pensarla o incluso imaginarla sentada junto a él era tan agradable, ella sonríe y le dice cuanto lo ama.—Yo también te amo Arianne —e imagina como la pequitas se acerca y lo seduce con un beso.Aun recordaba el sabor de sus labios, la forma suave que se mezclaba entre caricias, aliento y calor.Brayan lo
La entrevista no fue lo que esperaba, la revista para la cual se postulo no era del todo reconocida, pero sus ahorros estaban bajando significativamente, y aunque la paga no era tan buena como la que tenía en el periódico de Malcolm Ryan.—Lo sentimos señora Owen usted está sobre calificada para este puesto — era la respuesta que habia recibido en cada lugar donde habia puesto sus pies.Suspiro y comprendió, se levanto estrechado la mano de su entrevistador—Agradezco la oportunidad—Mucha suerte. —le deseo con una sonrisa la chica de recursos humanos.Necesitaba demostrarse a si misma que podía darle la vuelta a la página, seguir adelante como si su corazón no se despedazara con sus propias decisiones.Era la tercera entrevista que había tenido en esa semana, esta era su última mejor opción y nada era tan bueno como el periódico de Malcolm, porque justo en ninguno estaba él. aun palpitaba en sus labios la pasión de ese beso. Corría por su piel una adrenalina y una¿Por qué se quería
Arianne se bajó frente al apartamento de Karola,La puerta del apartamento estaba abierta, escucho las voces de Karola y de un hombre que discutían, ella espero n poco por fuera esperando no interrumpir algo que pusiera en riesgo a la bebe o a ella misma.—Niña, ¡eres un estúpida! —escucho el fuerte grito de Karola y el crudo estruendo de una bofetada, al instante Luci soltó en llanto.—¡No te atrevas a tocarla de nuevo o te lo hare pagar!—¡Luci! —Arianne salto adentro al escuchar la voz de Malcolm, el sostenía la mano de Karola impidiendo que repitiera la agresión contra Lizzy, sus ojos estaban rojos y llenos de ira contra la mujer que no se agachaba ante la presencia de Malcolm, alzando la barbilla y manteniéndose altiva, safo su mano con brusquedad.—Lárguense de mi apartamento. —ordeno Karola colocándose detrás de Lizzy tomándola de los hombros—De acuerdo, —afirmo Malcolm confiando en que ella tomaría la mano que le ofrecía —pero Lizzy y Luci se van conmigo—Llévate a Lizzy, —Ex
Era una niña de diecisiete años, inexperta sin trabajo, sin estudios, mantener a una niña era difícil y costoso, pagar por una abogado para pelear por su custodia era imposible. La observaba dormida entre sus delgados y pálidos brazos.Cuestionándose si hacia lo correcto al aferrarse a mantenerla a su lado, consiente que no tenía manera de darle una vida estable.Karola entro cuando todo estaba en silencio, se colocó por detrás de ella y comenzó a acariciar su cabello, Lizzy se limpio los ojos, detestaba la falsa compasión de Karola.—Lo vez, lo único que ellos quieren es quitarte a tu hija, te lo dije, se que parezco dura fría y sin corazón, pero jamás he intentado hacerte daño.—hablaba con mucha dulzura —Me amenazaste hace unos días con lo mismo, —Lizzy se apartó —crees que lo olvide o que en realidad confió en ti.—¡Oh querida!, estaba molesta, tú eres como mi hija, me dolió tanto que no confiaras, en mí, que pagaras de esa manera todo lo que he hecho por ti, pero debes prometer
—Es que… por favor… Malcolm…—suplico cuando tenía los labios de Malcolm rozando los suyos, era algo que ella quería, apenas sintió su calor se derritió cada centímetro de su cuerpo. abrió sus labios y se dejo envolver en la seda de un beso tierno.Malcolm desbordo dulzura. Dejando que sus labios hablaran lo que sus palabras no querían decir o sus oídos no querían escuchar.—Salgamos a cenar esta noche.—Si —apretó los ojos, la respuesta salió sin ningún filtro.Esta era un maravilloso día entre un millón, se inclinó para susurrarle al oído.—Te llevare a bailar y luego al cielo.—Quiero ir despacio Malcolm…—se sintió avergonzada de suponer que se refería a pasar la noche junto —Por favor…Agacho la cabeza, Malcolm, coloco su mano sobre la barbilla y la levanto para que lo viera.—Sera como tu quieras cariño. —besos sus labios de piquito —Paso por ti a las sieteElla asintió y antes de marcharse, se revitalizo con otro dulce beso, tibio, largo—No, no, no, no,—golpeo el volante de su a
Aun no podía creer que se atreviera a restregarle en la cara a Erick, que se habia entregado a Malcolm, mucho menos que le asegurara cuanto lo habia disfrutado.Pero ya no era una niña, era una mujer que podía tomar sus propias decisiones sin tener que darle cuentas a nadie. Era una mujer oculta bajo ropa algo anticuada y quizás aniñada.Ahora se sentia tan libre de elegir el amor por que lo merecía y porque lo tenia frente a sus ojos. era la oportunidad de empezar desde cero, enamorarse del hombre que por años fue solo su jefe, y enamorar al hombre que no dejaba escapar a ninguna amante de ocasión.Pero vestida de esa manera no era capaz de gustarse o aceptarse un solo día más.Abrió su guardarropa, varios de ellos aún mantenían las etiquetas de compra.tenía un buen gusto para escoger vestidos, por su corte, por la elegancia de su bordado, o incluso la finura de su tela. Los acomodó en la cama, para observarlos todos al mismo tiempo y decidir cual era el mejor para esa noche.Eran
Volvía a meter los vestido al armario cuando su hermana entro en la habitación, alcanzo a ver un par de ellos en la cama y se asombro con tanta felicidad que se llevo las manos a cubrirse la boca, su hermana menor estaba liberándose del ropaje de monja que siempre usaba.—Arianne, —pero al verla guardarlos bajaron las ilusiones —¿Qué pasa no piensas usar alguno?—Si lo pensé, Malcolm me invito a cenar le dije que sí, —titubeo — pero fue en contra de mi razón, no pensé en Luci y creo que no es correcto que yo busque mi felicidad sabiendo que la pequeña sufre. Rous tomo los vestidos que habia guardado, los coloco sobre la cama—Eso esta mejor es tu corazón el que hablo. —le tomo las mano —hasta en tus ojos puedo ver la ilusión que sientes.—Nunca imagine que podía llegar a amar a alguien de esta manera, se siente algo tan mágico. No estoy segura si es lo correcto—Tú lo amas, y Dios santo ese hombre no se ha cansado de buscarte, no sé cómo has tenido corazón para rechazarlo, —Rous se